Un paso atrás para volver a crecer

Joan Vila trata la transición ecológica desde el punto de vista de la empresa en su último libro, 'Economia en el Canvi Climàtic; Full de Ruta cap a la Societat Frugal'

El territorio es una de las claves de las tesis de Villa, emergiendo cómo una alternativa a la concentración de recursos urbana | EP
El territorio es una de las claves de las tesis de Villa, emergiendo cómo una alternativa a la concentración de recursos urbana | EP
Barcelona
27 de Agosto de 2021
Act. 27 de Agosto de 2021

"¿Seguir acelerando, más y más?". El ingeniero y presidente de la comisión de energía de Pimec JoanVila se hace,en elsuyo último libro Economia en el Canvi Climàtic; Full de Ruta cap a la Societat Frugal, una de las preguntas nuclearesde lo capitalismo contemporáneo. Si el mandato centralde lo modo de producción en los suyos cerca de dos siglos de historia ha sido el crecimientosinlímites, ¿qué hay que hacer ahora que la emergenciaclimática enseña, precisamente, los límitesmetabólicos del planeta?

El gerundense, consejerode loegat de la empresa besaluenca LC Paper, encuentra la clave de vuelta de todo en un modelo de consumo expansivo que considera absolutamente insostenible. Según Vila, hay que acabar con un modelo que ha basado su crecimiento a crear necesidades ficticias en la ciudadanía – una ciudadanía que, según opina el empresario, ha llegado a confundir "placer y felicidad", en un entorno que se aprovecha para vender y producir más y más. El consumo es la última pata, para el directivo, que acaba por sostener y justificar una forma de producir y distribuir que está devorando los recursos del planeta.

El camino hacia la economía sostenible es uno que opera en toda la cadena de creación de valor y consumo, según la tesis que Vila defiendeen elsuyo ensayo. Desde la implantación de nuevas tecnologías para hacer más eficientes las energías renovables o para recortar las necesidades de materias primeras y energía de los procesos productivos, a un lado de la cadena de producción; hasta un cambio, bastante radical, según las tesis del ingeniero, en los hábitos, las costumbres y los métodos de consumo de la población en general.

La cuestión de un crecimiento diferente, uno sostenible, pide echar el freno para poder cambiar el rumbo

Más allá de la economía productiva – producción, distribución y consumo de bienes y servicios como tal – la reflexiónen alrededor de la transición ecosocial de Vila también pasa por una regulación de la economía financiera. Las finanzas especulativas – que, en su última entrevista con VIA Empresa, el ingeniero consideró un "parásito" para las economías y las sociedades – tendrían que ser reguladas por poner el foco de la creación de valor, afirma, en actividades intelectuales cómo la educación, la salud o el ocio y la cultura: es decir, que aquellas inversiones que no fueran dirigidas a la producción como tal fueran hacia actividades con valor añadido por sí mismas.

"No me gusta hablar de decrecimiento porque genera rechazo – afirmó Vila – pero es evidente que una economía que una economía que reduce su consumo de energía, que fabrica con más eficiencia, que elimina aspectos especulativos, es una economía que decrece". El mercado y la innovación que, según Vila, lo acompaña son necesarios, imprescindibles de hecho, para poder llevar a cabo una transición ecológica que se tiene que empezar, afirma, en la próxima década. La cuestión que plantea no es la de frenar el crecimiento, sino la de impulsar uno de diferente, uno de sostenible – una cuestión que pide una pequeña frenada para poder cambiar el rumbo.

Una lucha cultural

El abandono históricode los postulados keynesians es, por Vila, una de las derrotas que ha llevado a la situación de emergencia ecosocial en que nos encontramos. Un cambio en el paradigma económico dominante acontece, pues, imprescindible para la construcción de una sociedad sostenible – un concepto que, de hecho, Vila no recoge de planteamientos económicos tan contemporáneos, sino que coge el guante de una declaración de la Comisión Mundial del Medio ambiente de las Naciones Unidas de finales de los 80: "Una sociedad sostenible es una sociedad que responde a las necesidades del presente sin comprometer la posibilidad de que que las generaciones que vendrán puedan satisfacer las suyas".

Vila: "Las ideas, por impensables que sean, han cambiado el mundo, y lo volverán a hacer"

Las economías occidentales, pues, saben hace años cuál es el tipo de sociedad a que, para mantener el equilibrio ecológico y por lo tanto social, se tendría que aspirar. Una sociedad, afirma el autor, en que "el altruismo tendría que tener prevalencia sobre el egoísmo, la cooperación sobre la competición, la importancia de la vida social enfrentede lo consumo ilimitado, el que es local sobre el que es global y la autonomía respetode lo hecho de vivir con reglas impuestas por un poder central y autoritario". Esto supone un cambio en el núcleo mismo de la organización de la vida contemporánea – una, en palabras de Vila, "Revolución pendiente".

El núcleo de esta revolución, se pregunta Villa, quizás está en una gran operación ideológica y cultural que sustituya las ideas de la antigua organización económica por unos nuevos principios rectores que sirvan de guía por esta Economía Frugal. Igual que la sociedad Mont Pelerin de Hayek y Friedman se encargaron de "dibujar nuevos conceptos para desmontar la economía socialista de posguerra". La necesidad de un Monte Pelerin climático, un nuevo núcleo llevar de ideas por una transición ecosocial, se encuentra en relación con todo el que propone Vila en elsuyo último libro. No en vano cierra unde los últimos capítulos recogiendo, de nuevo, el guante de Keynes: "Las ideas, por impensables que sean, han cambiado el mundo, y lo volverán a hacer".