23
de Julio
de
2015
Act.
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2015
Koetània es una firma de joyas de diseño que integra el arte y la artesanía en unas joyas con personalidad y actitud que "rompen con el despotismo de la joyería", dice Marta S. Blanco, cofundadora de esta marca barcelonesa. "Nuestra actitud es escuchar los clientes que quieren una pieza única por una ocasión especial, pero también hacemos colecciones limitadas de 11 piezas por diseño", añade y sobre todo remarca que todos los diseños tienen "un mensaje detrás".
Joyas a medida
La joyería de Koetània está situada al número 28 de la calle de Blai. Este local representa la evolución de una joyería hacia un espacio de exposición de creadores y un taller abierto al público, que invita la clientela a participar en la creación de sus propias joyas. "Es una joyería de proximidad, es decir, tenemos la puerta abierta a todo el mundo, sin los filtros habituales. Este carácter de proximidad también lo tenemos en el proceso creativo", explica Blanco.
En parte esto es gracias al taller, situado en un nivel inferior en la tienda. A través de una ventana panorámica, los futuros compradores pueden ver el proceso de creación de sus joyas y participar en este proceso. "Intentamos que el cliente nos explique una historia y que esta nos traiga hacia un diseño", afirma la joyera. A continuación, los joyeros presentan unas bases de ejemplo para encontrar donde el cliente se encuentra cómodo y así, compartiendo ideas e inspiración, poder desarrollar un proyecto para hacer una joya. "Al final se crea una vinculación entre el artista y el cliente, por eso, en el caso de las alianzas matrimoniales, cuando venden por la pieza, hacemos un ritual de entrega y todo", comenta Blanco.
A Koetània se pueden encontrar un gran abanico de joyas, el más trueque actualmente es de 25 euros y la más cara ronda los 550 euros y, además, todas son producidas de acuerdo con la sostenibilidad: "Reciclamos joyas antiguas, reciclamos materiales y los que compramos de nuevo sonfair-mined y respetuosos con la natura". Estos, indica el artista, son valores que diferencian la marca de la joyería tradicional, en que no se sabe de donde provienen los materiales.
El barrio donde está situada la tienda hace que el tipo de cliente que tienen sea muy variado: "Gente de proximidad, del barrio, pero también turistas que vienen a conocer Barcelona, no como los de Ciutat Vella que son más bien de paso. Aún así también viene gente otros barrios o ciudades de Cataluña, parece que el proyecto gusta", dice Blanco.
Encontrar la ensambladura entre el arte y el negocio
La Marta estudió arquitectura, pero "había hecho joyas de manera artesanal y rudimentaria toda la vida, como un hobby". Después de los estudios se dio cuenta que el que quería era emprender y hacer joyas, por lo tanto se formó haciendo "cursos de joyería a Massana". Fue entonces cuando una amiga en común le presentó a su actual socio, en Daniel Bellido, el padre del cual ya era joyero.
Los dos jóvenes decidieron emprender en plena crisis y abrieron la joyería en el emergente barrio del Pueblo Seco de Barcelona el 11 de noviembre del 2011: "Era una fecha mágica que no nos podíamos dejar perder, pulsamos el acelerador y pudimos abrir. Como artistas entendemos que la parte emocional a veces no puede dejarse supeditar por el que dice la cabeza", explica Blanco. Encontrar la conjunción entre el arte y la oportunidad de negocio ha sido la clave para los jóvenes empresarios. En este proceso, según explica la joven empresaria, Barcelona Activa los ha ayudado mucho a montar el negocio "aparte de habernos aportado formación y mucha información muy útil".
Desde entonces acá, el negocio crece haciendo líneas de joyas de 11 piezas (en honor al día de apertura del negocio), haciendo joyas únicas, pero también participando en colecciones con grandes marcas de moda y alta costura: "Hemos participado en la pasarela 080 Barcelona Fashion y nos encanta, es un mundo que coincide mucho con nuestro ritmo, dos colecciones grandes al año y cápsulas intermedias y también con nuestro estilo", explica Blanco.
Además, estos dos artistas no paran de recoger premios y reconocimiento: Al poco de abrir, el New York Times los incluyó en un reportaje sobre el Pueblo Seco, han recogido el premio en Mejor Tienda de la ciudad y, hace poco, fueron galardonados con el premio Nacional de Artesanía como mejor marca de artesanía de Cataluña.
El futuro es el mundo
La internacionalización del negocio es una vía a explorar, mediante la exportación de colecciones o inclús "trabajando a distancia con clientes extranjeros, quizás vía Skype, todavía tenemos que encontrar la fórmula", apunta el artista.
Hace poco se ha incorporado al equipo en Mario Chocrón, fotógrafo y estilista. Con esta incorporación, Koetània refuerza la apuesta para intentar colaborar con marcas de moda y hacer el salto además pasarelas: "Nos encantaría ir a Cibeles Fashion Week", ahora bien, no a cualquier precio, "queremos mantenernos fieles a los valores de la marca, porque si no nos perderemos y perderemos el norte", advierte Blanco. Sin embargo, a Koetània no quieren pasarse de frenada y también los gustaría desfilar, "en Europa, París, Londres o Nueva York. El mundoestá, vamos a comérnoslo!" clama el artista.
