El municipio de Tejeda es un recogido rincón situado entre las Montañas Sagradas de Gran Canaria -declaradas Patrimonio Mundial de la UNESCO- que no deja a nadie indiferente. Su visita durante cualquier época del año es una de estas rutas imprescindibles para quien quiere dejarse sorprender a la salida de cada curva. Atrás queda el neón y la algarabía; ahora, la inmensidad de los barrancos y un horizonte infinito asombran por su belleza y quietud. Ante nosotros el Roque Bentayga y el Roque Nublo, dos tótems icónicos de la naturaleza insular, entablan diálogo con un Teide gigante que nos saluda desde la distancia. Pero es sin duda a principios de febrero cuando el entorno de Tejeda se transforma. Su paisaje, salpicado de blancos y rosas, nos muestra cómo la vida se abre paso en parajes agrestes. Es la floración del almendro. Son días de una belleza efímera pero de un recuerdo inolvidable.
La relación de Tejeda con el árbol más común de su entorno supuso, años atrás, la base de su economía. Un pasado del cual se enorgullece y que no quiere olvidar. Es el motivo de sus Fiestas del Almendro en Flor que este año cumplen su 52ª edición y tendrán lugar del 31 de enero al 2 de febrero.
Decía un autor español que todo lo que no es tradición es plagio. Puede quedarse tranquilo porque en Tejeda, durante sus fiestas, todo es local y auténtico. A la calidez de un pueblo que acoge con afecto al visitante se suma una variada programación que incluye música folclórica, bailes tradicionales y una amplia muestra de artesanía de la isla. Los asistentes pueden degustar productos típicos, como el bienmesabe y el licor de almendra, mientras disfrutan del ambiente festivo con un vino del lugar o un queso de la tierra. Estamos en las Canarias de siempre.
Para su alcalde, Francisco Juan Perera, las fiestas constituyen un buen motivo para “conocer nuestro pueblo, nuestras costumbres y el carácter amable y acogedor de nuestra gente. Una oportunidad para probar los productos típicos de la tierra, muchos de ellos elaborados con la almendra, así como para conocer nuestro folklore y deportes autóctonos. En definitiva, una ventana abierta a la cultura popular canaria”.
Tejeda lleva años apostando por un turismo sostenible y desestacionalizado
Tejeda lleva años apostando por un turismo sostenible y desestacionalizado, no en vano es la capital del senderismo de la isla con rutas únicas que son una referencia para los aficionados de todo el mundo y especialmente para los europeos. Cabe señalar que sus Fiestas del Almendro en Flor han sido distinguidas como Fiesta de Interés Turístico Nacional por la Secretaría de Estado de Turismo, así como Tejeda fue el primer pueblo del archipiélago en formar parte de la Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España.
Las fiestas de Tejeda no solo celebran la belleza del paisaje canario en una época especial del año, sino también la rica cultura y tradiciones de la isla. Acercarse a las Fiestas del Almendro en Flor es una oportunidad única para conectar con la naturaleza y las costumbres canarias. Una buena razón para volver un año más al inicio de la eterna primavera.