30
de Mayo
de
2014
El de Borja, Xavi, Albert y Xabi con "B" es algo que se explica con más imágenes que palabras. Y si no, vean ustedes mismos. Conocerlos a ellos, de cerca, significa conocer a cuatro chicos barceloneses en apariencia normales. Y dique en apariencia, porque mientras charlas con ellos te das cuenta que hay algo que los mueve y que vale la pena conocer. Si los preguntas por su plato favorito te dicen rissotto. Algo sin el que no podrían vivir? La música. "Bien, Internet", recapaciten. Y si los preguntas por un ídolo, Borja Juzgo, 29 años, el presidente de The South Face, contesta sin duda Nelson Mandela. Y entonces, todos se miran y asienten a la vez como símbolo inequívoco de un acuerdo casi soberano. Cómo en muchas cosas, en esto coinciden. Y es que en realidad, Nelson Mandela y estos cuatro jóvenes tienen más en común del que podríamos imaginar.
Estas cuatro cabezas emprendedores de alma solidaria no superan los 30, pero ya han empezado el proyecto de sus vidas. Y es un proyecto por y para la vida. La non-provecho organisation The South Face almacena en una recámara no-demasiado-escondida algunos proyectos y kilos de ambiciones. Y son unos proyectos que cada día se acercan más a la realidad. La motivación la traen de serie. Y la inspiración in crescendo. La culpa? Los viajes. Aunque en realidad, más que culpa es uno "gracias a". "Viajando por diferentes países del continente, nos dimos cuenta que algo estaba fallando. Los norteños se aprovechan de los del sur. Y los del Sur trabajan por los norteños. Entonces, a ellos que los queda?". A los hermanos Juez, Borja y Xabi, viajar los ha servido para encontrarse con ellos mismos, pero también y sobre todo, para conectar con este otro mundo. "Nosotros somos unos privilegiados, pero hay otra realidad", dice Xabi. Hasta que no te acercas y lo ves no te das cuenta de la magnitud de los problemas de toda esta otra realidad olvidada, que es África, de la necesidad de actuar, de sentirse llamados a hacer algo.
Y es desde allí, desde las entrañas de África, donde nace TheSouthFace. Una ONG construida de cero por cuatro universitarios, con sede en Barcelona. Antes las ideas se cocían cada jueves por la tarde en la pecera de ESADE (facultad de ADE y Derecho de la Universitat Ramon Llull). Era su punto de encuentro, una mesa cualquiera entre universitarios haciendo trabajos. Ahora han crecido, o han madurado, que suena todavía mejor. Ahora ya son 10 en el equipo, y han llegado incluso a aprender a dividirse las áreas, algo necesaria cuando se juntan 10 mentes jóvenes a hacer brainstorming de ideas. Además tienen oficina, o el que es el mismo, una mesa, sillas, luz e internet en un espacio de co-working donde arquitectos y diseñadores se interesan por el progreso de las becas y de la ONG. Son conscientes que TheSouthFace es un proyecto a largo plazo, por eso van siempre -dicen- "con el freno de mano". La motivación es importante, pero hacer las cosas bien y con dedicación es básico en una iniciativa de estas dimensiones.
Durante la entrevista, nos presentan sus planes. Bajo el lema "Social Transformation Through Education" quieren acercar la educación a quienes no tienen recursos. Por eso, el primero de sus proyectos, Scholarship program, pretende becar el acceso a la Universidad a estudiantes comprometidos de familias humildes. Para lo cual, van a tener un vínculo muy estrechado con la Universidad africana que esté adherida al proyecto, puesto que los interesa, sobre todo, tener constancia de la evolución del estudiante y que vaya aprobando todo. De momento, ya son nuevo las chicas becadas -que parece poco, quizás-, pero son los gajes de emprender fabricando una ONG. Esto comporta tiempo: rascar socios, preparar acontecimientos (como las rosas solidarias en Sant Jordi) y en definitiva difundir el mensaje de unos chicos que un día decidieron que tenían que ayudar. Ellos no se cansan de explicar que por 1 euro a la semana puedes ser parto de The South Face, que ser socio SÓLO vale 4 euros (menos que un paquete de tabaco) y que por cada 14 socios se habilita una nueva beca porque una nueva estudiante en Kenia pueda ir a la Universidad. Una beca los cuesta 700 euros al año.
