El Año de la Gastronomía de la Costa Brava y el Pirineo de Girona está a punto de culminar, y lo hará, este miércoles, con la celebración, a casa nuestra, de la gala de la Guía Michelin de España y Portugal 2017. Más allá del número de estrellas que se concedan, de cuántos establecimientos obtengan la anhelada insignia y de cuántos cocineros logren su sueño, la demarcación de Girona hará brillar su gastronomía, su cocina, su paisaje y el talante de su gente en una cita muy especial.
Desde la Diputación de Girona y el Patronato de Turismo Costa Brava Girona entendemos que esta es un hito capital para valorar la cocina tradicional de toda la vida y proyectar la excelente cocina de vanguardia que se practica en el territorio desde hace años y que tiene en Ferran Adrià y Joan Roca sus estandartes. Queremos que se reconozca la tarea de los cocineros gerundenses distinguidos con prestigiosos galardones gastronómicos que velan por la cocina local; que se valore el esfuerzo de base que realizan en la formación de profesionales las escuelas de hostelería, y en especial la de Girona, que este año cumple 50 años; homenajear los colectivos de cocina por su tarea en el ámbito de la conservación, investigación y difusión, y también queremos agradecer a los productores agroalimentarios gerundenses la delicadeza y el trato que ofrecen a nuestros productos.
Los beneficios que el territorio percibirá al acoger la gala de la Guía Michelin son una obviedad. En términos económicos, se accionará el sector de los servicios y se reactivará turísticamente el destino; en términos de identidad, crecerá el sentimiento de orgullo y de autoestima de los gerundenses y del sector de la hostelería, y en términos de proyección y notoriedad, mejorará la imagen y el posicionamiento de la marca Costa Brava como destino gastronómico.
La consecución de este acontecimiento es fruto de las 17 estrellas Michelin que los restaurantes del territorio ostentan y de un intenso trabajo llevado a cabo de manera conjunta entre entidades públicas y privadas vinculadas a los sectores del turismo y la hostelería en el último año. A todo esto hay que sumar la tarea que desde hace cinco años se está desarrollando para potenciar la gastronomía y la enología desde la vertiente turística, con actuaciones tan concretas como por ejemplo la creación del Club de Marketing de Enogastronomia y el Club de Marketing de la Ruta del Vino DON Ampurdán, que contribuyen a estructurar la oferta existente; la participación en ferias y muestras especializadas de producto y turismo, nacionales e internacionales; la creación de un sello de calidad alimentario, Girona Excelente, que reconoce los mejores productos agroalimentarios de la demarcación; la edición de material promocional específico; el lanzamiento de campañas de comunicación, y el apoyo a proyectos relacionados con la divulgación, la innovación y la alimentación saludable y sostenible, entre otros.
Así mismo, es justo valorar la predisposición plausible que siempre muestran figuras cómo es ahora Ferran Adrià, Joan Roca, Paco Pérez, Fina Puigdevall, así como tantos otros jóvenes cocineros gerundenses, para participar en acciones promocionales concebidas para potenciar y amplificar la imagen de la demarcación de Girona como destino enogastronòmica. Todos ellos han acontecido embajadores de nuestra tierra.
Sabemos que el gremio de la restauración es generoso y solidario; que el trabajo en equipo es la clave de todo, y que en esta ocasión que nos brinda la gala de la Guía Michelin hace falta que hacemos piña para seguir impulsando el movimiento de la gastronomía catalana que tan lentamente se ha cocinado en casa nuestra.