
Nuara, en el Balcó Gastronòmic del Port Olímpic, es una declinación del verbo "nuar", es decir, hacer nudos, y es también el nuevo restaurante con el que el grupo de restauración Familia Nuri ha dado un salto cualitativo. Enlazando su oferta gastronómica a una escala más gourmet, en el nuevo Nuara sirven una propuesta de altura, ambiciosa, que plantea el mejor producto; sobre todo pescados y mariscos frescos de la lonja de Barcelona expuestos ante el cliente al pasar por los fogones de la cocina abierta. “Mostrar la pesca del día es importante para nosotros”, detalla Ricard, el camarero que nos acompañará minutos después a la mesa.
Nada se esconde, tampoco las botellas que pertrechan su bodega vista y acristalada que ha sido asesorada por el sommelier Xavi Nolla. Tienen unas 100 referencias y destacan vinos nacionales, en un 80%, pero también hay espacio para champagnes, borgoñas, algún Grand Cru y para algunas delicias como el Chablis Joseph Drouhin (2022) que probaremos. Los comensales lo escogen en un iPad, y allí pueden ver, de forma intuitiva, qué vinos se pueden servir a copas.
En un salón de 200 metros cuadrados con capacidad para cien comensales sentados, todo está dispuesto de manera orgánica, en tonos beige que complementan el azul del mar que está delante. La reforma ha ido de la mano de Raquel González en colaboración con el estudio de arquitectura Sánchez Guisado, responsables de otros proyectos icónicos en Barcelona como Enigma, Estimar o Tickets. En ese azul (el del Port Olímpic) se mecen los barcos y esa es la estampa que se ve desde la mesa. La terraza (con otras 100 plazas) es una buena opción si hace buen tiempo, pero el interior es precioso y para recordar. Además, dispone de un reservado de 20 metros cuadrados con espacio para 12 personas.
Con una inversión superior a los dos millones de euros y una plantilla de entre 30 y 40 profesionales, el espacio aspira a hacerse hueco entre los grandes restaurantes de pescados de Barcelona.

Producto Premium, el nuevo lujo
Local y localización son ampulosos y a lo grande, pero aquí lo importante se sirve en el plato. Especialistas en arroces en sus otros restaurantes del grupo, la gramínea ocupa un importante espacio en carta, con seis opciones para compartir entre dos: destaca el arroz seco o caldoso de bogavante nacional (45 euros por persona) y el de mar y montaña de calamar a la brasa, panceta ibérica y ceps. Pero hemos venido a jugar, así que se impone probar los pescados a la brasa (Mi Brasa) que recibe al público.
Se muestran en la mesa traídos en una bandeja metálica. El día de nuestra visita, un sargo real, una lubina, el bogavante y una magnética escórpora. “Es un trabajo venir a cada mesa a enseñar el producto, pero vale la pena”, detallan desde el restaurante. Primero, podéis abrir boca con algunos entrantes interesantes y frescos mimados al fuego, por ejemplo, la gamba roja en dos gramajes (grande o mediana) marcada brevemente a la brasa en el punto justo de cocción para desprender la cabeza sin esfuerzo y extraer sus jugos de un sorbo. Puro mar. Para algo más fresco, nos recomiendan los puerros escabechados con meunière de ceps, avellanas y brotes y la ensalada de alcachofa y tupinambo en texturas, espinacas, hinojo y piñones. “Son dos platos que gustan mucho desde que estamos abiertos”, detallan. Probamos, sin embargo, las croquetas de marisco (11,20 euros, 4 unidades), con los trozos de gamba en su interior bien visibles, y un untuoso tartar de atún Balfegó con stracciatella y pistachos (22,40 euros).

Nos decantamos por el cabracho cocinado en su punto a la brasa y presentado a la espalda. Viene acompañado de unos pimientos cocinados a la leña. Es un pescado de un gramaje considerable, un kilo, aproximadamente. “Para nosotros es muy especial poder ofrecer piezas enteras, presentarlas y desespinarlas a la vista del cliente en la mesita central del restaurante”, detallan. Al frente de cocina, un equipo con trayectoria; los chefs de la casa, Àlex Jiménez y David Noguera, con la asesoría del reconocido Ismael Alonso (de El Celler de Can Roca).
La vista privilegiada sobre los mástiles del puerto olímpico es un encuadre fotogénico perfecto. Máximo cuando caen las últimas luces de la tarde. La flamante apertura, que solo lleva tres meses de rodaje, forma parte de la estrategia de crecimiento de Familia Nuri, que suma ya seis restaurantes, entre los que se incluyen Ca la Nuri, Xiroi, Bar Nuri, Bar Nuri en Time Out Market y Arrozal. “El sábado y el domingo a mediodía son los momentos fuertes de momento, pero estamos seguros de que la cosa va a ir a más en cuanto apriete el calor”, explican. Y les damos toda la razón. Por emplazamiento y por la preciosa renovación que se ha hecho en esta zona de la ciudad, la cosa no debe sino mejorar.
Restaurante Nuara
Dirección: Moll de Gregal, Local 11, Sant Martí, 08005 Barcelona
Precio medio: 55 euros
Tel.: +34 932 216 704