Universalizar la educación, formar a las nuevas generaciones que crecen en África. El objetivo no es nada fácil, pero The South Face está alimentando de manera realista todos estos proyectos. Nosotros, igual que ellos, también nos los creemos. Se reivindican y se niegan a creer que los jóvenes "estén en crisis". No se consideran la excepción. Son de estos perfeccionistas, adoran cumplir los timings y "hacer el trabajo muy hecho". Como cualquier proyecto de jóvenes emprendedores el primer obstáculo es económico, aunque por ahora el poco que se han gastado ha estado para crear una nueva página web, recientemente salida del horno. El hecho de ser jóvenes los perjudica y beneficia casi por igual. La gente, al principio, se muestra más escéptica, pero "cuando los explicas el proyecto -con una emoción que atrapa- acaban encantados". Y esto es el que quieren transmitir cada verano con el programa The South Face Experience, porque los socios pisen suelo africano, vean de cerca el que se está haciendo y conozcan a las estudiantes becadas. Así de increíble fue el pasado voluntariado.
Esto es el principio de algo grande. Una ONG no se crea desde un despacho, ni siquiera desde una Universidad. Para crear una ONG es importando el rodaje de estos chicos y las experiencias que han coleccionado a través de sus viajes: "No como simples cooperantes que van a repintar casas durante un verano y a hacerse fotos bonitas con niños y leones", puntualizan. Y no los falta ironía. Ellos no. La realidad de África se conoce en un tren 48 horas desde Zambia en Tanzania o conviviendo con sus gentes, recorriéndola de punta a punta, de este a oeste. La verdadera África se conoce en lo alto de un autobús atravesando el continente en viajes de más de 20 y 30 horas. Desde Tanzania en Sierra Leona, pasando por Guinea-Bissau o Liberia. Y así hasta 10 países. Conocer África es esto. En contra del que muchos cruzan, ellos defienden el papel de las oenegés: "Hay quienes dicen que no sirven para nada. Pero yo creo que si no existieran muchas de estas ONG's, podríamos estar viviendo la tercera guerra mundial", defiende Borja.
"Y por qué África?", preguntamos. Sonríen. "No habéis sido nunca, verdad?"
La sección Jóvenes Extraordinarios es una colaboración con el proyecto Jóvenes (sobre)salientes.
Estas cuatro cabezas emprendedores de alma solidaria no superan los 30, pero ya han empezado el proyecto de sus vidas. Y es un proyecto por y para la vida. La non-provecho organisation The South Face almacena en una recámara no-demasiado-escondida algunos proyectos y kilos de ambiciones. Y son unos proyectos que cada día se acercan más a la realidad. La motivación la traen de serie. Y la inspiración in crescendo. La culpa? Los viajes. Aunque en realidad, más que culpa es uno "gracias a". "Viajando por diferentes países del continente, nos dimos cuenta que algo estaba fallando. Los norteños se aprovechan de los del sur. Y los del Sur trabajan por los norteños. Entonces, a ellos que los queda?". A los hermanos Juez, Borja y Xabi, viajar los ha servido para encontrarse con ellos mismos, pero también y sobre todo, para conectar con este otro mundo. "Nosotros somos unos privilegiados, pero hay otra realidad", dice Xabi. Hasta que no te acercas y lo ves no te das cuenta de la magnitud de los problemas de toda esta otra realidad olvidada, que es África, de la necesidad de actuar, de sentirse llamados a hacer algo.
