"En nuestra jornada laboral subsisten dos creencias muy arraigadas: que estar en el lugar de trabajo es el mismo que trabajar, y que marchar el último, o hacerlo después de la cabeza, tiene que ser motivo de satisfacción y distinción. Ambas, pero, son erróneas, para no decir impropias del siglo XXI". Esta es una de las afirmaciones más tajantes que hacen IgnacioBuqueras y Jordi Cagigas al libro Dejemos de perder el tiempo(LID Editorial, 2017), un pequeño cuaderno donde reflexionan alrededor de la concepción del tiempo y el trabajo que tiene la cultura española.
Y es que las empresas nacionales tienden a ver el trabajador como un esclavo. Tiene que estar sentado cada día a la silla y cumplir hasta el último minuto del horario laboral. En caso de no ser así, será visto con malos ojos. En un contexto donde la digitalización, la motivación y el trabajo mediante proyectos va ganando lugar, según el libro, esta creencia tiene que ir perdiendo fuerza. De entrada, porque va en detrimento de la productividad de los profesionales, pero también porque imposibilita la conciliación.
El fondo de la cuestión, pero, rae en la idea que los directivos tienen de la jornada laboral. Tal como señalan Buqueras y Cagigas , las compañías son muy conscientes que su razón de ser es obtener un beneficio económico, pero no han asimilado que este beneficio proviene, fundamentalmente, del capital humano y que tener cura de él.
Por eso consideran que hay mucho trabajo a hacer en esta materia, puesto que atender el trabajador será beneficioso también para "contribuir positivamente a una igualdad efectiva de sexos, a un aumento de la natalidad, a una disminución de las separaciones matrimoniales, a una mejor atención a los hijos o a una reducción de la siniestralidad laboral y de tránsito". Si es así, a que esperamos para actuar?
Para dar este primer empujón al empresario español, los autores enumeran hasta 10 acciones útiles y necesarias para dejar de perder el tiempo:
- Liderar desde la confianza y el entusiasmo
- Dirigir por objetivos
- Gestionar el desempeño
- Crear una cultura corporativa del uso eficiente del tiempo
- Facilitar una estructura adecuada de los horarios y el acceso al teletrabajo
- Dar valor al tiempo de las reuniones
- Formar los colaboradores en el buen uso del tiempo
- Adoptar un plan integral de conciliación
- Instaurar la figura del responsable en conciliación
- Evolucionar al ritmo de los trabajadores y las empresas
Además de estas y otras reflexiones, el libro ofrece una serie de entrevistas con directivos de empresas como CaixaBank, Freixenet, Esade, Iese o Iberdrola para conocer su punto de vista y comprobar de qué manera sus organizaciones han empezado a dar el paso.