Según los estándares marcados por los expertos, la cerveza es una bebida preparada con cereales y germinada con lúpulo, con una graduación alcohólica que oscila entre los tres y los cinco grados en su mejor versión. Un beuratge suave, situado al fondo del ranking de las bebidas con más alcohol, ideal para todo tipo de situaciones sociales y de ocio. Claro que los estándares a veces están para romperlos. Hubo un tiempo en que marcas de cerveza artesana de todo el mundo competían para crear la variedad más alcohólica de la historia. Aspectos fundamentales como el gusto, el aroma o el color quedaron relegados a jugar un papel secundario en favor de hacer subir el grado alcoholic de la bebida. Esta batalla dio como resultado toda clase de propuestas imbevibles, a precios desorbitados y con elementos injustificables, como el diseño de botellas con cadáveres de animales. Todo se valía para ganar la que, seguramente, es la guerra más innecesaria de la historia.
Hasta el 1995, el récord Guiness de las cervezas con más graduación del mercado lo compartían un par de fabricantes austríacos y alemanes con propuestas que llegaban hasta los 14°. La primera a sacudir este extraño nicho de mercado fue la Boston Brewing Company, una empresa que vio la oportunidad de tener una gran campaña de marketing rompiendo el techo con Samuel Adams Utopias, una cerveza de 27° que se vendía al módico precio de 150 dólares la botella y que homenajeaba a uno de los considerados padres fundadores de los Estados Unidos.
La primera cerveza al escalar la guerra de la alcoholímetre fue Samuel Adams Utopias
A escala comercial la jugada salió perfecta. Desde entonces, la compañía ha sacado una decena de reediciones, con querencias de no más de 13.000 botellas de lujo. El CEO de la compañía, Jim Koch, relata que en aquellos tiempos "quería traer la cerveza a lugares donde nunca antes había sido" y confiesa que cuando probó la Utopias se sintió "como el primer humano a conquistar la cumbre de una montaña".
Claro que la escalada no siempre es una experiencia agradable. Beer Advocate es la web de opiniones sobre cervezas más grandes del mundo. Entre los comentarios de los usuarios encontramos quién asegura que la Utopias le ha hecho replantearse qué es la cerveza, otras que recomiendan beber en pequeños tragos y otros que simplemente exclaman un esplendoroso "la p*** de oros".
La Utopias estabilizó el récord otra década, pero el 2009 las empresas de cerveza artesana retoman la estrategia de marketing de la Boston Beer Company y, ahora sí, inician una escalada que parece no tener fin. El gran salto lo hace Brewdog, que lanza al mercado la Tactical Nuclear Penguin, de 40 grados.
Sink the Bismark superó por un grado de alcohol la Tactical Nuclear Penguin, que tenía 40
En aquel momento, el gran competidor de la marca escocesa en esta cursa por alcoholitzar los consumidores de cerveza era la alemana Schorschbock, así que Brewdog decide redoblar su apuesta y lanzar al mercado la Sink the Bismark de 41°, en referencia al año en que las fuerzas de aviación británicas hundieron el barco alemán Bismark.
Los alemanes dieron por perdida la batalla de la ironía, pero ganaron la lucha por la graduación con el lanzamiento de la Schorschbock 43, que tenía este mismo porcentaje de alcohol.
Brewdog tardó a recuperarse, pero el 2016 prepararon el que consideraban su propio desembarco de Normandía. Hasta aquel año, el estado de Ohio prohibía fabricar cervezas de más de 12°. La empresa aprovechó el cambio de legislación para preparar al Estado norteamericano su propia arma nuclear: la cerveza End of History. Un esperpent de 55°, del que se fabricaron 12 botellas hechas con el cuerpo de ardillas atropelladas a las carreteras y dissecats y que se vendieron por 780 dólares.
La Mistery of the Beer es la cerveza con más graduación de la historia con 70 grados
Sin duda, la End of History ha quedado fijada como el momento más esperpéntico en esta guerra para crear la cerveza con más alcohol, pero no ha sido el final de la historia. Animados por el impulso en imagen que la batalla ha ofrecido a las marques competidoras, decenas de compañías artesanales se han unido a la cursa, subiendo el techo hasta los 70° de la holandesa Mistery of the Beer, la cerveza de más graduación en la actualidad.
La batalla para conseguir el récord ha dejado en último término los conceptos definitorios básicos de la cerveza clásica, pero en la guerra todo se vale.