Y es desde allí, desde las entrañas de África, donde nace TheSouthFace. Una ONG construida de cero por cuatro universitarios, con sede en Barcelona. Antes las ideas se cocían cada jueves por la tarde en la pecera de ESADE (facultad de ADE y Derecho de la Universitat Ramon Llull). Era su punto de encuentro, una mesa cualquiera entre universitarios haciendo trabajos. Ahora han crecido, o han madurado, que suena todavía mejor. Ahora ya son 10 en el equipo, y han llegado incluso a aprender a dividirse las áreas, algo necesaria cuando se juntan 10 mentes jóvenes a hacer brainstorming de ideas. Además tienen oficina, o el que es el mismo, una mesa, sillas, luz e internet en un espacio de co-working donde arquitectos y diseñadores se interesan por el progreso de las becas y de la ONG. Son conscientes que TheSouthFace es un proyecto a largo plazo, por eso van siempre -dicen- "con el freno de mano". La motivación es importante, pero hacer las cosas bien y con dedicación es básico en una iniciativa de estas dimensiones.
Durante la entrevista, nos presentan sus planes. Bajo el lema "Social Transformation Through Education" quieren acercar la educación a quienes no tienen recursos. Por eso, el primero de sus proyectos, Scholarship program, pretende becar el acceso a la Universidad a estudiantes comprometidos de familias humildes. Para lo cual, van a tener un vínculo muy estrechado con la Universidad africana que esté adherida al proyecto, puesto que los interesa, sobre todo, tener constancia de la evolución del estudiante y que vaya aprobando todo. De momento, ya son nuevo las chicas becadas -que parece poco, quizás-, pero son los gajes de emprender fabricando una ONG. Esto comporta tiempo: rascar socios, preparar acontecimientos (como las rosas solidarias en Sant Jordi) y en definitiva difundir el mensaje de unos chicos que un día decidieron que tenían que ayudar. Ellos no se cansan de explicar que por 1 euro a la semana puedes ser parto de The South Face, que ser socio SÓLO vale 4 euros (menos que un paquete de tabaco) y que por cada 14 socios se habilita una nueva beca porque una nueva estudiante en Kenia pueda ir a la Universidad. Una beca los cuesta 700 euros al año.
Universalizar la educación, formar a las nuevas generaciones que crecen en África. El objetivo no es nada fácil, pero The South Face está alimentando de manera realista todos estos proyectos. Nosotros, igual que ellos, también nos los creemos. Se reivindican y se niegan a creer que los jóvenes "estén en crisis". No se consideran la excepción. Son de estos perfeccionistas, adoran cumplir los timings y "hacer el trabajo muy hecho". Como cualquier proyecto de jóvenes emprendedores el primer obstáculo es económico, aunque por ahora el poco que se han gastado ha estado para crear una nueva página web, recientemente salida del horno. El hecho de ser jóvenes los perjudica y beneficia casi por igual. La gente, al principio, se muestra más escéptica, pero "cuando los explicas el proyecto -con una emoción que atrapa- acaban encantados". Y esto es el que quieren transmitir cada verano con el programa The South Face Experience, porque los socios pisen suelo africano, vean de cerca el que se está haciendo y conozcan a las estudiantes becadas. Así de increíble fue el pasado voluntariado.
Esto es el principio de algo grande. Una ONG no se crea desde un despacho, ni siquiera desde una Universidad. Para crear una ONG es importando el rodaje de estos chicos y las experiencias que han coleccionado a través de sus viajes: "No como simples cooperantes que van a repintar casas durante un verano y a hacerse fotos bonitas con niños y leones", puntualizan. Y no los falta ironía. Ellos no. La realidad de África se conoce en un tren 48 horas desde Zambia en Tanzania o conviviendo con sus gentes, recorriéndola de punta a punta, de este a oeste. La verdadera África se conoce en lo alto de un autobús atravesando el continente en viajes de más de 20 y 30 horas. Desde Tanzania en Sierra Leona, pasando por Guinea-Bissau o Liberia. Y así hasta 10 países. Conocer África es esto. En contra del que muchos cruzan, ellos defienden el papel de las oenegés: "Hay quienes dicen que no sirven para nada. Pero yo creo que si no existieran muchas de estas ONG's, podríamos estar viviendo la tercera guerra mundial", defiende Borja.
"Y por qué África?", preguntamos. Sonríen. "No habéis sido nunca, verdad?"
La sección Jóvenes Extraordinarios es una colaboración con el proyecto Jóvenes (sobre)salientes.