15
de Enero
de
2015
Act.
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2015
La oficina actual se tiene que regenerar y adaptar a las nuevas formas de trabajo". Así de claro se expresa Miguel Sarwat, director de marketing de Toshiba TEC Spain. Y no esla única voz crítica con el rol de los espacios de trabajo hoy. "Son de una gran ineficacia.trabajamos como hace 20 años", destaca Marc Torras, director general de EntresD. La mayoría de oficinas ya no responden a las necesidades del momento. "Ejemplifican como las empresas todavía no reconocen el trabajador como sujeto activo y con actitud creativa", constata Ricardo Guasch, director del Posgrado en Diseño del Espacio de Trabajo de la Escuela Superior de Diseño e Ingeniería Elisava de Barcelona.
Es un clamor: las oficinas de la gran mayoría de empresas, pequeñas y grandes, han quedado anticuadas respecto a los numerosos cambios que en los últimos años ha experimentado la manera como trabajamos. Se basan en un modelo caduco e ineficiente para hacer frente a las exigencias laborales de hoy, basadas en la conectividad, la flexibilidad, la multitasca y el trabajo en equipo. La arquitectura, el diseño, la distribución de espacios y la tecnología que empleamos al lugar de trabajo tienen que transformarse para dar respuesta, y lo harán bien pronto. Expertos en la materia nos explican porque y cómo.
El trabajador, eje central
"El trabajador tiene que ser el centro de producción, y tenemos que contratar servicios al suyo cercando para hacerlo posible. Aquí es donde la tecnología entra en juego", explica Sarwat. Se refiere a conceptos tecnológicos en auge que entienden el trabajador, y no el puesto de trabajo, como eje: la nube (Cloud), para mantener infraestructuras móviles potentes; SaaS (Software as a Service, bajo demanda y alojado en servidores externos); Renting; Pay por Use o BYOD (Bring Your Own Device, que el trabajador emplee su dispositivo personal al trabajo) cada vez tendrán más importancia.
Tareas automatizadas
"El ordenador es una gran herramienta a nuestro alcance, llena de posibilidades, pero la mayoría de gente lo sigue empleando como una máquina de escribir cara", explica Torras. Los ordenadores pueden ejecutar por sí sólo muchas de las tareas repetitivas que el trabajador hace cada día, desde la correspondencia con clientes hasta las facturas,albaranes, entregas... "Algunas de estas tareas se automatizarán, porque el trabajador se pueda dedicar a operaciones de valor añadido mucho más elevado", añade.
Interacción y conectividad
"Se impondrán las tecnologías que facilitan la interacción y la conectividad instantánea con los grupos de interés con quien interactuamos para desarrollar nuestro trabajo", explica Juanjo Martínez, vicepresidente del Asociación de Centros de Negocios (ACN). "Herramientas más sofisticadas sustituirán el correo electrónico y cada vez se podrán realizar más actividades desde los dispositivos móviles", añade. El aumento de la velocidad de navegación sin cables y la Internet de las Cosas facilitará mucho más los desplazamientos del trabajador. Por otro lado, la biometría sustituirá la banda magnética, y la interacción de los equipos con el usuario con la voz o reconocimiento facial ofrecerán experiencias únicas y personales a cada usuario.
Inteligencia artificial
Para el director de EntresD, el cambio más importante se dará con la incorporación de la Inteligencia Artificial al puesto de trabajo, que tiene que permitir que las máquinas entiendan mejor lo qué dicen los usuarios en base a estudios del uso del lenguaje natural y al reconocimiento de imágenes. "En pocos años transformará radicalmente la manera como trabajamos", dice Torras. Empresas punteras como Google, Microsoft o Facebook están haciendo grandes inversiones en este campo, y start-ups como Metaminds sededican plenamente. Un ejemplo inmediato: Skype ya tiene disponible en 'beta' un software que traduce instantáneamente conversas telefónicas en idiomas diferentes.
Oficinas ecológicas
Una de las principales revoluciones que se darán a la oficina será la ecológica. Las nuevas tecnologías permitirán evitar malgastar recursos naturales y ser más eficientes energéticamente. Desde Toshiba apuntan, por ejemplo, a impresoras que permiten borrar las impresiones y reutilizar el papel, o sistemas de digitalización con los cuales podemos prescindir del papel para archivar documentos no temporales.
