06
de Mayo
de
2013
Act.
18
de Junio
de
2013
Son los hombres de moda: los hermanos Roca acumulan en los últimos días actos públicos y felicitaciones sin tregua. La proclamación de La Bodega de Can Roca como mejor local gastronómico del mundo, según la revista Restaurando, lo ha cambiado todo. Con un equipo de cincuenta profesionales, una facturación anual de 2,2 millones de euros y un presupuesto que se destina en un 45% a primera materia, este proyecto familiar se ha puesto en el centro de las miradas internacionales. Y la ciudad de Girona quiere aprovecharlo al máximo. Este son, según los actores económicos, sus retos:
1. Prepararse por el turista extranjero.La Bodega de Can Roca experimentará un cambio en el perfil de cliente, según prevé Marta Fernández, creadora del bloque Gastroeconomy y autora del libro Reinventores. "El 2009, cuando entró en el ranking de los cinco mejores del mundo, ya abrió miras hacia el mercado español. La clientela local siempre tendrá un gran pes por la sensibilidad gastronómica que tiene Cataluña", explica, "pero creixarà mucho el número de extranjeros". "Representará más del 50% de los comensales", cuantifica el profesor del Departamento de Dirección general y Estrategia de Esade, Marcel Planellas.
2. Apostar por los creueristes a tres cuartos temprano. El incipiente mercado de los cruceros a la Costa Brava, especialmente en Palamós y en menos mide en Roses, ha encontrado una veta de calidad. La tradición de hacer excursiones diurnas en tierra tendrá un buen reclamo: comer en la ciudad con el mejor restaurante del mundo. De hecho, en una reciente feria mundial de los cruceros en Miami (EE.UU.), sevendió la fórmula conjunta de llegar a Roses y de visitar Girona por su potencial gastronómico. El 2014 tendría que ser una realidad.
3. Maximizar los efectos por los proveedores. La cocina de los hermanos Roca "se basa en la relación de los proveedores de la zona", subraya Fernández. En este sentido, los productores y comerciantes locales esperan notar a corto plazo un aumento de la demanda y, sobre todo, de la reputación.
4. Potenciar la alimentación de mercado. Que los hermanos Roca siempre han confiado en los productos de mercado, es un hecho. Por eso, algunos mercados de la capital gerundense, como lo del León, ya planifican aprovechar al máximo la buena noticia con campañas y actas al respeto.
5. Hacer una marca común gerundense. "Ya hace tiempo que colaboramos con la Bodega de Can Roca", explica el consejero director del Patronato Costa Brava-Girona, Ramon Ramos. "Es uno de los valores fundamentales de nuestra promoción turística", argumenta. Y cómo que ya lo saben, quieren hacer más fuerte que nunca la marca conjunta de Girona. No sólo de la ciudad: "El hecho que el anterior 'número 1' fuera gerundense consolida la zona como destino gastronómico, beneficiará también el resto de restaurantes y toda la industria agroalimentaria", destaca Planellas.
6. Aprovechar la publicidad sin costes. "Ahora un tio de Texas sabe donde se Girona", exclama un portavoz de la Cámara de comercio de la ciudad. La difusión de la noticia ha tenido un eco transcontinental. Por Jordi Comas, de la Facultad de Turismo de la Universitat de Girona (UdG), la ciudad tiene ahora la oportunidad de capitalizarlo.
7. Dar solución en las plazas hoteleras. Por algunos actores de la ciudad, la oferta hotelera está sobredimensionada en algunas épocas del año. Por eso, las buenas previsiones incitan a pensar en un turismo menos vinculado a las épocas de vacaciones y más regular durante todo el año.
8. Exprimir el alta velocidad. La noticia no podía llegar en un mejor momento. La puesta en marcha del alta velocidad a principios de año conecta Girona mejor que nunca con Barcelona y con el sur de Francia, uno del mercados más activos para las comarcas gerundenses.
Eso sí -bromean en la ciudad- el reto más urgente es poder encontrar mesa en La Bodega de Can Roca. Por este año, ya se hace difícil conseguir una reserva.
1. Prepararse por el turista extranjero.La Bodega de Can Roca experimentará un cambio en el perfil de cliente, según prevé Marta Fernández, creadora del bloque Gastroeconomy y autora del libro Reinventores. "El 2009, cuando entró en el ranking de los cinco mejores del mundo, ya abrió miras hacia el mercado español. La clientela local siempre tendrá un gran pes por la sensibilidad gastronómica que tiene Cataluña", explica, "pero creixarà mucho el número de extranjeros". "Representará más del 50% de los comensales", cuantifica el profesor del Departamento de Dirección general y Estrategia de Esade, Marcel Planellas.
2. Apostar por los creueristes a tres cuartos temprano. El incipiente mercado de los cruceros a la Costa Brava, especialmente en Palamós y en menos mide en Roses, ha encontrado una veta de calidad. La tradición de hacer excursiones diurnas en tierra tendrá un buen reclamo: comer en la ciudad con el mejor restaurante del mundo. De hecho, en una reciente feria mundial de los cruceros en Miami (EE.UU.), sevendió la fórmula conjunta de llegar a Roses y de visitar Girona por su potencial gastronómico. El 2014 tendría que ser una realidad.
3. Maximizar los efectos por los proveedores. La cocina de los hermanos Roca "se basa en la relación de los proveedores de la zona", subraya Fernández. En este sentido, los productores y comerciantes locales esperan notar a corto plazo un aumento de la demanda y, sobre todo, de la reputación.
4. Potenciar la alimentación de mercado. Que los hermanos Roca siempre han confiado en los productos de mercado, es un hecho. Por eso, algunos mercados de la capital gerundense, como lo del León, ya planifican aprovechar al máximo la buena noticia con campañas y actas al respeto.
5. Hacer una marca común gerundense. "Ya hace tiempo que colaboramos con la Bodega de Can Roca", explica el consejero director del Patronato Costa Brava-Girona, Ramon Ramos. "Es uno de los valores fundamentales de nuestra promoción turística", argumenta. Y cómo que ya lo saben, quieren hacer más fuerte que nunca la marca conjunta de Girona. No sólo de la ciudad: "El hecho que el anterior 'número 1' fuera gerundense consolida la zona como destino gastronómico, beneficiará también el resto de restaurantes y toda la industria agroalimentaria", destaca Planellas.
6. Aprovechar la publicidad sin costes. "Ahora un tio de Texas sabe donde se Girona", exclama un portavoz de la Cámara de comercio de la ciudad. La difusión de la noticia ha tenido un eco transcontinental. Por Jordi Comas, de la Facultad de Turismo de la Universitat de Girona (UdG), la ciudad tiene ahora la oportunidad de capitalizarlo.
7. Dar solución en las plazas hoteleras. Por algunos actores de la ciudad, la oferta hotelera está sobredimensionada en algunas épocas del año. Por eso, las buenas previsiones incitan a pensar en un turismo menos vinculado a las épocas de vacaciones y más regular durante todo el año.
8. Exprimir el alta velocidad. La noticia no podía llegar en un mejor momento. La puesta en marcha del alta velocidad a principios de año conecta Girona mejor que nunca con Barcelona y con el sur de Francia, uno del mercados más activos para las comarcas gerundenses.
Eso sí -bromean en la ciudad- el reto más urgente es poder encontrar mesa en La Bodega de Can Roca. Por este año, ya se hace difícil conseguir una reserva.