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La revolución que nos hará vivir 300 años

El 'transhumanisme' promueve la integración de la biología con la tecnología para mejorar el ser humano y hacerlo súper-inteligente y súper-longevo

Cortina apunta que la revolución obliga que "humanidades y tecnología trabajen juntas"
Cortina apunta que la revolución obliga que "humanidades y tecnología trabajen juntas"
Judith Vives
07 de Diciembre de 2016
Act. 07 de Diciembre de 2016
Los adelantos en biotecnología, la nanotecnología, la robótica, la inteligencia artificial y otras disciplinas científicas y tecnológicas al servicio de la mejora del ser humano. Objetivo: que las personas seamos más inteligentes, vivamos más años y con mejor calidad de vida. Es la filosofía del transhumanisme, un movimiento que aboga por la evolución de la especie a partir de la integración de la biología con la tecnología. Las intenciones son buenas, pero tal como apuntó Albert Cortina, "si lo hacemos bien haremos un salto evolutivo, pero si lo hacemos mal, quizás desapareceremos como especie".

El abogado y urbanista Albert Cortina ha hablado del transhumanisme al Gentic Day celebrado al TecnoCampus de Mataró. "Esta revolución no va sólo de aparatos y tecnología, va de las personas, de cómo evolucionaremos como especie", explica. Según el experto, el transhumanisme sitúa la persona en el centro de la revolución tecnológica y promueve "la interacción e integración de nuevas tecnologías a nuestro cuerpo y nuestro medio". Esta hibridación entre el biológico y el elemento tecnológico convertirá los humanos en tabla humanos o cíborgs, seres biotecnológicos capaces de ser más inteligentes, vivir más años y hacerlo en mejores condiciones de bienestar.

El transhumanisme se desarrolla en el ámbito angloamericà, con la Singularity University promovida por Google a Silicon Valley como principal punto de referencia, pero también desde ámbitos como la China. En común tienen la idea de la transformación del ser humano hacia un nuevo estadio evolutivo. Y según algunas previsiones, este salto disruptiu "se producirá de aquí a unos 40 años y será inevitable", apunta Cortina, añadiendo que esta revolución "nos interpela en el ámbito ético" y que requiere que "humanidades y tecnología trabajen juntas".

    
Alberto Cortina, durante su conferencia al Gentic Day. J. Vives


Durante su conferencia, Cortina ha enumerado las tres principales características de los seres puesto humanos:
1-La súper-inteligencia: gracias a la hibridación con la tecnología se desarrollará esta súper-inteligencia que irá más allá de la mente individual para conectarnos en el que denominó una "mega-colmena" inteligente.

2-La súper-longevidad: uno de los grandes objetivos del transhumanisme es superar algunos condicionantes de la vida humana como la enfermedad o el envejecimiento. En este sentido, se quiere hacer posible una vida mucho más larga, de 120 años en los cálculos más realistas y de 150 o incluso 300 años en los teóricos más osados. La súper-longevidad "cambiará mucho nuestra forma de vida, y tendrá efectos en las pensiones, vivienda, ciudades y familias, unas consecuencias socioeconómicas que nuestros políticos no están trabajando y de las cuales la sociedad tampoco parece ser conscientes", advierte Cortina.

3-El Súper-bienestar: Este aspecto se plantea "desde dos puntos de vista diferentes", explica Cortina. Por un lado, la de aquellos que quieren evitar el sufrimiento innecesario; por otra, la de los que aspiran a un súper-bienestar económico, más ligado en el mundo empresarial y económico.

El transhumanisme parte de la idea de crear un nuevo Estado del Bienestar donde las organizaciones empresariales e instituciones de todo tipo tengan un papel importante. Cortina ha argumentado que en este contexto habrá que tener en cuenta los retos derivados de vivir en un mundo superpoblat, con más gente mayor, la geopolítica o las ciberguerres.

Todo ello, concluye Cortina, influirá en la mejora de la persona y, en cuanto que ciudadana, también en la mejora de las ciudades. Por último, ha señalado la importancia de "crear una governança inteligente"y de conseguir que los políticos "cambien la manera como se deciden las cosas. Porque podemos ir hacia una visión democrática más avance o caer en una situación de más control e incluso cibertotalitarisme".