Impresión 3D
Hablando de impresiones, no se puede obviar la irrupción de la impresora 3D, que se incorporará como una herramienta más en el sí de cualquier empresa. "El objetivo de estas impresoras es que un diseñador disponga de una reproducción el más fiel posible al objeto final que está diseñando", explican desde EntresD, especialistas en este ámbito. Una impresora 3D de poco más de 1.000 euros permite imprimir objetos funcionales a 2 o 3 euros la pieza. En los Estados Unidos ya son una realidad cotidiana en los entornos de trabajo, en Europa y al Estado español todavía está costando pero se impondrán.
Flexibilidad
El diseño y la distribución de las oficinas abrazarán plenamente las nuevas dinámicas laborales. El profesor Ricardo Guasch destaca que "hoy se trabaja en red y los espacios no acostumbran a hacerse eco del que esto significa: plasticidad de los comportamientos, elasticidad horaria y bastante movilidad del personal". Por eso, cada vez se cuidará más la flexibilidad en los espacios: nada de compartimentos rígidos.
Nueva relación público/privado
"Se irá sustituyendo gradualmente el espacio fijo y privado tradicional por nuevas zonas de conectividad, adaptadas a cada función: reunión con cliente, compañeros, llamadas, tareas administrativas " afirma Juanjo Martínez. El reto en el diseño de espacios será encontrar el equilibrio y la complementación entre el dispositivos por la reunión y los dispositivos por el trabajo individual. Y todo ello, añade Ricard Guasch, teniendo en cuenta que "algunos de los momentos más creativos en un entorno laboral surgen en encuentros informales, que se produce en aquellos espacios sin un uso específico".
Lugar de encuentro y de representación
Las oficinas, en definitiva, darán un giro radical, fruto de la irrupción de nuevas tecnologías, de nuevas dinámicas y necesidades y de los cambios de rol de los propios trabajadores, más autónomos y deslocalitzats. Pero mantendrán un rol importante. "Continuarán teniendo razón de esser, fundamentalmente como lugar de encuentro entre los miembros de una empresa, entre grupos de trabajo , y también con los representantes otras corporaciones" asegura Guasch, que considera que "los valores simbólicos o de representación, ambientales y polifuncionals del espacio serán más importantes que nunca".
Es un clamor: las oficinas de la gran mayoría de empresas, pequeñas y grandes, han quedado anticuadas respecto a los numerosos cambios que en los últimos años ha experimentado la manera como trabajamos. Se basan en un modelo caduco e ineficiente para hacer frente a las exigencias laborales de hoy, basadas en la conectividad, la flexibilidad, la multitasca y el trabajo en equipo. La arquitectura, el diseño, la distribución de espacios y la tecnología que empleamos al lugar de trabajo tienen que transformarse para dar respuesta, y lo harán bien pronto. Expertos en la materia nos explican porque y cómo.
El trabajador, eje central
"El trabajador tiene que ser el centro de producción, y tenemos que contratar servicios al suyo cercando para hacerlo posible. Aquí es donde la tecnología entra en juego", explica Sarwat. Se refiere a conceptos tecnológicos en auge que entienden el trabajador, y no el puesto de trabajo, como eje: la nube (Cloud), para mantener infraestructuras móviles potentes; SaaS (Software as a Service, bajo demanda y alojado en servidores externos); Renting; Pay por Use o BYOD (Bring Your Own Device, que el trabajador emplee su dispositivo personal al trabajo) cada vez tendrán más importancia.
Tareas automatizadas
"El ordenador es una gran herramienta a nuestro alcance, llena de posibilidades, pero la mayoría de gente lo sigue empleando como una máquina de escribir cara", explica Torras. Los ordenadores pueden ejecutar por sí sólo muchas de las tareas repetitivas que el trabajador hace cada día, desde la correspondencia con clientes hasta las facturas,albaranes, entregas... "Algunas de estas tareas se automatizarán, porque el trabajador se pueda dedicar a operaciones de valor añadido mucho más elevado", añade.
