"El mundo necesita desesperadamente un modelo de liderazgo diferente". Bajo este argumento, Ken Blanchard y Reneé Broadwell reúnen las opiniones de 44 expertos en liderazgo en el libro El liderazdgo servicial, una guía para combatir el efecto negativo de los líderes. Unos líderes que si a menudo tienen esta connotación alejada del positivismo es porque "actúan en beneficio propio en todos los sectores de la sociedad". Aun así, sin embargo, los autores sostienen que "hay una alternativa mejor" que consiste en preparar a los líderes porque centren sus objetivos en el bien común.
Partiendo de la base de que el problema de la gente no comprende el liderazgo en el sentido positivo de la palabra, consideran que hay un liderazgo más allá de todo esto y que se sustenta, precisamente, en un liderazgo servicial. "Piensan que uno no puede dirigir y servir al mismo tiempo", subrayan, al mismo tiempo que afirman que sí que se puede siempre y cuando se entiendan estas dos dimensiones del liderazgo.
En este sentido, los autores apuntan que el liderazgo servicial es "la única manera de garantizar unas relaciones y unos resultados fantásticos". Para conseguirlo, un líder tiene que reunir unas cuántas características básicas cómo, por ejemplo, saber escuchar, tener empatía o el poder de construir una comunidad. Y es que, según su parecer, "liderar es servir" y es así porque un líder que se comporta de este modo es un "líder poderoso".
Mirar la gente (y no a sí mismo)
El libro, que se compone de seis partes en que el lector podrá descubrir los elementos básicos del liderazgo servicial, pretende hacer calar la idea de que este estilo de líder es aquel que "lidera a través del servicio de la gente y no a un mismo". Y, ¿cómo se hace todo esto? "Tratando a tu gente como si fueran familiares" y dirigiéndose al trabajador con frases del estilo "tú eres la persona más importante para nosotros". Ponerlos en valor y valorarlos.
Para hacerlo más visible, las voces que reúnen los autores están explicadas en primera persona y narran su experiencia de traer a la práctica toda esta filosofía. "Al hacerlo, notará rápidamente el cambio hacia bien y los buenos resultados" y, así, "conseguirá aplicar las enseñanzas sobre el poder de ayudar a subir los demás y, de paso, contribuir al éxito de todos".
"Tu trabajo consiste en enseñar a la gente el poder del amor, no el amor al poder", concluyen para insistir en que, justamente, el liderazgo servicial "es la aplicación del amor".