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Pepe Navarro: "En casa se almorzaba, comía y cenaba herbolario"

Es la tercera generación al frente de Herbolario Navarro y el responsable de la expansión territorial de la empresa familiar

Pepe Navarro, director general de Herbolario Navarro | Cedida
Pepe Navarro, director general de Herbolario Navarro | Cedida
Barcelona
08 de Julio de 2022
Act. 08 de Julio de 2022

Pepe Navarro es la tercera generación de su familia al frente de Herbolario Navarro. Su bisabuela compró el negocio para su yayo, quien también se llamaba Pepe Navarro. Ella era pollera y vio el herbolari como "un negocio de futuro", explica Navarro. Y no iba desencaminada: con el paso de tres generaciones, el herbolario ha dejado de ser una tienda de referencia en Valencia y se ha convertido en una compañía que factura 21 millones de euros anuales y cuenta con una red de 48 locales distribuidos por todo el territorio español.

La historia del herbolario, pero, empieza mucho antes que los Navarro lideraran el negocio. Su inicio remonta al 1771. El herbolario era una pequeña tienda ubicada cerca del Ayuntamiento de Valencia que se fue cambiando de ubicación con los años, pero siempre se mantuvo en el centro de la ciudad. Estaba especializado en plantas medicinales y era una tienda de referencia en la ciudad del Túria. "Era relativamente pequeña en cuanto al negocio", detalla Navarro.

Estar en el momento adecuado: la sustitución

Pepe Navarro (el abuelo) tenía 18 años cuando trabajó por primera vez en el herbolario. Estaba haciendo una sustitución de dos meses cuando las propietarias de aquel momento le comunicaron que se querían jubilar. Así que su madre aprovechó el momento oportuno para comprar el negocio, "como un medio de vida para su hijo- explica-, sin implicarse ella en la empresa." En verdad, el tenía otros sueños profesionales: quería ser mecánico de imprenta. Pero no encontró trabajo de esta profesión, "hizo la sustitución a la herbolario y le gustó".

"Mi abuelo continuó el legado de los casi 200 años de historia de la tienda. Fue muy estudioso y leyó mucho sobre todas las propiedades medicinales de las plantas", explica su nieto, orgulloso de cómo convirtió la pequeña tienda "en un gran herbolari".

El mar revuelto de los herbolarios y la oportunidad de crecer

Pero murió demasiado joven, a los 57 años. Así que fue su segundo hijo (Pepe Navarro, también) y la mujer de su hijo los que continuaron el negocio. Tomaron el control alrededor de los años 70, un momento en el que el sector sufrió "años de decadencia", por el auge de las soluciones farmacológicas.

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Pero a río revuelto, ganancia de pescadores . Supo salirse de la crisis del sector tirando de la innovación. Incorporó al negocio nuevos productos más allá de las hierbas medicinales, oómo germen de los cereales, magnesio, mieles, pan integral, galletas para diabéticos o celiacos, etcétera. "Todo aquello que hoy en día se vende en un herbolari normal, pero que en aquel momento, si mi yayo hubiera levantado la caebza, se habría llevado un buen disgusto", recuerda.

Navarro y sus hermanos se criaron detrás del escaparate de aquella tienda de 700 metros

Pepe Navarro (pare) trasladó la tienda en más de una ocasión, pasando por diferentes locales, con el objetivo de ampliar la superficie, que acabó siendo de 700 metros cuadrados. La ampliación de la tienda es, de hecho, un reflejo de toda la incorporación de nuevos productos -ahora ya también de pastelería, o productos frescos y congelados-. "Se convirtió en una gran tienda de productos ecológicos y herbolario", indica Navarro.

El herbolario, lugar de encuentro familiar

Navarro explica que él y sus hermanos se criaron detrás del escaparate de aquella tienda de 700 metros. "El herbolario era el punto de referencia familiar. En casa, se almorzaba, comía y cenaba herbolario, como las tiendas tradicionales". Mamaron la tienda desde muy pequeños, sin saber, en su caso, que acabaría trabajando y liderando el negocio familiar.

Recuperar el control

En el 2001 los Navarro inician el primer proceso de expansión del negocio y lo hacen con un modelo de franquicias, pero no les salió como esperaban y siete años más tarde hicieron un cambio de estrategia: recuperar el mando. Algunas franquicias dejaron que cerraran y otras las recompraban para retomar el control del negocio. "Creemos que, desde la franquicia, no le ponían el mismo amor y dedicación que nosotros".

Navarro: "Creímos que, desde la franquicia, no le ponían el mismo amor y dedicación que nosotros"

En aquel momento, en 2008, empieza la expansión real: la orgánica, que se inició primeramente por las comunidades más próximas a Valencia y después fue expandiéndose territorialmente, como una mancha de aceite, hasta llegar a las 48 tiendas y las 350 personas en plantilla. Preguntado por su filosofía de liderazgo, Navarro dice que él procura no perder el espíritu familiar: "Intento cuidar a la gente del equipo, puesto que ellos cuidan nuestros clientes. Intento que seamos todos juntos una familia y tengamos un buen ambiente laboral", indica.

La transición digital, presente a cada estante

Navarro también lideró la transición digital de la compañía y no se conformó con un modelo de e-commerce común: digitalizó la operativa de todas sus tiendas y del almacén. "Tenemos todo el negocio digitalizado: cuando el cliente compra un producto y este pasa por caja, automáticamente el sistema revisa el stock y pide más productos a almacén", indica. El e-commerce, pero, todavía es una parte pequeña del volumen de negocio: de los 40 millones de euros que esperan facturar este año, prevén que el comercio online genere uno.

La historia se repite

Ante el auge de competidores y de empresas "que practican greenwashing y venden productos supuestamente ecológicos", Navarro afirma que ellos no venden tan solo un producto, libre de pesticidas o de productos químicos, sino que venden una filosofía: "Hay una historia detrás: son productos de kilómetro cero, tradicionales, del territorio y por los cuales pagamos un precio justo al ganadero."

Sobre la cuarta generación, considera que sus hijos todavía son muy pequeños para saber si acabarán liderando la compañía. Eso sí, "si quieren dinero parar el verano, tendrán que hacer tienda", afirma. Cómo lo hizo él, su padre y su abuelo. Los Navarro.