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Americana y camisa, los imprescindibles del directivo

El nuevo protocolo de etiqueta por altos cargos y ejecutivos permite un estilo más casual, pero mantiene los convencionalismos más clásicos respeto el vestido de hombre y la corbata

La americana y la camisa continúan siendo los reyes del 'vestir bien'
La americana y la camisa continúan siendo los reyes del 'vestir bien'
Aida Corón
30 de Mayo de 2014

"Vestirse es adecuar la ropa a la identidad de la persona y de la empresa. Es una manera de crear un logotipo y una marca personal". El experto en comunicación y protocolo Isidre Also muestra así la importancia de la presencia de un profesional en el suyo en torno a trabajo . Justifica, también, el cambio de estilo que están introduciendo las nuevas generaciones de ejecutivos y directivos. Mientras que antes mandaba la americana negra, impol·luta y de hasta cuatro botones, hoy nos encontramos con unas nuevas tendencias de etiqueta más casuales que ponen en entredicho el estilo clásico y ortodoxo. No es incorrecto, todo rae al dar la imagen que corresponde, pero siempre siguiendo unas normas básicas de protocolo .

Deportivo sí, extravagante no
La americana y la camisa son las dos prendas de ropa por excelencia. Pueden diferir los colores y los tejidos, pero siempreestarán presentes en el concepto de vestir bien.

El director de la cadena de ropa para hombre Señor, Josep Maria Ribas, plasma las últimas tendencias del sector en los patrones que diseña a diario. Define el clásico vestido de hombre de color oscuro como la elección por los acontecimientos importantes, mientras que la comodidad y los tejidos de colores blavosos y grises son el que se busca para el trabajo. También está permitido el beige y el marrón, dos colores que son habituales en verano.

Los clientes buscan ropas poco delicadas y diferentes, desde blazers lisos hasta cuadros gal·lesos, mezclas de lanas y de algodones, y microdibuixos", enumera Ribas. También se permiten las americanas más cortas y los pantalones más estrechos y sin pinzas. Por el que hace la longitud, las mangas tienen que ir a las muñecas y pueden enseñar un poco la camisa; y los pantalones, sobre lo empuje. Así son los nuevos patrones que Señor hace para directivos y ejecutivos, respondiendo a la demanda de, según Ribas, "un look más entallado, contemporáneo y deportivo que quiere el cliente más joven".

A pesar de las últimas tendencias, la chaqueta y la camisa es uno de los convencionalismos que no se puede romper, incluso es aceptable combinarlo con un texano. Junto con esta norma, Isidre Alsomarca una segunda: "Nunca se pueden traer más de dos colores. La corbata , por ejemplo, siempre tiene que ir en consonancia con algún otro".

Por el que hace la camisa, el experto desaconseja los estampados y los colores estridentes. "El moratón es un buen comodín, pero la camisa blanca es la más agradecida. De hecho, cualquier ejecutivo puede tener entre 12 y 15 camisas blancas a su armario porque siempre lo usará, aunque cambien las tendencias", remarca.

La corbata no siempre se puede dejar en casa
El uso de la corbata se puede poner en entredicho. Hay quien no sabe ir sin ella y quien la rechaza totalmente y consigue lleva un estilo elegante con americana y camisa. Sin embargo, para Also, se trata de una pieza "de uso social y de cierta exigencia".

Algunos de los requisitos a tener en cuenta es no llevar estampados osados, comprarla pensando en el vestido con el cual traerla y no llevarla más de dos temporadas, puesto que queda desfasada con facilidad.

Los zapatos y el peinado, los dos olvidados
Los zapatos tipos mocassí nunca se tienen que traer con un vestido de hombre; tampoco el marrón si no se lleva ninguna ropa de color quecombine bien. "El calzado negro siempre es el recurso más apropiado y habría que tener dos pares", determina Also.

En el caso de la mujer, se conceden más tonalidades porque, de entrada, suele llevar más variedad de colores. El que se puede poner en entredicho es la altura del talón, el cual no puede ser demasiado alto, puesto que resta credibilidad a la profesional.

Y de los pies hay que pasar al cabello. A pesar de que no hay una norma establecida, hace falta un cortado y color modesto y poco llamativo, un detalle que a menudo queda olvidado para poner demasiada atención al estilo de la ropa.

Los errores más comunes
"La elegancia tiene que ser discreta o no será elegancia". La sentencia es firme y sirve para cuestionar las prácticas más habituales que enumera Also:

  1. "Puedes llevar una chaqueta de tejido muy bueno y de calidad y sacártelo en público, cuando realmente no puedes hacerlo". En las cenas, convites o situaciones en las cuales se está reunido, un profesional tiene que llevar la americana puesta.
  2. Los zapatos son uno de los puntos más importantes. Si están sucias, gastadas o mal combinadas, es la imagen que queda de una persona. "Es en el calzado donde se detecta la mayor dejadez".
  3. Los complementos son un peligro, siempre que no se lleven con moderación. Los puños de camisa han quedado relegados a un estilo más clásico, a pesar de que se continúan llevando. Los relojes, brazaletes y otro tipo de bisutería es correcto si no es ostentoso.
  4. En las mujeres no hay una norma entre pantalones, falda y americana o vestido. "Todo es correcto y es una elección personal o de moda , en función del que aquella temporada se traiga. Sólo se puede cuestionar el escote: no puede ser exagerado, puesto que la adulación y persuasión tiene que venir dada por la capacidad personal".
  5. Más allá de la ropa, los modales también hablan. Si un profesional no sabe gestionar sus reacciones y los gestos delatan una falta de actitud respetuosa, ninguna imagen elegante creará una buena marca personal.