Infraestructuras, agua, energía, movilidad... En el ámbito local hay muchos servicios públicos que se han convertido en objeto de debate en los últimos años. De hecho, desde el inicio de la crisis económica del 2008, ha aparecido una oleada creciente de opinión que apuesta por la remunicipalización de los servicios públicos. Ahora bien, "no se puede remunicipalizar lo que, de facto, ya es de titularidad pública", señala Almudena Semur, secretaria general del Instituto de Estudios Económicos.
"No se puede remunicipalizar lo que, de facto, ya es de titularidad pública"
El libro La colaboración público-privada en la gestión de los servicios públicos (Instituto de Estudios Económicos, 2018), elaborado por un grupo de economistas, hace una reflexión de la necesidad de la colaboración público-privada y de los beneficios que puede tener para el ciudadano. Pero a la vez preguntándose sobre los riesgos que puede tener. Sin olvidar nunca que lo más importante es proporcionar una gestión que desemboque en una excelencia del servicio para el ciudadano.
Desventajas o beneficios, que tiene más peso en la balanza?
Habitualmente, cuando se dan argumentos en contra de la colaboración público-privada en los servicios públicos, se citan tres motivos:
- El objetivo de maximización de beneficios de las empresas va en contra del interés colectivo.
- La prestación privada de los servicios públicos, mediante su pago, perjudica y deja en situación de vulnerabilidad a aquellas personas con menos recursos. Y, por lo tanto, incrementa la desigualdad de los hogares.
- La calidad de la ocupación suele ser peor cuando el servicio municipal se presta mediante una concesión que cuando lo proporciona directamente la administración pública.
Sin embargo, los economistas autores del libro, después de mucho análisis, consideran que hay más ventajas que inconvenientes en esta gestión mixta de muchos servicios municipales.
- Por un lado, las administraciones públicas disponen de más capacidad de inversión en la gestión de los servicios públicos gracias a la colaboración del sector privado.
- La participación de empresas privadas, junto con el sector público, genera economías de escala.
- Normalmente la administración es más lenta y menos flexible que el sector privado, por lo cual la colaboración de ambas partes permite una mayor adaptación a los cambios.
- La competitividad y los recursos destinados a I+D+i de las empresas privadas permiten a la administración y a los ciudadanos beneficiarse de este en torno a innovación.
JJ.OO. de Barcelona '92, caso de éxito de colaboración
Con estos beneficios, los economistas autores de la obra tienen claro que "una sociedad incapaz de mantener un clima de colaboración entre el sector público y privado, o es una sociedad immadura o es una sociedad enferma", afirma Ramiro Aurin, director general de la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos, durante la presentación del libro al Col·legi d'Economistes de Catalunya.
En este sentido, Ramon Tamames, catedrático de estructura económica y también autor del libro, afirma que "los avances en innovación de la sanidad pública no serían iguales si no existiera la sanidad privada". Un ejemplo que se puede aplicar también en el sector ferroviario o en la gestión del agua, como bien analizan los economistas en su publicación. Y uno más: el éxito de los Juegos Olímpicos de Barcelona del 92 no habría sido el que fue sin la colaboración de los agentes públicos y privados.