El servicio de motos eléctricas compartidas de Silence nació, en Girona, el pasado mes de noviembre. Ahora han decidido ampliar el número de vehículos disponibles hasta 50. Además, a partir de esta semana las motos ya pueden dejarse en municipios del área metropolitana de Girona como Fornells de la Selva o Quart. El objetivo es que se dupliquen el número de servicios actual y aumente el número de usuarios. Desde la empresa aseguran que hay un millar de usuarios dados de alta y 600 de ellos son activos (por lo menos una vez han utilizado el servicio de motos compartidas).
A través de una aplicación web, los usuarios registrados, pueden reservar una moto eléctrica y tomarla antes de que pase un cuarto de hora. Una vez encienden la motocicleta pueden hacer el recorrido que quieran pagando 45 céntimos por cada kilómetro que recorran. Lo único que no podrán hacer es detener el vehículo en una zona fuera de la autorizada, puesto que la geolocalización de cada moto impedirá pararla si detecta que no están dentro del perímetro permitido. Una vez el usuario aparque la moto, se efectuará el recargo correspondiente y no será necesario preocuparse ni de cargarla.
Recorridos urbanos de entre cinco y seis minutos
El director de ventas de Silence en Girona, David Espinar, asegura que actualmente se realizan unos 50 servicios al día, es decir, dos trayectos por cada motocicleta. Estos trayectos tienen una duración media de entre cinco y seis minutos. Espinar ha recordado que "Girona es una ciudad que permite ir de Fontajau a Montilivi en sólo cinco minutos de moto". Por eso los tiempos de desplazamientos son relativamente cortos, y muchos usuarios pueden cruzar la ciudad en ese tiempo.
Espinar asegura que ahora estudiarán si este aumento de vehículos se traduce también en el doble de servicios que se realizan con el motosharing eléctrico.