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Fórmula 1: un deporte de 330 millones de euros

El Circuito de Barcelona-Cataluña, acoge desde hace 25 años la F1, el acontecimiento que más engorda el déficit de las instalaciones pero que más impacto económico genera

La crisis ha hecho que desde el 2009 el Circuito de Cataluña acumule un déficit generado por la F1 y la MotoGP
La crisis ha hecho que desde el 2009 el Circuito de Cataluña acumule un déficit generado por la F1 y la MotoGP
Aida Corón
04 de Mayo de 2015
Act. 12 de Mayo de 2017

El Circuito de Barcelona-Cataluña sopla velas este fin de semana con el Gran Premio de España Pirelli 2015 de Fórmula 1. Concretamente,sopla 25, los años que hace que las instalaciones de Montmeló reciben ininterrumpidamente el deporte conocido como el 'Gran circo' del automovilismo.

Pero el encuentro es mucho más que 20 coches y pilotos a la parrilla jugándoselo todo para subir al podio; la cita supone también un impacto económico en Cataluña que en los dos últimos años ha ido a la alza: 138 millones de euros el 2013 y 188 millones en el 2014. Por este 2015, con el hito de los 25 años, se espera superar los 330 millones de euros.

Estos son algunos de los números con que juegan los defensores de la viabilidad del Circuito, el cual arrastra un déficit alrededor de los 40 millones de euros desde el 2009. Principalmente debido a la crisis, puesto que desde este mismo año la curva de espectadores ha vivido dos caídas en picado que han imposibilitado tener los mismos visitantes e ingresos limpios derivados de la Fórmula 1 que en el 2009.

Qué gana el Circuito?
El Circuito Barcelona-Cataluña tiene cuatro patas que sostienen el modelo de negocio: F1, MotoGP, otros acontecimientos deportivos y alquiler de espacios como las pistas para tandas de particulares o pruebas de marcas. Los dos Grandes Premios son la principal fuente de ingresos. Según su presidente, Vicenç Aguilera, representa el 84% de la facturación total del Circuito, que en el 2014 fue de cerca de 33 millones de euros.

En cuestión de cifras, la Fórmula 1 es quien manda. Los más de 90.000 forofos a los coches se dejan en cuatro días cerca de 1.000 euros de media, mientras que los de motos rondan los 500 euros. "Nosotros no somos los promotores de las celebraciones, nosotros alquilamos el circuito, pagamos unos derechos y después recuperamos la inversión con la explotación de la actividad", explica Aguilera, para mostrar la importancia de la estabilidad en la afluencia de espectadores para mantener el margen de beneficio.

Pagar para tener un GP
La cuantía exacta del canon para albergar un Gran Premio es confidencial, a menudo se ha especulado que Valencia pagó 28 millones de euros para celebrar los GPs de Europa. En el caso catalán, se sabe del cierto que la cifra es más baja por el hecho de ser un histórico del calendario. Sin querer dar un número definitivo, el periodista de Tv3 Francesc Roséscree que rondaría los 14 millones de euros. "Y antes seguramente estaba por debajo de los 14 millones de euros. Valencia presionó porque quería celebrar el GP de España y Barcelona no lo quería soltar, por el que Ecclestone –ex presidente y director ejecutivo de la F1- subió el precio", revela.

MotoGP se rige bajo la misma lógica, pero con un precio por los derechos que no se acerca a la tasa fijada por la competición automovilística.

Acuerdo "prácticamente cerrado"
Esto pone sobre la mesa una pregunta básica: es rentable la F1 para el Circuito? Tanto Aguilera como Rosés coinciden en la respuesta: uno no rotundo. Ahora bien, sí que lo es para Cataluña, Barcelona y las comarcas del Vallès si se tienen en cuenta los millones de euros que genera.

El contrato que hay entre el Circuito de Barcelona-Cataluña y la F1 acaba el 2016 y el futuro, para Rosés, es incierto: "Alemania, que era uno de los clásicos cada temporada, ha caído del calendario e imagino que por el precio del canon. Podría pasar con España. Siempre he visto seguro que se irían renovando contratos, pero ahora no lo tengo tan claro. Ni el hecho de tener un grande patrocinador como Telefónica alivia la amenaza". A pesar de reconocer que es "muy rentable", asegura que hoy en día "no todo es rentabilidad; y gastar, de cara a la imagen, es malo".

