Luís Martín Cabiedes, socio de Cabiedes & Partners SCR, es uno de los emprendedores, inversores y business angels con más recorrido. Éxitos como Olé, Privalia u Offerum han salido de sus inversiones, centradas en el sector de Internet B2C. En el marco de los Last Thursdays organizados por Esade Alumni, ha repasado buena parte de su trayectoria poniendo énfasis en los requisitos que tiene que reunir un proyecto para decidirse a invertir .
Sin pelos a la lengua y nada amante de los convencionalismos, saca hierro a las etiquetas de business angel o angel fund. "Desde el 1998 que mededico y no sé cuántos nombres han puesto para decir el qué hagamos", hace broma.
Proyecto a medida
Explica que el primero que tiene que hacer un inversor cuando busca proyectos es ver si están hechos por él o no. "Busco invertir en proyectos de mi sector, Internet B2C; dónde pueda ser el primer dinero profesional que entra; y donde encaje el rango de la inversión. Un golpe veo que es una inversión por mí, paso a pensar en el proyecto", asegura.
Cabiedes tiene claro que "se tiene que ser muy disciplinado y saber qué buscas"; y a la vez desmitifica la idea que el equipo es lo más importante de un proyecto. "Es mucho más importando un coche que corra que un buen piloto, que le digan a Fernando Alonso. Por eso miro mucho el modelo de negocio , es mucho más importante del que se supone", advierte.
"Hay quién dice que un buen equipo puede hacer bono un proyecto, pero yo me he cansado de esperar que corra el Ferrari", ironiza siguiendo con la metáfora automovilística. Reconoce que "el equipo es fundamental, pero es una más de las seis variables que tengo en cuenta".
Las claves de la inversión
Estas seis variables son: el mercado, la ventaja competitiva, el equipo, el momento, el escalabilitat y la capacidad de salida . "Si no me pueden decir las 10 primeras facturas que emitirán, es que no hay mercado", asegura Cabiedes. Y añade que "cuando alguien me dice que no hay competencia, desconecto; a pesar de que con los años he aprendido a seguir poniendo cara de interés".
Respete el equipo, destaca que lo tienen que formar "varias personas de diferentes perfiles, que se aporten cosas diferentes"; y que tienen que "saber explicar por qué ahora es el momento justo de hacer el proyecto". Finalmente, destaca que el "proyecto se tiene que poder hacer muy grande, multiplicarse por 10; porque el 80% de las veces nos equivocamos y cuando lo aciertas tienes que compensar los que no han funcionado".
Cabiedes dice que "no miramos las proyecciones, ya las sabemos hacer. Los números del business plan no nos sirven para nada". Un golpe el proyecto es en marcha, pero, sí que hay que estudiar bien las cifras. "Me encantan los números, siempre me los miro; pero el importante es la caja, que es la única realidad de la contabilidad, el resto es opinión", asegura.
El emprendedor es quien trae la empresa
En cuanto a la relación con los emprendedores, dice que "no me implico nada en el proyecto. Si el emprendedor no es mejor que tú trayendo la empresa, te has equivocado. Si eres mejor que el emprendedor, haberla montado tú".
En definitiva, explica, "nos gusta invertir en los emprendedores que ficharíamos para una empresa, si la tuviéramos". Cabiedes concluye que "cuando un proyecto sale mal no pasa nada, es parte del juego; pero tampoco hay que glorificar el fracaso. Prefiero aprender del fracaso del otro". Eso sí, es evidente que "para acertar con un Olé o un Privalia tienes que arriesgar".
A su parecer, "la parte más dura del negocio es tener que decir que 'no' tantas veces cada día"; pero asegura que "el que lo tiene que pasar mal es el emprendedor. Por eso no quiero más del 20 o 25%, para poder dormir por las noches".