La Universidad de la Bolsa no existe. O quizás sí? Si pensamos en ella como el clásico centro de estudios donde se preparan, claramente no hay cabeza. Ahora bien, si nos ponemos en contexto, en llena era digital, entonces sí que encontraríamos esta mencionada escuela: internet. Y los libros, vídeos, comentarios... cualquier información que sale publicado en la red se puede convertir en un conocimiento válido para avanzar en la formación sobre los activos que cotizan. También el que comparten Josef Ajram y Raza Pérez al libro Social trading para dummies (Planeta, 2017), el que quieren concebir como un manual básico para aprender todos los trucos de su mundo.
Pero se trata de ir una pasa más allá, porque el adjetivo social da un plus al término trading. Se trata de un sistema basado a recibir en tiempo real y con total exactitud el rendimiento de los inversores que están operando en aquel momento. Es decir, une la bolsa y las redes sociales. Las plataformas que se dedican, basadas en el modelo fintech, son para los autores un tipo de máquina que une los traders y los followers, puesto que una persona que dedica su jornada laboral (o más horas) u operar en el mercado bursátil puede acontecer también un influencer o una persona de prestigio a quién seguir las pasas.
Los rendimientos anuales bonos se sitúan entre el 6% y el 20% de la inversión
Visto así, parece fácil. Es cómo si sólo se tratara de copiar el que hacen estas personalidades a través de las herramientas tecnológicas que han creado este tipo de Bolsa 3.0. Nada está más lejos de la realidad, y así de claro lo dejan Ajram y Pérez a los primeros capítulos del libro, a guisa de advertencia.
Y es que quien lea este manual no se hará millonario, más bien lo tiene que ver como una fuente de ingresos complementaria a la renta estable que pueda tener. De hecho, sitúan entre el 6% y el 20% el rendimiento anual que uno puede sacar de la inversión. Un resultado que, insisten, "está mucho –pero que muy- bien".
También hay que tener paciencia. Lograr este porcentaje – o acercarse- en una sola operación implica invertir mucho dinero, cosa que pocos están dispuestos a hacer. Y siempre dependerá del capital que uno aporte, por supuesto.
El 'social trading' permite identificar los mejores 'traders' y no tener que dedicar las 24 h del día
Como último consejo, antes de entrar en materia, los autores de Social trading para dummies recuerdan que es indispensable delegar y confiar en los traders. Precisamente este nuevo sistema de inversión permite que las plataformas copien las estrategias de los expertos, de forma que el grueso principal de trabajo se efectuará en los primeros meses, en el mencionado proceso de aprendizaje y de detección de perfiles cualificados. Un golpe ya se tiene la cartera con bonos traders, no hay que pasarse el día ante el ordenador.
Si después de estos consejos, todavía quieres adentrarte en el social trading, Ajram y Pérez explican a paso como entrar en este mundo de la mejor manera posible y con unos mínimos conocimientos para no perderlo todo en los primeros días.