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Aceite de argán, el lujo de las mujeres del Magreb

Un frasco minúsculo de 30 mililitros de este aceite milagroso puede llegar a costar 290 euros: la recolección y tratamiento del fruto de este árbol dispara el precio de este preciado producto

Cabras encima de un árbol de argàanida | iStock
Cabras encima de un árbol de argàanida | iStock
Aiats Agustí
Periodista
Barcelona
22 de Noviembre de 2019

Un minúsculo frasco de aceite de argán puede costar fácilmente 50 euros. Este preciado aceite cosmético es muy útil para la nutrición de la piel por sus propiedades hidratants, regeneradoras y antiedat. De color miel, rico en Omega-6, Omega-9 y en vitamina E, el aceite de argán se produce con los huesos del arbol del mismo nombre, endémico de Marruecos, muy resistente a la sequía. Esta especie en peligro de extinción y protegida por la UNESCO, crece silvestre en suelos semiáridos y produce las semillas de donde se hace el aceite milagroso. Por qué es tan caro el aceite de argán?

 

Mònica Ruiz, emprendedora y fundadora de Kapunka afirma que "a veces, el desconocimiento y la falta de información sobre un producto nos hace emitir afirmaciones como que el aceite de argán es caro. Si tenemos en cuenta su proceso, sus propiedades y los beneficios para la salud humana, su valor no nos parecerá tanto". El segmento de precios de este producto es variable y amplio, desde 30 mililitros entre 5 y 7 euros hasta los 30 mililitros a un precio de 290 euros. Todo dependerá de la calidad del producto, la pureza del aceite y el procedimiento, manual o industrial.

Del Magreb al Nilo

El argán espinosa es un árbol milenario, del fruto del cual se obtiene la semilla que da origen al aceite de argán. Tiene su origen en el Magreb, que significa, literalmente "lugar donde se pone el sol". El llamado "árbol de la vida" se remonta a la época del Terciario (hace 65 millones de años). Se sabe que los fenicios, aproximadamente en 1200 aC, ya lo utilizaban como el mejor aceite para dar luz a las candelas.

 

"Se sabe que los fenicios, aproximadamente en 1200 aC, ya lo utilizaban como el mejor aceite para dar luz a las candelas"

Las tribus bereberes, con un territorio que se extendía desde las costas atlánticas del Magreb hasta el ríe Nilo, lo han utilizado durante siglos como fuente de salud, belleza y alimentación. A través de las tribus bereberes, se empezó a deducir que el aceite de argán aportaba muchos beneficios.

Aceite milagroso

Entonces, qué propiedades tiene? La experta lo explica: "Las propiedades que nos aporta son muchas, partiendo de la base de su propia composición. Podemos empezar por los ácidos grasos saponificables, que son el 99%, y los ácidos grasos insaponificables 1%". Además, tiene cuatro tipos de tocoferol (que tienen la capacidad de prever la destrucción oxidativa de los lípidos que rodean las membranas celulares) y en cantidades muy altas. También contiene escaleno, una propiedad importante para la conducción y absorción del aceite de argán. Estas características son muy buscadas por las multinacionales del sector cosmético.

Dones marroquines fan oli d'argània amb una premsa manual | iStock

Mujeres marroquíes hacen aceite de argàanida con una prensa manual | iStock

Se puede emplear como aceite puro o formando parte de la composición de productos dermofarmacéuticos, como la crema, la emulsión, el suero, el gel de baño, el champú o el exfoliante. Es recomendable para hidratar el cabello, aportándole brillo y suavidad y para las uñas, gracias al principio activo lupeol presente en su composición. Así mismo, es ideal como hidratante corporal, favoreciendo la restauración del manto hidrolípido de la piel y no dejándola grasa. No genera espinillas, eflorescencia primaria del acné, por lo cual es apto para pieles grasas con tendencia al acné. Es cicatrizante, por lo cual es recomendable para ayudar a la cicatrización de quemaduras y heridas, así como para la prevención y disminución de estrías.

Además es ideal para eliminar y prevenir los signos del envejecimiento cutáneo. Es decir, actúa como producto antiedad, disminuyendo y previniendo la aparición de arrugas y aportando luminosidad, flexibilidad y suavidad al rostro. Es muy adecuado para calmar eritemes, es decir, irritaciones cutáneas; es antiséptico y antifúngico.

Cabras, prensa y puré

Toda esta maravilla se consigue con un proceso complicado: "La primera fase es la recolección manual y la rotura de la cáscara. Seguidamente, el fruto del argán pasa por una prensa en frío y dos tipos de filtración para evitar las partículas volátiles y la humedad".

Pero es que las semillas del árbol crecen en zonas áridas, con unas condiciones duras para su recolección. De manera tradicional, las semillas se cosechan cuando el fruto está maduro y en el suelo en verano, porque las espinas y ramas del árbol dificultan que se puedan cosechar directamente. También se recogían los frutos que las cabras defecaban. La prensa se hace a mano con piedras para obtener una pasta de la pulpa. Del puré resultante se obtiene el aceite por goteo.

La industrialización de la producción de aceite de argán afectó negativamente a las mujeres de las zonas rurales, encargadas de producir este producto

En el proceso industrial se usa una máquina vibradora para mover los árboles y desprender los frutos y para prensarlos incluso se añaden químicos para ablandar la cáscara de las almendras. Durante la década de los noventa, el sector agrario marroquí industrializó la producción de este aceite, afectando negativamente a las mujeres de las zonas rurales, que eran tradicionalmente las encargadas de producir este producto. Más tarde, el gobierno marroquí creó ayudas y promocionó la creación de cooperativas de mujeres que aún hoy en día producen el aceite de manera tradicional.

El rango de precios, por lo tanto, oscila bastante.

Calidad real

Pero sólo el producto más puro es el que cuenta con las calidades reales. Hay muchos productos y productores que afirman incluir o ser aceite de argán. Pero nuestro ávido lector podrá identificar que, efectivamente, si un pote en el lineal de un supermercado se vende como "aceite de argán" y el precio no es de dos cifras, es que seguramente es falso.

"El marketing hace mucho mal respecto a decir realmente lo que está vendiendo. Muchos de los productos que ponen a la venta las marcas comerciales engañan los consumidores con el contenido de los envases. Hacen campañas de marketing potentes, pero cada cual sabe realmente el que está vendiendo", afirma Ruiz.

Para evitar estas "falsificaciones" existe la norma Ecocert que "valida que los parámetros del aceite de argán están intactos antes de envasarlo". Para poder beneficiarse de todas las propiedades que conforman el aceite de argán es necesario que "este sea cien por ciento puro y que contenga la garantía certificada".