Nadal es la época del consumo por excelencia, y más en el caso de España. Según el estudio El consumo por Nadal, de la consultora Kantar Worldpanel, el año pasado las familias españolas gastaron una media de 633 euros en esta época, por 445 euros invertidos en las casas europeas. Buena parte de este presupuesto se destina a regalos. En concreto, 252 euros, la mayor parte de los cuales van destinados a los juguetes para los más pequeños de la casa.
Un presupuesto importante que explica como el sector de los juguetes suma el 65% de su facturación en estas fechas. Claro que el tipo de regalo estrella cambia de año a año dependiente de las modas, la aparición de novedades tecnológicas y la bonanza de la economía familiar.
Argos, la cadena de juguetes más importante del Reino Unido, ha publicado la lista de los productos más vendidos cada Navidad en los últimos años. Esta mirada al pasado nos ayuda a recordar tendencias olvidadas y ver la fluctuación de precios de los grandes éxitos y el incremento en la edad mediana de los receptores a medida que aparecen novedades tecnológicas.
1981 – Cubo de Rubik
Poco se podía imaginar el profesor de arquitectura húngaro, Erno Rubik, que su rompecabezas llegaría a vender más de 400 millones de unidades. El que empezó como un ejercicio académico acabó siendo un fenómeno global desde el mismo momento en que la empresa Ideal Toy compró su licencia internacional el 1980. Un regalo de dos euros. Apto para todos los bolsillos.
1984 – Cabbage Patch Chorros
Sin duda, una de las muñecas más populares en las décadas de los '80 y '90. En una época dominada por la perfección de las Barbies, la aparición de estas muñecas de ningún gigante y cuerpos blandos supuso una revolución. Las Cabbage Patch no jugaban en la liga de las muñecas modelo, sino que competían desde la exclusividad. No había dos modelos iguales, puesto que cada una de ellas era creada artesanalmente y se vendía con un certificado de adopción en el que aparecía el nombre de la criatura, su carácter y otras peculiaridades. Todavía hoy podemos adoptar una Cabbage Patch por un precio que va de los 10 a los 250 dólares.
1985 – Transformers
No hay mejor noticia para el sector de los juguetes que la aparición de una licencia de éxito. No importa que venga del cine, de los dibujos animados, de los videojuegos o de los cómicos. Éxitos como Star Wars, Batman o Harry Potter vienen siempre acompañados de un listado interminable de productos licenciados, entre los que no faltan los juguetes.
El 1985 fue el año de los Transformers. Los muñecos de estos robots con capacidad para convertirse en vehículos fueron best-sellers en la segunda mitad de los años '80, hasta el punto que el 1989 volverían a reinar a las listas de los más vendidos con la aparición del nino de acción de Optimus Prime, el gran héroe de la serie.
1991 – Gameboy
La consola portátil de Nintendo es todavía hoy en día una de las terminales de juego más vendidas de la historia, con más de 200 millones de copias colocadas al mercado. Su oferta de lanzamiento, con el adictivo Tetris de regalo, fue demasiado tentadora por las familias de los '90 por mucho que su coste se ensartara hasta los 90 dólares de la época. Aquel año, el regalo era para los más pequeños, pero también para sus padres y madres.
1997 -Tamagotchi
Normalmente las licencias de éxito se husmean a kilómetros, pero algunos fenómenos asiáticos son difíciles de detectar. Muy pocos previeron el asalto de los K-Pop coreano a las listas de éxitos musicales de la actualidad, igual que poquíssims expertos fueron capaces de avanzar la magnitud de los Tamagotchi. Estas mascotas virtuales atrapadas dentro de un huevo suman ya 20 actualizaciones y 82 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Este juguete tecnológico no aguanta la comparación con la Gameboy en cuanto a complejidad, pero precisamente en su simplicidad estuvo su éxito. La simplicidad y un precio de 13 dólares que daba un respiro a las familias.
2000 – Furby
Parece que los niños de finales del siglo XX tenían especialmente desarrollado el sentido del deber de y la necesidad de cuidar de alguien. De las cenizas del Tamagotchi surgió el Furby, un muñeco peludo con capacidad limitada para comunicarse con su amo y desarrollar una personalidad propia en función de la educación recibida. La salida de la pantalla de las mascotas salía a unos 35 dólares la unidad.
2002 – Bratz Chorros
A veces resulta imposible adivinar los gustos de los niños. Quién podía prever que unas muñecas anamòrfiques, de cabellos oxigenados y looks propios de un videoclip de Rosalia triunfarían? Las Bratz salieron de la nada para generar un fenómeno de coleccionismo inesperado entre los y las preadolescents, que no se conformaban a tener una sola muñeca, sino que competían para completar el catálogo. Unas figuras que costaban entre 10 y 23 dólares. Ni tan malamente (tra-tra!).
2006 – Xbox 360
Después de la Gameboy aparecieron otras consolas de éxito, como la PlayStation o la primera Xbox. Pero por Nadal del 2006, con la Xbox 360 como producto más vendido, marca el inicio de la era de las consolas como plataformas de ocio para toda la familia. No es casualidad que el regalo más popular del 2007 fuera la Nintendo Wii, ni que el 2009 triunfara el pack de PlayStation2 con el videojuego de High School Musical ni que los videojuegos estén año tras año entre los productos más exitosos de Nadal. Claro que la inversión, en este caso, subía a 300 dólares.
2013 – Furby Boom
Otro clásico de la Navidad son los revivals. De golpe, los padres ven como sus hijos vuelven a pedir el juguete que ellos habían tenido de pequeños. Claro que el Furby Boom no era exactamente el mismo que el Furby Original. Además de formar su personalidad, este golpe la mascota se podía conectar a una app móvil en la cual reproducir su música, interactuar con otros muñecos y, incluso, dar a luz a nuevos Furbys virtuales a cuidar. Una evolución de 100 dólares.
2018 – Ksi Meritos
A falta de cerrar la campaña, la apuesta de los grandes centros comerciales de este año son los Ksi Meritos. De nuevo se imponen las curas. Estos muñecos de ojos enormes y con apariencia de niño de una especie no identificada salen a la venta con el cordón umbilical y sus cuidadores tienen que hacer todas las atenciones propias de las primeras semanas de vida de una persona. Esto es inyectar todo tipo de vaccines, procurar las medicinas necesarias y alimentar el bebé, primero a través del cordón umbilical y, posteriormente, con el biberón. El Tamagotchi daba menos trabajo.