Llevar gafas lilas es una expresión que hace referencia al hecho de tener incorporada la perspectiva de género, nos capacita para detectar y ver las desigualdades que sufrimos las mujeres. Cuando nos ponemos las gafas lilas lo vemos claro.
Integrar esta visión no se consigue de un día para otro, quiero decir que es un proceso de crecimiento que transforma y a la vez empodera.
"Llevar gafas lilas es una expresión que hace referencia al hecho de tener incorporada la perspectiva de género, nos capacita para detectar y ver las desigualdades que sufrimos las mujeres"
Y qué mejor receta para hacer este proceso que la lectura de libros que nos hacen tomar conciencia de la situación? Hay muchos y me ha resultado especialmente difícil la selección, en todo caso aquí os lo dejo. Por cierto, son libros para todo el mundo, mujeres y hombres, que este camino lo tenemos que hacer juntos.
Y empezamos por la gran palabra: "feminismo". Es decir la palabra y ver caras raras y señales de incomodidad. Aclaremos el término: feminismo es el movimiento social y político que promueve, defiende y lucha por la erradicació de toda discriminación por motivos de género. El feminismo no defiende la superioridad de la mujer sobre el hombre, no es el antónimo de machismo. El feminismo defiende la igualdad de mujeres y hombres.
"Feminismo es el movimiento social y político que promueve, defiende y lucha por la erradicació de toda discriminación por motivos de género"
Dicho esto, manos a la obra.
Todo el mundo tendría que ser feminista, de Chimamanda Ngozi Adichie.
Un ensayo, adaptado a partir de su brillante TED, recoge el significado de ser feminista en el siglo XXI con un estilo tan breve como claro, inspirador y delicioso. Por cierto, un libro obligatorio en las escuelas de Suecia.
Una vez aclarado el concepto nos adentramos en la economía, concretamente en la "segunda economía" la que tradicionalmente ha sido vinculada al ámbito privado, invisibilizada, ignorada y asignada a las mujeres: el trabajo de la cura.
¿Quién hacía la cena a Adam Smith? de Katrine Marçal.
Un ensayo que analiza la economía con gafas lilas y evidencia como el sistema deprecia "todas las labores que el hombre no hace pero de las que, al mismo tiempo, depende para poder realizar sus tareas".
Señala la autora: "Adam Smith respondió a la pregunta fundamental de la economía a medias. Si tenía asegurado la comida no era sólo porque los comerciantes sirvieran sus intereses propios mediante el comercio. Adam Smith tenía asegurado la comida porque su madre se encargaba de ponerle a la mesa todos los días".
Aun así según el modelo económico estándar, quien no trabaja de manera retribuida, mayoritariamente las mujeres, son percibidas como sujetos improductivos, que no trabajan y por lo tanto no contribuyen activamente a la economía.
Y desde la economía llegamos al mercado de trabajo remunerado.
Directivas y empresarias. Mujeres rompiendo el techo de cristal, de Sara Berbel.
La Dra. Berbel, especialista en políticas de igualdad, con varios libros sobre la temática acontece una referente imprescindible para ponerse las gafas lilas y entender los retos que tiene la igualdad de mujeres y hombres en el mercado laboral.
La obra revisa los factores que tienen que superarse porque las mujeres ocupen los lugares que les corresponden de acuerdo con su formación, talento y experiencia. Aporta claves para lograr una mayor presencia de mujeres en los diversos ámbitos de nuestra sociedad. En este libro la Dra. Berbel consigue transmitir estos conocimientos aunando con la más alta rigorositat basada en investigaciones con un lenguaje cercano.
Y si estamos en el ámbito laboral no puede faltar Anna Mercadé, una de las grandes feministas y defensora de la igualdad de género.
Dirigir en femenino de Anna Mercadé, ofrece un análisis de la situación desde un recorrido histórico de la mujer en el mundo del trabajo hasta la mirada de lo que tendría que ser la nueva empresa dirigida por la mujer del siglo XXI.
La reedición de este libro en 2018, publicado inicialmente hace una década, nos confirma la visión de la autora y que, sin duda, siempre ha sido una mujer avanzada a su tiempo.
No querría dejar fuera de estas recomendaciones aquellos autores que están haciendo una muy buena trabajo en la transformación de la masculinidad. Porque si hablamos de mujeres de siglo XXI también tendremos que hablar de hombres del siglo XXI, y constato continuamente que vamos a diferentes velocidades. Hace falta que los hombres se "pongan ante el espejo y definir el itinerario para construirse de otra forma".
Hace falta que los hombres se "pongan ante el espejo y definir el itinerario para construirse de un otra forma"
El hombre que no deberíamos ser de Octavio Salazar y "Nuevos Hombres Buenos" de Ritxar Bacete son obras que reflexionan sobre un modelo de masculinidad que se ha quedado obsoleto y no sirve para una convivencia equitativa con las mujeres.
Los autores, ahora mismo, están presentando un segundo libro, en el caso de Salazar WETOOy en el caso de Bacete El poder de loschicos ambos con el objetivo de ayudar a los más jóvenes a convertirse en personas igualitarias, vaya feministas.
Y hasta aquí porque me parece que este artículo me está quedando muy largo, pero sólo unas cuántas líneas, por favor, no puedo dejar de recomendar:
Curso de Feminismo para Microondas de Natza Farré, sin tapujos, con datos y argumentos. Cómo no puede ser de otro modo con el gran sentido del humor de su autora.
Los hombres me explican cosas de Rebeca Solnit. Entenderéis qué es esto del mansplaining e identificaréis rápidamente situaciones vividas en vuestra propia piel.
Me temo que ya no puedo recomendar más. Esta gente de Vía Empresa me regañarán por pasarme de largo en este artículo. No les faltará razón.
Feliz lectura!