Interacción y conectividad
"Se impondrán las tecnologías que facilitan la interacción y la conectividad instantánea con los grupos de interés con quien interactuamos para desarrollar nuestro trabajo", explica Juanjo Martínez, vicepresidente del Asociación de Centros de Negocios (ACN). "Herramientas más sofisticadas sustituirán el correo electrónico y cada vez se podrán realizar más actividades desde los dispositivos móviles", añade. El aumento de la velocidad de navegación sin cables y la Internet de las Cosas facilitará mucho más los desplazamientos del trabajador. Por otro lado, la biometría sustituirá la banda magnética, y la interacción de los equipos con el usuario con la voz o reconocimiento facial ofrecerán experiencias únicas y personales a cada usuario.
Inteligencia artificial
Para el director de EntresD, el cambio más importante se dará con la incorporación de la Inteligencia Artificial al puesto de trabajo, que tiene que permitir que las máquinas entiendan mejor lo qué dicen los usuarios en base a estudios del uso del lenguaje natural y al reconocimiento de imágenes. "En pocos años transformará radicalmente la manera como trabajamos", dice Torras. Empresas punteras como Google, Microsoft o Facebook están haciendo grandes inversiones en este campo, y start-ups como Metaminds sededican plenamente. Un ejemplo inmediato: Skype ya tiene disponible en 'beta' un software que traduce instantáneamente conversas telefónicas en idiomas diferentes.
Oficinas ecológicas
Una de las principales revoluciones que se darán a la oficina será la ecológica. Las nuevas tecnologías permitirán evitar malgastar recursos naturales y ser más eficientes energéticamente. Desde Toshiba apuntan, por ejemplo, a impresoras que permiten borrar las impresiones y reutilizar el papel, o sistemas de digitalización con los cuales podemos prescindir del papel para archivar documentos no temporales.
Impresión 3D
Hablando de impresiones, no se puede obviar la irrupción de la impresora 3D, que se incorporará como una herramienta más en el sí de cualquier empresa. "El objetivo de estas impresoras es que un diseñador disponga de una reproducción el más fiel posible al objeto final que está diseñando", explican desde EntresD, especialistas en este ámbito. Una impresora 3D de poco más de 1.000 euros permite imprimir objetos funcionales a 2 o 3 euros la pieza. En los Estados Unidos ya son una realidad cotidiana en los entornos de trabajo, en Europa y al Estado español todavía está costando pero se impondrán.
Flexibilidad
El diseño y la distribución de las oficinas abrazarán plenamente las nuevas dinámicas laborales. El profesor Ricardo Guasch destaca que "hoy se trabaja en red y los espacios no acostumbran a hacerse eco del que esto significa: plasticidad de los comportamientos, elasticidad horaria y bastante movilidad del personal". Por eso, cada vez se cuidará más la flexibilidad en los espacios: nada de compartimentos rígidos.
Nueva relación público/privado
"Se irá sustituyendo gradualmente el espacio fijo y privado tradicional por nuevas zonas de conectividad, adaptadas a cada función: reunión con cliente, compañeros, llamadas, tareas administrativas " afirma Juanjo Martínez. El reto en el diseño de espacios será encontrar el equilibrio y la complementación entre el dispositivos por la reunión y los dispositivos por el trabajo individual. Y todo ello, añade Ricard Guasch, teniendo en cuenta que "algunos de los momentos más creativos en un entorno laboral surgen en encuentros informales, que se produce en aquellos espacios sin un uso específico".
Lugar de encuentro y de representación
Las oficinas, en definitiva, darán un giro radical, fruto de la irrupción de nuevas tecnologías, de nuevas dinámicas y necesidades y de los cambios de rol de los propios trabajadores, más autónomos y deslocalitzats. Pero mantendrán un rol importante. "Continuarán teniendo razón de esser, fundamentalmente como lugar de encuentro entre los miembros de una empresa, entre grupos de trabajo , y también con los representantes otras corporaciones" asegura Guasch, que considera que "los valores simbólicos o de representación, ambientales y polifuncionals del espacio serán más importantes que nunca".