MartaRoyo, cuando era pequeña, prefería mirarse los anuncios que no la película. Disfrutaba con los cortes publicitarios en que "las muñecas de Famosa se dirigen al portal" o bailaba con "Nocilla, ¡qué merendilla!". A pesar de haber estudiado económicas, la apasionaba la publicidad . Y por eso se dedicó a ello. E incluso ha escrito un libro sobre el tema, Aroma de marca (Cossetània ediciones), un recetario para cocinar una buena marca.
Royo desgrana claves para crear una buena marca a través de casos prácticos. "Mira a tu alrededor. Estás rodeado de productos que, en un momento u otro, usarás, y si no lo haces, tarde o temprano te transmitirán emociones o te llamarán la atención. Ahora, entre las manos, tienes este libro... Y, si lo tienes, es porque te ha llamado la atención, y en esto la imagen, la publicidad y la comunicación han ayudado. Quizás hay algo que lo ha hecho diferente de lo que hay hasta ahora. Algo que ha hecho que te lo mires. Y es que la diferenciación es, sin duda, la base de la buena publicidad, así como también la del hecho que sea único". Este libro quiere ser una compilación de todo esto: te ayudará a crear una (buena) marca y a difundirla a partir de historias reales o ejemplos prácticos que han funcionado y otros en que la autora ha trabajado profesionalmente con éxito.
A través de 150 páginas, la autora nos repasa como se crea una estrategia de marca: para empezar qué decir y como decirlo. "Hay que generar contenido vinculado a la marca que le permita conectar con el consumidor. Es básico empezar por el principio, por la estrategia. La combinacio de qué decir y de cómo se tiene que decir", subraya. Ua vez hecho esto hay que trabajar la proactivitat y la importancia del envoltorio: "Tan importante es el producto que te entra por el paladar, el vino, como el que te bebes por los ojos, la etiqueta del vino", afirma Royo.
"Las marcas, como las paellas o las pechugas a la plancha, se tienen que cuidar. Tienen que generar interés"
Un golpe cocinado el producto, hay que empezar a cocinar la marca: "Las marcas, como las sartenes o las pechugas a la plancha, se tienen que cuidar. Tienen que generar interés. Tienen que crear notoriedad y sorrepsa. Tienen que ser reclamadas. Tienen que tener cola. Porque tienen que tener todos los ingredientes necesarios para salir bien. Porque igual que tiene que haber buen fondo o un buen arroz para la paella, tiene que haber unos buenos valores y un buen diseño para la marca".
Después de que la marca haya salido del horno hace falta una estrategia 360: "A todo nuevo producto (o servicio) le hace falta el posicionamiento de la marca, imagen e identidad corporativa y una campaña de publicidad creativa y notoriedad para hacer después una buena difusión". Y empieza el trabajo en las redes sociales, Google Adwords, Facebook Ads, Instagram Ads, etc. El plato ya está listo para servir a la clientela.
Pero en el menú degustación Royo también propone un capítulo dedicado al sector industrial, que no se escapa de esta necesidad de crear marca; unos entrantes de storytelling: la llama de la vida de las marcas; un sorbete de publicidad y propaganda; comunicación farmacéutica, marca personal y consejos en redes. Los postres los tiene que poner el lector si se anima a lanzarse a la piscina de crear una marca.