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Por qué las bacterias no piensan y Bach sí

Dennett, científico cada vez más parecido a Darwin, explica cómo un proceso de selección natural sin objetivo puede dar lugar a una inteligencia superior

Daniel C. Dennett | Wikipedia
Daniel C. Dennett | Wikipedia
Josep Maria Ganyet | VIA Empresa
Etnógrafo digital
Barcelona
22 de Septiembre de 2020
Act. 22 de Septiembre de 2020

Que el cerebro es una cosa complicada ya lo sabíamos. Que estamos muy lejos de comprender su funcionamiento, también. De hecho si el cerebro fuera bastante simple para que lo pudiéramos comprender, seríamos tan simples que no lo podríamos comprender. Del mismo modo que para entender como funciona el cerebro de la mosca de la fruta hace falta una inteligencia muy superior a la suya —la del cerebro humano por ejemplo—, podríamos pensar que para comprender el nuestro hará falta una inteligencia superhumana. De hecho cuando estudiamos nuestro cerebro con la ayuda de la tecnología, lo que estamos haciendo en realidad es sumar nuestra inteligencia natural a la artificial de los ordenadores.

 

También viene de lejos el hecho de intentar explicar cómo somos, como aprendemos, porque tenemos conciencia y si es cierto que existe la libre elección. Desde el arte, la ciencia, la filosofía, la física o la metafísica tenemos diferentes explicaciones que tan pronto se complementan cómo se contradicen. El libro del filósofo de la ciencia Daniel Denett From Bacteria to Bach and Back. The evolution of minds es probablemente uno de los intentos más exitosos de explicar de manera entendedora, inteligente y con sentido del humor el proceso de aparición de una inteligencia como la nuestra.

A partir de conceptos de la ciencia, de la inteligencia artificial y de la evolución darwiniana, Dennett explica como un proceso de selección natural sin objetivo —diseño sin un diseñador inteligente— puede dar lugar a una inteligencia superior, consciente de sí misma.

 

Ilustra muy bien el concepto de "diseño inteligente" (no lo confundáis con el de los creacionistas) con un ejemplo muy visual, donde compara la Sagrada Familia de Gaudí con una estructura visualmente muy similar en forma y materiales creada por una colonia de termitas australianas. A diferencia de Gaudí, las termitas no tienen ningún objetivo, no saben lo que hacen, no tienen planos ni jerarquías de subcontratos, pero llegan a crear una estructura eficiente trabajando de abajo hacia arriba. Gaudí en cambio es el gran planificador: métodos, pruebas de concepto, cálculos de estructuras; un trabajo de arriba hacia bajo. El resultado es formalmente similar, el proceso completamente diferente.

Dennett también destaca la importancia de los memes, unidades culturales de información que viven en comunidades, se extienden a otras comunidades y se pasan de generación en generación de una forma similar a cómo lo hacen los genes. Y como ellos, también están sometidos a la selección natural. Un gesto, un silbato, o un chiste puede sobrevivir a la generación que lo creó o puede morir con ella. El habla, el lenguaje gestual y las convenciones sociales están llenas de memes que conforman una cultura, y es la necesidad de comprensión de este meme, de modificarlos y la de combinarlos lo que causa el desarrollo de inteligencias suficientemente avanzadas como para crear nuevos.

El libro está lleno de argumentos que hacen tambalear nuestras convicciones, de ingeniosos experimentos mentales y de conclusiones poco aparentes para el común de los mortales, por muy inteligentes y conscientes de nosotros mismos que seamos.

Daniel C. Dennett es un filósofo norteamericano profesor de filosofía en la Tufts University y autor de numerosos libros en el ámbito de las ciencias cognitivas y la inteligencia artificial. Es miembro del Academy of Arts and Sciences y cada año que pasa se asemeja más físicamente a Darwin.