¿Quién no quiere ser feliz? En marzo del 2022 salió a la luz un informe mundial sobre la felicidad titulado World Happiness Report, en el que se intenta extraer una idea sobre lo feliz que se siente los habitantes en cada país. Mediante entrevistas a 300.000 personas de 150 países, les lanzaron una pregunta en concreto: "Del 1 al 10, ¿cómo de feliz eres?" El 0 era "sin esperanza" y el 10 "muy, muy feliz".
El país más feliz del mundo es Finlandia, mientras que le siguen el resto de los países nórdicos. En el caso de España se encuentra en la posición número 29 y la nota media es de 6,5. Respecto a los países más infelices están Venezuela, Zimbabue y Ucrania, aunque la encuesta se llevó a cabo antes de la invasión de Rusia. Como curiosidad, si te has otorgado un número en concreto frente a la pregunta, deberías saber que si superas el 6,5 es que eres mucho más feliz que la media mundial.
El factor más importante para ser feliz es tener relaciones de calidad con otras personas
Una de las conclusiones del estudio es que “cuanto más rico eres, más feliz eres”, lo que comporta una correlación entre riqueza y felicidad. Como contrapartida, hace noventa años se llevó a cabo un estudio en la Universidad de Harvard a 400 personas y 228 estudiantes para medir su felicidad durante toda su vida.
Concretamente, cada año debían responder a una encuesta sobre cómo se sentían y estaban, lo que comportó el estudio más completo y largo sobre la felicidad. Y una de las conclusiones: lo más importante para ser feliz es tener relaciones de calidad con otras personas. Tener relaciones de calidad permite mejorar la salud, la longevidad y la mejor salud mental. Como curiosidad, este análisis se repite con los hijos de los encuestados para analizar los factores de felicidad a lo largo del siglo.
En defensa de la infelicidad
¿Te gustaría que el día de hoy se repitiera mañana? Alejandro Cencerrado, físico español que ha vivido en Dinamarca y trabaja como analista del Instituto de la Felicidad de Copenhague, tiene claro que "si acumulas muchas respuestas negativas es que necesitas cambiar tu vida". Así lo ha plasmado en la conferencia Felicidad, de la mano de TEDxBarcelona impartida en Casa Seat, en Barcelona.
El autor explica que cuando era joven, se encontraba bien de salud, tenía amigos, buena relación con sus padres, pero sentía que no era feliz. De esta forma empezó a puntuar todos los días con una escala del 0 al 10 su bienestar y felicidad. Y de eso hace 18 años.
Como curiosidad, durante todos estos años nunca ha puesto un 0 ni un 10. Alguna vez ha escrito un 9 y confiesa que tenía que ver con el amor romántico y el 1 con problemas de salud físico. Y lo sorprendente: cuando nació su hijo lo puntuó con un 4. Confiesa que tuvo un momento de pánico, de sentir que la vida del niño dependía de él y que era mucha responsabilidad. De este "dietario" ha extraído un algoritmo que detecta las palabras utilizadas. Por ejemplo, los días que se sentía más infeliz, había anotado conceptos como "coronavirus", "nube", "móvil", "lluvia", "resaca", "alergia", "soledad", "discusión", "dolor" o "calor.
Cencerrado: "Repetir las cosas que me han hecho feliz en el pasado, no me ha aumentado la felicidad en un futuro"
Este dietario también le ha ayudado a ver que sentía inseguridad cuando quedaba con unos amigos en concreto. Estas amistades repetían comentarios negativos hacia la gente que "no se cuidaba como ellos" y eso le repercutía al autor, que se sentía inseguro y le afectaban aspectos relacionados con el físico. Y el dietario le hizo darse cuenta de las circunstancias en concreto.
Curiosamente, en septiembre regresó a España después de vivir una década en Dinamarca. Y una de las claves que ha extraído: repetir las cosas que ha hecho en el pasado no le han aumentado la felicidad en un futuro. "Puntuo mi bienestar al igual que antes de mudarme y hay algún aspecto en mí mismo que hace que no disfrute de las cosas", continúa. Lo ejemplifica: "a veces escuchamos una canción que nos encanta y nos ilusiona, nos sube la moral, pero después nos aburre. La vida consiste en superar etapas y si siempre fuéramos felices con cosas de hace 10 años, no sería normal".
La felicidad por contraste
Cencerrado explica que un día perdió las llaves del piso donde se alojaba en Dinamarca, lo pasó mal y durante 15 minutos entró en pánico, ya que era muy complicado fabricarlas de nuevo, aparte de extremadamente caro. Finalmente las halló. Sintió una felicidad por contraste inmediata y acabó puntuando el día con un 7, debido al alivio posterior. Y de ahí otros ejemplos, como un primer día de lluvia después de un verano caluroso, cuando hacemos las paces con la pareja después de cinco días enojados o un día de sol después de meses de invierno. Y una conclusión: los períodos positivos siempre vienen precedidos después de períodos muy negativos.
Cencerrado: "Los días que me he sentido más solo es cuando estaba rodeado de gente"
Para el autor, pasamos la vida tomando decisiones para ser más felices, como cambiar de trabajo, de pareja, pero después nos sentimos vacíos. Deberíamos dejar de culpar a los demás y culpar a nuestro cerebro. Cuando tomamos una decisión para pensar que nos hará más felices, debemos tener presente la felicidad por contrastes. Y, sobre todo, echar de menos las cosas que nos hacen felices.
La obsesión de la felicidad
Por último, el autor afirma que los días que se ha sentido más solo es cuando estaba rodeado de gente. La clave es que como humanos necesitamos ser imprescindibles para las personas de nuestro alrededor, si sentimos que nos van a sustituir, es cuando te sientes solo. También puede pasar al trabajo, cuando sientes que pueden sustituirte, te afectará. La soledad no tiene que ver con la cantidad sino con la calidad.
Y, sobre todo, se trata de ir adaptándote a la felicidad. El consejo del experto: no te obsesiones en ser feliz. Es el momento de disfrutar de los buenos períodos, ya que no duran para siempre. Y que la infelicidad es inevitable. Ser infeliz por un tiempo no es ser perdedor.