
Hollywood parece tener un especial interés al traer a la gran pantalla las historias muy recientes de éxitos o fenómenos de la era digital. Después de las películas sobre la creación de Facebook (La red social) y el fundador de Apple (Jobs), acaba de estrenarse en los cines una película sobre Wikileaks. Lo quinto poder, dirigida por Bill Condon, ofrece en forma de thriller convencional una visión de la que ha sido, hasta el momento, la mayor filtración mundial de documentación clasificada y confidencial. El film es, al mismo tiempo, un retrato de la personalidad que hay a su detrás, el polémico Julian Assange.
La película relata como Julian Assange, aliado con el informático Daniel Domscheit-Berg, construyó una estructura de información que puso en jaque los gobiernos e instituciones con más poder del mundo. El guion, de Josh Singer (El ala oeste de la casa blanca), se basa en dos libros, Inside Wikileaks, escrito por Domscheit-Berg, y Wikileaks y Assange, escrito por los periodistas del The Guardian David Leigh y Luke Harding.
Precisamente la elige de estos libros es uno de los aspectos que el propio Assange ha criticado a través de una carta dirigida al protagonista de la película, el actor Benedict Cumberbatch, en la cual le recuerda que hay "docenas de libros positivos sobre Wikileaks, pero Dreamworks ha decidido basar el guion en el más tóxico. Tanto tóxico que el ejército nordamericà lo distribuye entre sus bases para desanimar el personal militar de contactar con nosotros".
Estas palabras de Assange ya dan una idea de la polémica alrededor de este film que, a nivel cinematográfico, responde a los parámetros de un thriller político bastante convencional, pero con un trasfondo más que interesando por la imagen que ofrece ya no sólo del creador de Wikileaks, sino del papel de los gobiernos y de los medios de comunicación en la actualidad. "Dale a un hombre una máscara y te explicará la verdad", dice Assange citando Oscar Wilde como base de la filosofía de Wikileaks . Lo quinto poder intenta captar la esencia del fenómeno Wikileaks y explicar, con imágenes al·legòriques, el funcionamiento de esta plataforma de difusión de información confidencial que arrancó con sólo un servidor y dos personas a su detrás.
Explicada principalmente a través de los ojos de Daniel Berg, el film muestra desde el nacimiento de la web hasta la gran filtración del 2010 de datos sobre las operaciones de los Estados Unidos a Irak y Afganistán. El film también recrea los vínculos de Assange con los principales diarios del mundo y especialmente con The Guardian, una relación que cuestiona el papel de los medios de comunicación tradicionales y apunta a su parte de responsabilidad en el caso de las filtraciones de documentos y cables clasificados.
Una de las principales críticas que se le ha hecho a la película es la carencia de imparcialidad de su discurso, que intenta desacreditar la figura de Julian Assange y responsabilizar en parte los medios, mientras que en ningún momento se cuestiona ningún gobierno o institución por la información que se hizo pública a través de Wikileaks. Pero todo y la sesgada visión de la historia, Lo quinto poder es un film que invita a reflexionar sobre los límites de la libertad de expresión, el papel de la información y, sobre todo, de la revolución que ha supuesto Internet a la hora de definir nuevos equilibrios de poder.