En una Barceloneta plegada al turismo que se resiste a perder su identidad de barrio, quedan ya pocos locales que nos recuerden que esta parte de la ciudad tiene mucha, mucha historia. Y en particular, algunos de sus locales que son joyas extemporáneas de una manera de hacer que pervive con pequeñas modulaciones actuales. Gemma Llagostera y PanchoIzquierdo se hicieron ahora hace diez años con el Carballeira, un clásico de la calle Reina Cristina cruzando el Paseo de Isabel II hacia el Paseo Joan de Borbó.
Carballeira fue de las primeras marisqueries de calidad de Barcelona: abrió puertas en 1944 en Pla de Palau
Carballeira fue de las primeras marisqueries de calidad de Barcelona. Abrió puertas en 1944 en Pla de Palau. Llagostera ya tenía una historia de amor propia por este restaurante. Lo conocía de cuando lo visitó con un primer novio; una primera cita. Cuando supo que se traspasaba no dudó al interesarse para adquirirlo con su pareja actual. Fue una inversión fuerte, de cerca de un millón de euros. Y pidió reajustar a conciencia el personal, el recetario y los proveedores: rejuvenecer un local con solera que no podía perder sus rituales pero que necesitaba una actualización. El trabajo se ha hecho bien. La prueba fehaciente son los 1,8 millones de euros brutos que ingresan cada ejercicio. Actualmente, reciben la visita de unos 800 comensales a la semana y muchos son clientela fija.
El ambiente recuerda la solemnidad de otra época. De las paredes cuelgan algunas imágenes de Leopoldo Pomés, quienes también ha hecho asesoría gastronómica al espacio, de unos nostálgicos 50 en la Barceloneta, como por ejemplo, una instantánea del Puerto de Barcelona captada en 1953 desde el mismo edificio. Pero falta aquella tirantez propia de las grandes ocasiones, que ahora nos parecería pasada de moda. Con un equipo de 24 personas, entre los camareros no encontraréis estudiantes mirando de sacarse unas pelas. Todos son profesionales, de larga trayectoria, y, en muchos casos, llevan toda la vida -más de tres décadas en el caso de en Lluís, Benito o Enrique- dando un servicio del que cuesta encontrar.
Sus primeros 75 años le sirven para diversificar su propuesta, de la mano de Ángel Alonso y Pedro Sánchez como jefe de cocina, con una apuesta nueva, barra. Para tomar un vinito al mediodía, conversar y picar platillos en medias raciones de una cocina marinera tradicional fuera de cualquier envoltorio.
Un menú de platillo que son un festival: navajas gallegas braseades, una terna de gambas gaditanas, de Palamós y langostinos de Vinaròs, zamburiñas a la plancha, sus famosas vieires de Cambados al horno...
De segundo, no se escapa alguna opción de pescado, aunque marcan el peaje obligado de los arroces -estamos en la Barceloneta- con un arroz a banda, cuatro propuestas variadas y un caldoso.
Si sois fans de la cabra de mar O'Grove o de la contundente tortilla de Betanzos, este es el lugar. El plato que más sale de carta es el pulpo. "Sacamos entre 90 y 100 raciones semanales, entre los que servimos a feira (con pimentón y aceite presentado sobre patata cocida) y los que salen a la brasa (con el toque de Josper)", explica Llagostera. Las raciones son generosas, las frituras exactas y el material, de primera.
Es justo reseñar la oferta dulce. A las orejas de fraile caseras (con el chorrito preceptivo y generoso de anís Machaquito: "Es lo que más gusta a los habituales", nos explican), se añaden postres de recetario antiguo: pastel de queso con Mis Amores, filloas, torrijas con helado de vainilla o, si es temporada, fresones del Maresme con nata. No os olvideis de pedir el pertinente chupito de crema de orujo gallego para acabar. Medicina ancestral.
Carballeira
Dirección: calle de la Reina Cristina, 3, Barcelona
Horario: de lunes a viernes, de 13h a 23:30h
Precio medio a barra: 30 euros
Precio medio de la carta: 50-60 euros
Teléfono: 93 310 10 06