Del octavo concierto de The Rolling Stones en Barcelona las crónicas destacan el gran estado de forma que mantienen los abuelos del rock y que Mick Jagger ha dejado de banda la dieta para probar el trinchado de la Cerdaña. A cada inicio de gira de los británicos, los fans corren a comprar sus entradas a medio camino entre la emoción de volver a ver el grupo de su vida y de, quizás, disfrutarlos por un último golpe. Pero viendo los hábitos alimentarios, la vitalidad y, sobre todo, las ganancias que genera la maquinaria de Stones, no se puede descartar una perpetuación ad eternum de su carrera.
Repasamos algunas de las cifras del grupo: según la revista Forbes, The Rolling Stones generan unos ingresos anuales de 57,5 millones de dólares (48,72 millones de euros), han situado cuatro de las suyas giras entre las veinte con más recaudación de la historia y su líder, Jagger, cuenta con una fortuna estimada en 360 millones de euros. El cantante es, precisamente, el cerebro al detrás de toda la estrategia empresarial del grupo. Un plan de acción nada improvisado, puesto que Jagger cuenta con los conocimientos necesarios para hacer de una grandiosa banda de rock, una máquina de dinero.
Antes de convertirse en el frontman más famoso del mundo, Jagger estudió becado a la London School of Economics. Unos estudios que no acabó, pero que le dieron las pautas a seguir con su banda. Rápidamente tomó decisiones como la de despedir su primer representante para generar una estructura propia, con la que el grupo controlaría el copyright de todas sus canciones, iniciaría la era de los patrocinios al rock y movería todo el merchandising relacionado. Una entrada constante de dinero que hace que algunos de sus promotores, como el argentino Daniel Grinbank, aseguren que Jagger y compañía "generan más ingresos durmiendo que actuando".
La buena visión de Jagger en los negocios no sólo se plasma en The Rolling Stones. Todo y su frustración por no haber conseguido un éxito equiparable ni como solista ni como actor, el cantante centra sus esfuerzos en la producción cinematográfica desde la creación, al 2001, de la productora Jagged Films.
Jagger y compañía "generan más ingresos durmiendo que actuando"
Los inicios de la aventura de Jagger a la industria del cine fueron prometedores, con la más que correcta película Enigma, que contaba con actores de renombre como Tom Hollander o Kate Winslet y, incluso, fue premiada por The British Independiente Film Awards (BIFA).
El proyecto mantuvo el polos vital con algunas producciones televisivas mientras Jagger preparaba la gran apuesta de la empresa: el documental Mr. Dynamite: The Rise of James Brown. Una coproducción con HBO que homenajeaba uno de los artistas que más ha inspirado la carrera del cantante de Stones y que la crítica recibió con entusiasmo.
Una propuesta por puristas del soul que coincidió en el tiempo con la preparación del que tenía que ser el gran éxito de Jagged Films: Vinyl. La serie lanzada con HBO y con guion de Martin Scorsese por el piloto que relataba la historia de la industria discográfica a los '70 en Nueva York. Una producción de 100 millones de dólares (84,7 millones de euros) ... que quedó suspendida después de su primera temporada, cuando consiguió una media de 650.000 espectadores por capítulo. A años lejos de superproducciones como Game Of Thrones, con 7,5 millones, o la más austera TheLeftovers , con 700.000.
Jagged Films no supone una fuente de ingresos equiparable a los Rolling Stones, pero ha permitido a Jagger poner un pie en Hollywood sin perder dinero. Un objetivo que nunca consiguió en su carrera como actor.