La vida es como una botella, siempre se puede ver medio llena o medio vacía. El economista Oriol Amat es de los que acostumbran a entender que la botella está más llena que vacía. Conozco a Amat desde que coincidimos en la facultad de Economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), él como profesor y yo como alumno. Ha llovido una burbuja, una crisis y el coronavirus desde entonces, pero la receta es la misma de siempre: "Aprender de las crisis y de los que lo hacen mejor".
En su último libro titulado La botella medio llena (Profit Editorial, 2020), Amat recuerda que "hay que aprovechar ocasiones como la actual y preguntarnos si podemos hacerlo mejor". El éxito y el fracaso están llenos de lecciones ganadoras y para salir adelante en tiempos de coronavirus vale la pena tenerlas a la orden del día. Tanto si se trata de un país, una empresa o una persona es tan importante aquello que se hace como aquello que se deja de hacer. Venezuela, Islandia o la Unión Soviética son ejemplos con suertes dispares.
"Por éxito entiendo la consecución de los objetivos propuestos; si nos referimos a una empresa, los objetivos suelen ser aumentar la riqueza generada, ya sea económica o social. En cambio, el fracaso sería la suspensión de pagos o la desaparición de la empresa", empieza el autor. "Si hablamos de un país, por éxito podemos entender conseguir un buen nivel de bienestar para la población. Si hablamos de personas, el éxito también dependerá del propósito que tengamos en esta vida, y aquí nos conviene huir del deseo desmedido de acumular riqueza material y del consumismo excesivo", añade.
Vamos a los hechos. Una crisis por sorpresa marcada por una pandemia y una caída en picado de la economía, que ha evidenciado las debilidades y carencias para afrontar los cambios tecnológicos que avanzan a la velocidad de la luz y que amenazan con un billete de vuelta a la casilla de salida: "Las empresas que no suban al vagón de la revolución 4.0 se perderán".
La hemeroteca más crítica
En la hemeroteca más crítica de la economía encontramos al menos una cincuentena de grandes crisis: los tulipanes holandeses del siglo XVII, el crac del 1929, las puntcom del 2000, la burbuja inmobiliaria, la crisis financiera del 2008 y la del coronavirus del 2020. Esta no es la primera y tampoco será la última. Cada crisis es diferente, pero el catedrático tiene muy claro que hay algunos patrones similares en las fases posteriores del estallido de una crisis.
Amat: "La calidad de los políticos, de los gobiernos y de los servidores públicos tiene una influencia decisiva en el nivel del país y su gente"
Amat defiende que las empresas que saldrán adelante y ganarán posicionamiento dentro del mercado son aquellas que aprovechen las oportunidades de "la digitalización, la salud, la ciencia o el kilómetro 0". El objetivo es un viejo conocido de la economía: "Generar bienestar y construir un mundo que valga la pena y que sea mejor que el que nos hemos encontrado". Una perspectiva de largo plazo, de partido a partido, pero con luces largas.
Cada vez son más los economistas que hablan sin preámbulos del rescate de España. Encubierto, por la puerta trasera o con las mujeres de azul en vez de los hombres de negro. Según el catedrático, el rescate tiene que ser por partida doble: tanto para España cómo para las empresas que necesitan "facilidades, liquidez y menos trámites burocráticos". "La calidad de los políticos, de los gobiernos y de los servidores públicos tiene una influencia decisiva en el nivel del país y su gente", alerta.
Amat formó parte dels Minyons Escoltes y fue jugador de hockey hierba en el Barça. Tiene cinco hijos, un gato y un perro. Actualmente, es decano de la UPF Barcelona School of Management, vicedecano del Col·legi d'Economistes de Catalunya y vicepresidente de ACCID. También colabora con VIA Empresa y asesora la Cambra de Comerç de Barcelona y Pimec.
A lo largo de los últimos meses, hemos podido leer en esta casa su visión sobre las medidas empresariales para superar la covid-19, 10 medidas para salvar el tejido empresarial o la empresa catalana antes de la covid-19. Y ahora qué? Se preguntarán muchos. "Es un buen momento para parar y preguntarnos: lo podemos hacer mejor?", asegura el economista.
Lo podemos hacer mejor?
Una pregunta que plantea muchas respuestas en forma de capítulos de libro: el bienestar global, el optimismo y la humildad, la ética y la responsabilidad social, la corrupción y el fraude, el sector público y la educación, la emprendeduría, el trabajo, el paro y la pobreza, la innovación, las buenas prácticas en gestión, la financiación, la inversión, entender las crisis económicas, salir reforzados de la crisis, el mundo que viene y el futuro que queremos.
Harari: "Nuestros peores enemigos no son los virus, sino la codicia, el odio y la ignorancia"
Que cada uno escoja en qué vagón quiere subir de un tren económico con 188 páginas. Spoiler: el final es mejor de lo que pensamos. Mejores personas, mejores organizaciones, mejores países y también un mundo mejor.
Escribe Yuval Harari que "nuestros peores enemigos no son los virus, sino la codicia, el odio y la ignorancia." Dice un proverbio chino que "el mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años, pero el segundo mejor momento es ahora". Concluye Oriol Amat que "a los que pensamos que el mundo puede mejorar nos dirán que somos demasiado optimistas. Pero si alguien tiene una opción mejor, que lo diga".