Joyas a medida
La joyería de Koetània está situada al número 28 de la calle de Blai. Este local representa la evolución de una joyería hacia un espacio de exposición de creadores y un taller abierto al público, que invita la clientela a participar en la creación de sus propias joyas. "Es una joyería de proximidad, es decir, tenemos la puerta abierta a todo el mundo, sin los filtros habituales. Este carácter de proximidad también lo tenemos en el proceso creativo", explica Blanco.
En parte esto es gracias al taller, situado en un nivel inferior en la tienda. A través de una ventana panorámica, los futuros compradores pueden ver el proceso de creación de sus joyas y participar en este proceso. "Intentamos que el cliente nos explique una historia y que esta nos traiga hacia un diseño", afirma la joyera. A continuación, los joyeros presentan unas bases de ejemplo para encontrar donde el cliente se encuentra cómodo y así, compartiendo ideas e inspiración, poder desarrollar un proyecto para hacer una joya. "Al final se crea una vinculación entre el artista y el cliente, por eso, en el caso de las alianzas matrimoniales, cuando venden por la pieza, hacemos un ritual de entrega y todo", comenta Blanco.
A Koetània se pueden encontrar un gran abanico de joyas, el más trueque actualmente es de 25 euros y la más cara ronda los 550 euros y, además, todas son producidas de acuerdo con la sostenibilidad: "Reciclamos joyas antiguas, reciclamos materiales y los que compramos de nuevo sonfair-mined y respetuosos con la natura". Estos, indica el artista, son valores que diferencian la marca de la joyería tradicional, en que no se sabe de donde provienen los materiales.
El barrio donde está situada la tienda hace que el tipo de cliente que tienen sea muy variado: "Gente de proximidad, del barrio, pero también turistas que vienen a conocer Barcelona, no como los de Ciutat Vella que son más bien de paso. Aún así también viene gente otros barrios o ciudades de Cataluña, parece que el proyecto gusta", dice Blanco.
Encontrar la ensambladura entre el arte y el negocio
La Marta estudió arquitectura, pero "había hecho joyas de manera artesanal y rudimentaria toda la vida, como un hobby". Después de los estudios se dio cuenta que el que quería era emprender y hacer joyas, por lo tanto se formó haciendo "cursos de joyería a Massana". Fue entonces cuando una amiga en común le presentó a su actual socio, en Daniel Bellido, el padre del cual ya era joyero.
Los dos jóvenes decidieron emprender en plena crisis y abrieron la joyería en el emergente barrio del Pueblo Seco de Barcelona el 11 de noviembre del 2011: "Era una fecha mágica que no nos podíamos dejar perder, pulsamos el acelerador y pudimos abrir. Como artistas entendemos que la parte emocional a veces no puede dejarse supeditar por el que dice la cabeza", explica Blanco. Encontrar la conjunción entre el arte y la oportunidad de negocio ha sido la clave para los jóvenes empresarios. En este proceso, según explica la joven empresaria, Barcelona Activa los ha ayudado mucho a montar el negocio "aparte de habernos aportado formación y mucha información muy útil".
Desde entonces acá, el negocio crece haciendo líneas de joyas de 11 piezas (en honor al día de apertura del negocio), haciendo joyas únicas, pero también participando en colecciones con grandes marcas de moda y alta costura: "Hemos participado en la pasarela 080 Barcelona Fashion y nos encanta, es un mundo que coincide mucho con nuestro ritmo, dos colecciones grandes al año y cápsulas intermedias y también con nuestro estilo", explica Blanco.
Además, estos dos artistas no paran de recoger premios y reconocimiento: Al poco de abrir, el New York Times los incluyó en un reportaje sobre el Pueblo Seco, han recogido el premio en Mejor Tienda de la ciudad y, hace poco, fueron galardonados con el premio Nacional de Artesanía como mejor marca de artesanía de Cataluña.
El futuro es el mundo
La internacionalización del negocio es una vía a explorar, mediante la exportación de colecciones o inclús "trabajando a distancia con clientes extranjeros, quizás vía Skype, todavía tenemos que encontrar la fórmula", apunta el artista.
Hace poco se ha incorporado al equipo en Mario Chocrón, fotógrafo y estilista. Con esta incorporación, Koetània refuerza la apuesta para intentar colaborar con marcas de moda y hacer el salto además pasarelas: "Nos encantaría ir a Cibeles Fashion Week", ahora bien, no a cualquier precio, "queremos mantenernos fieles a los valores de la marca, porque si no nos perderemos y perderemos el norte", advierte Blanco. Sin embargo, a Koetània no quieren pasarse de frenada y también los gustaría desfilar, "en Europa, París, Londres o Nueva York. El mundoestá, vamos a comérnoslo!" clama el artista.