El oro es sinónimo de riqueza . Se utiliza para producir joyería, está claro, y también para añadir un toque de esnobismo a productos de lujo de todo tipo. Pero también lo usan en la industria: el oro está más presente en nuestras vidas de lo que pensamos. No es el mineral más raro de la tierra, pero es mucho más caro que otros metales mucho más escasos. Sus propiedades -más allá del valor que se le ha otorgado a lo largo de los siglos- es la clave para explicar por qué el oro es tan caro.
No es oro todo lo que reluce. Así, según los científicos, la Tierra brillaría mucho menos si no fuera por una lluvia de meteoritos que tuvo lugar hace unos 3,9 mil millones de años. Basándose en los análisis de algunas de las rocas más antiguas de nuestro planeta, los expertos han descubierto la primera prueba directa que una lluvia de meteoritos cambió la composición química de la Tierra. Este hallazgo probaría la teoría que los meteoritos trajeron a la Tierra, cuando esta contaba con pocos años de vida, el oro y otros metales preciosos.
El oro es el metal más maleable, brillante, es conductor y resistente a la corrosión: estas propiedades hacen que sea un metal ideal para la industria
Y durante millones de años el centro de la tierra ha ido expulsando vetas de oro hacia su superficie. Se han encontrado piezas de oro en cuevas paleolíticas, marcando el primer contacto del ser humano con este material.
El oro es el metal más maleable, es decir, es capaz de extenderse en láminas o hilos muy fácilmente sin que se rompa o fracture. Otra característica del oro es su especial color brillante, unas calidades que le dan usos prácticos y superficiales en igual medida. En las joyas es la perfecta traslación del amor, de hecho se usa en alianzas de boda y sortijas, pero también en todo el resto de oferta de joyería. Como inversor, siempre ha sido un valor refugio en tiempo de crisis económica.
Así mismo, debido a su buena conductividad eléctrica y su resistencia a la corrosión, así como una buena combinación de propiedades químicas y físicas, el elemento 79AVE se empezó a emplear hacia el final del siglo XX como metal en la industria, especialmente en la electrónica. Aerospacial, medicina, arquitectura, electrónica, armamentística, motor... satélites, teléfonos, vehículos y aviones contienen oro. Incluso enviamos oro al espacio en las viseras de los astronautas para protegerlos de las radiaciones del sol.
Valor refugio
En todo el mundo el oro se ha usado para vehicular el cambio monetario, ya sea para la emisión y reconocimiento de las monedas de oro o del oro sin acuñar, o a través de billetes de papel convertibles en oro estableciendo los patrones de oro en los cuales el valor total de la moneda emitida se representa por las reservas almacenadas de oro. Las civilizaciones a lo largo de la historia se han dejado seducir por este precioso metal para dar valor a sus monedas: fenicios, griegos, romanos y egipcios. Estos últimos incluso se enterraban cubiertos de oro.
El oro ha representado la riqueza de las naciones a lo largo de la historia. El 1792 los Estados Unidos fija el precio del preciado metal en dólares y empezó la fiebre del oro. A principios de la Primera Guerra Mundial a las naciones en guerra se desplazaron hacia un estándar de oro fraccional, hinchando sus monedas para financiar el esfuerzo bélico. Después de Segunda Guerra Mundial el oro fue sustituido por un sistema de moneda convertible y más tarde al sistema de Bretton Woods. El Patrón oro, y la convertibilidad directa de las monedas con el oro han sido abandonados por los gobiernos del mundo, siendo reemplazado por la moneda fiduciaria. Suiza fue el último país de ligar su moneda al oro hasta que los suizos se unieron al Fondo Monetario Internacional el 1999.
El oro siempre ha sido un valor refugio: durante la crisis económica logró su precio máximo con 1.913,5 dólares por onza el 23 de agosto de 2011
No obstante, el oro ha sido un valor refugio siempre. El enésimo ejemplo de este valor lo encontramos con los incrementos de su precio durante la última crisis financiera. La debilidad del dólar disparó la demanda de oro en 2009, cuando pasó la barrera de los 1.200 dólares por una onza.
Posteriormente el oro tuvo nuevas alzas el mayo de 2011 cuando la crisis de la deuda de la Unión Europea hizo sentir la compra de oro como un activo seguro. Desde abril de 2001 el precio del oro se ha más que quintuplicado en valor respecto al dólar con un nuevo máximo de 1.913,5 dólares el 23 de agosto de 2011.
Minar
Desde aquellos febriles buscadors de oro y hasta hoy la minería del oro no ha cambiado mucho, si bien el uso de la tecnología se ha extendido en esta industria.
Encontrar una mina de oro es una tarea complicada y puede llegar a suponer diez años de trabajos para ingenieros, químicos y geólogos para encontrar una localización potencial. E incluso teniendo suerte, las posibilidades de desarrollar una mina son ínfimas. Sólo el 10% de las localizaciones contienen suficiente oro como para justificar la inversión.
Casi la mitad del oro se encuentra en la joyería, los inversores privados acaparan el 20%; los bancos centrales concentran el 17% del oro y el 13% restante se encuentra en tecnología
Aun así, la cantidad de oro que hay sobre la faz de la Tierra es muy exigua. Los expertos calculan que hay unas 190.000 toneladas de oro en la superficie de la tierra, colgando de nuestros dedos, cuellos y otros lugares, aproximadamente. Así toca a una onza de oro de 24 quilats por persona. Casi la mitad del oro se encuentra en la joyería, los inversores privados acaparan el 20%; los bancos centrales concentran el 17% del oro y el 13% restante se encuentra en tecnología o... en nuestras bocas, dado que los dentistas utilizan este metal en las prótesis dentales.
El futuro del oro
Los países con las principales reservas naturales de oro son Suráfrica, los Estados Unidos, Australia, Rusia, e Indonesia, pero encontrar nuevas ubicaciones es muy complicado y muy caro. Los geólogos calculan que sólo quedan unas 55 toneladas de oro enterradas en la corteza terrestre. Esto significa que si el ritmo de extracción de oro sigue al ritmo actual, el nuevo oro se acabará de aqui a 20 años. A la vez, si los costes de encontrarlo y extraerlo siguen aumentando, es muy probable que el oro acabe siendo mucho más caro. Muchos desearían que el rey Midas estuviera vivo.