
Lo encontraréis cada martes, durante el curso, en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Jordi Pericot, 82 años, impartió clases y dirigió tesis finos hace un par de años en su condición, muy merecida, de catedrático emérito de Comunicación Audiovisual. Continúa haciendo de maestro cuando interviene en cualquier conversación dondehaya colegas o estudiantes reunidos en el entorno de iniciativas para el progreso cultural en un sentido amplio, que incluye también la política y el futuro económico y social.
Nacido al Masnou en un entorno familiar culto y avanzado, abrazó bien pronto las causas del progreso y de la internacionalización. Se licenció en Filosofía en Barcelona, en lengua francesa en Toulouse, y se doctoró en Barcelona.
"No me planteo nunca si estoy en activo o jubilado", dice a menudo. Por él la vida y el trabajo son un constante ejercicio de creatividad . Mira el futuro con ojos de presente, nunca de pasado. Tiene toda la madera de un emprendedor nato. En la Francia de los primeros años cincuenta se introdujo en las técnicas del cine experimental.
Cree a ojos cerrados en la iniciativa y en la innovación. Es un artista y un intelectual altamente calificado en su ámbito y a la vez admirador de los conocimientos de ámbitos aparentemente más alejados del suyo. "La comunicación –dice- es la disciplina más importando después del mercado financiero". Hace afirmaciones, pues, que rompen con los tópicos universitarios que afanan en formar especialistas cercados dentro del caparazón de su sector y que desprecian los ajenos.
Tiene la virtud de congriar consensos. Fundó la Muestra Española de Nuevas Tendencias Estéticas (MENTE) que reunió gente de la fuerza creativa de Oriol Bohigas, 88 años; Ricard Bofill, 74 años; Maestros Quadreny, 84 años; Daniel Giralt-Miracle, 68 años. La dimensión internacional la consolidó Jordi Pericot ya en 1972 al representar España a la Bienal de Venecia. Este hito representó el reconocimiento mundial de una obra artística nada convencional, integradora de conceptos y técnicas, abierta a las novedades en todos los campos, desde el industrial hasta el científico.
Está en Cataluña la personalidad más receptiva a la renovación del pensamiento aplicado a las artes nuevas y al aprovechamiento intelectual de los adelantos tecnológicos. Propone progresar en las virtudes revulsivas del arte cinético. Lo define como "una corriente artística basada en la estética del movimiento y la realidad". Fue fundador de la Escuela Superior de Diseño Elisava y catedrático de la materia en la Universitat de Barcelona. Entiende el diseño como un comportamiento de intervención en la construcción de futuro.