Capitán de la Marina Mercante

Previsión para Europa

18 de Julio de 2015
El Europa de Spinelli, Adenauer, Schuman y Spaak está muerta y enterrada hace tiempo. Sus restos reponen al mismo cementerio que las del sueño liberal y la revolución comunista. El Europa de hoy es la de Schäuble y es capitalista. Hace falta no confundir liberalismo y capitalismo. El liberalismo soñaba con una economía al servicio de la sociedad dónde, gracias a su esfuerzo e iniciativa, cada ciudadano podía prosperar compitiendo en igualdad de condiciones con todos los otros.

El capitalismo no tiene nada que ver con esto. Consiste a aumentar la rentabilidad del capital. Sea como fuere y caiga quién caiga. Con ningún objetivo. Porque sí. Cuando se exige a los griegos que paguen sus deudas no se trata de una cuestión moral. Si lo fuera, se exigiría que pagaran aquellos griegos que se han endeudado, los bancos y las grandes empresas principalmente. Pero se trata de una cuestión contable. Si no se recuperan el dinero con beneficios, la rentabilidad del capital quedará en entredicho. Por lo tanto, se buscan dinero bajo las alfombras en casa de cualquier griego, se haya endeudado o no.

No se trata de dar una lección moral. No se trata de poner de pie la economía griega. No se trata de mostrar el camino recto, honrado, esforzado y trabajador que los conducirá a la prosperidad. Se trata de preservar la rentabilidad del capital. Y tampoco se trata de mantener y reforzar la Unión Europea.

Europa? Qué sandez. Ha sido bueno mientras se ha podido utilizar para aumentar la rentabilidad del capital pero ahora ya no sirve. Por eso, cuando Schäuble y sus colaboradores hayan recuperado todo el que se pueda de la deuda, abandonarán Europa. Y los griegos y los españoles y los italianos y los portugueses y toda la púrria que hagan con el euro el que quieran. Cómo si se lo quieren confitar.

Ahora que los griegos han lanzado la toalla, los siguientes a subir al ring serán los españoles, tanto los que lo son con agrado como los que lo son a la fuerza. La economía española irá relativamente bien hasta las elecciones. Después irá o mal o muy mal, depende de quienhaya ganado. No porque el Gobierno, ni las empresas, ni los ciudadanos españoles hagan las cosas mejor o peor, esto no tiene nada a ver. El señor Schäuble se encargará de manipular los indicadores económicos, los cuales, como todo el mundo sabe, están más trucados que una moto de los Encantos, de forma que muestren una deuda todavía superior del que nos esperábamos.

Si el Gobierno de turno se pone flamenco, se lo amenazará de expulsarlo de Europa. Y todos acotarem la cabeza y nos sacrificaremos y nos arrepentiremos de nuestros pecados porque Europa, está claro, que haríamos sin Europa? La democracia, el estado de derecho, la economía libre, tantas cosas guapas...

Mientras tanto Schäuble va contando el dinero y los días que faltan para marchar de este estercolero embadurnado.