Al lado opuesto seencuentra el regidor de Economía del Ayuntamiento de Montmeló, Lluís Esteban. Él no sólo está convencido que el contrato se renovará, sino que cree que "está prácticamente cerrado".

Hasta entonces, las pérdidas generadas por el Circuito han sido saneadas por la Generalitat y el RACC, quien tienen cerca del 70% y el 20% respectivamente de la propiedad. El resto está en manso del Ayuntamiento de Montmeló, el tercer ente que forma el Consorcio del Circuito de Barcelona-Cataluña.

Vender Barcelona
Para hacer frente a la bajada del negocio, el Circuito optó para aprovechar el reclamo turístico de Barcelona e incorporarlo al nombre. Así es como el 2013 las instalaciones pasaron de decirse Circuito de Cataluña a Circuito de Barcelona-Cataluña, y como el Ayuntamiento de Barcelona aporta 4 millones de euros por la celebración de la cursa. "Es una estrategia de explotación que teníamos que hacer", explica Aguilera, "y nos ha permitido frenar la caída de ventas que estamos teniendo desde el 2007".

La idea era vender Barcelona en los acontecimientos de Fórmula 1 y MotoGP para llamar el público extranjero. Un hito que, hasta ahora, se ha conseguido: "Hemos sustituido bastante público nacional por extranjero, estamos llegando a un 60% de visitantes de fuera. Esto es el que nos permite tener unos niveles razonables de público y amortiguar la debilidad del público nacional".

En este sentido, la organización del acontecimiento difiere del GP de Cataluña de MotoGP, donde Vicenç Aguilera, también presidente del clúster de la Industria de Automoción de Cataluña, afirma que sólo un 35% del público es extranjero, el que explica que el impacto económico no sea tan elevado.

Inversión por el territorio
Tanto Aguilera cómo Esteban coinciden en que los dos años que trae implementada la nueva estrategia ha sido suficiente para ver que funciona. Sobre todo ha sido positivo por el municipio de Montmeló. "El cambio de política de atracción de público ha hecho que vuelva a reavivar, notamos que viene más gente", insiste Esteban, quien remarca que ha hecho que Montmeló sea conocido, "cuando hace 15 años nadie sabía donde era", puntualiza. Por eso se erige como un firme defensor de mantener la competición al Circuito a pesar de reconocer que "sin la F1 y la MotoGP, el Circuito sería rentable".

Cada GP supone la contratación eventual de cerca de 3.000 personas y la bolsa de trabajo del Ayuntamiento es el primer recurso para encontrar estos empleados. Por eso ofrecen formaciones especializadas a sus ciudadanos para cubrir las plazas que demanda el Circuito.

Además, los hoteles y restaurantes aprovechan para hacer su agosto. Especialmente en el caso de las motos, puesto que Esteban apunta a que sólo un 35% de los forofos a la Fórmula 1 que vienen de fuera se quedan en Barcelona, "el resto se dispersa y llega hasta Lloret", comenta.

La industria no queda exenta del imán que supone el Circuito Barcelona-Cataluña. "Desde hace dos años vemos que venden a empresas y marcas del ámbito de la automoción. Tenemos Bultaco, el equipo de Moto 2 Kawasaki y otro de coches de Fórmula 3 en los polígonos entre Montmeló y Granollers; yhabrá un kàrting para hacer pruebas internacionales", enumera Esteban satisfecho por el cambio que está viviendo el municipio.

A la vez está en marcha un plan urbanístico ligado en el mundo del motor que tendría que potenciar la relación del Circuito con su entorno. El regidor critica que hasta ahora era "nula" y que con el nuevo modelo se dotará "de atractivo comercial, formativo, de investigación y empresarial las 10 hectáreas que lo rodean".

El objetivo es copiar el modelo inglés del Motor Valley al circuito de Silverstone por, según Esteban, "potenciar la relación en el sentido productivo y de rendimiento, no sólo hostelería". Y, de retruque, aprovechar toda la parte ventajosa de ser uno de los pocos circuitos que recibe las dos citas clave del mundo del motor para convertirlo en un atributo con buenos resultados económicos.