El 'pizzaiolo' catalán que se enamoró del caos napolitano: "Solo pienso en hacer pizzas"

Eric Ayala es el propietario de la pizzería del momento, Il figlio di Emiliano, donde contagia su pasión por la pizza a sus más de 200.000 seguidores

Eric Ayala, en el interior de Il figlio di Emiliano | David Lombrana Eric Ayala, en el interior de Il figlio di Emiliano | David Lombrana

Una pandemia, tiempo libre y mucha pasión por la cultura napolitana son los ingredientes del proyecto más emocionante del joven Eric Ayala, el pizzaiolo catalán de 25 años que, después de inaugurar Il figlio di Emiliano el pasado octubre, se está abriendo camino entre las mejores pizzerías del país. Aunque Ayala asegura a VIA Empresa que "no tenía ninguna conexión ni con el tema de la pizza napolitana, ni con el mundo de la cocina, ni con Italia", confiesa que, después de encontrarse con una serie de vídeos sobre las pizzerías napolitanas, lo que realmente le enamoró de la gastronomía napolitana no fue la pizza en sí, sino "los pequeños detalles de esos espacios, cómo de rápido se mueve el pizzero, la leña y el ambiente que se respira". Y es que esta pasión le ha llevado a situar lo que los napolitanos llaman napoletaneità en el centro de su vida, haciendo unas 260 pizzas diarias, el equivalente a cerca de unas 8.000 al mes.

Il figlio di Emiliano produce 260 pizzas diarias

"Cuando estalló la pandemia hacía recetas de cualquier tipo, si veía una de una tortilla de patatas, intentaba hacerla, pero el momento en que empecé a ver vídeos de cómo funcionaban las pizzerías napolitanas por dentro supuso un antes y un después. Quise hacer exactamente lo mismo", asegura. Sin embargo, el reto de transformar tu casa en una pizzería napolitana no es nada sencillo: "El primer obstáculo que me encontré haciendo pizzas en casa es que el horno no llegaba a los 450 grados necesarios para hacer una buena pizza napolitana, entonces le hice mil trucos para que llegara a la máxima temperatura posible hasta que el horno se rompió", comenta Ayala, quien, finalmente, hizo un espacio en el jardín de casa para un "pequeño y sencillo" horno importado de Italia.

De Sant Quirze del Vallès a Nápoles, de Il gioco dell'amore al Terrazzo

Este fue el punto de partida de lo que los casi 200.000 seguidores de Ayala -@ericayalapizzaiolo en las redes- conocen ahora como Il figlio di Emiliano, ubicado en el centro de Sabadell. Desde la localidad vecina, Sant Quirze del Vallès, el joven pizzaiolo comenzó haciendo pizzas para amigos y familiares en un espacio que bautizó como Il gioco dell'amore, hasta que decidió dar un salto en su carrera como pizzero y aprender de los mejores profesionales, emprendiendo una nueva etapa en Nápoles: "Cuando llegué, ninguna pizzería me quería como aprendiz, para los napolitanos suponía un gran impacto que un catalán fuera allí para ser pizzero porque no tienen la napoletaneità, es decir, la esencia que ellos consideran que tienen fruto de vivir en una ciudad caótica", explica Ayala, quien añade que "piensan que si no te has criado en esa ciudad, no sabes vivir en ese caos y, por lo tanto, no sabrás convivir en una pizzería napolitana".

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Las buenas noticias llegaron para el pizzaiolo después de un mes buscando un lugar donde formarse: una pizzería al lado del aeropuerto de Nápoles -que hoy en día está cerrada- acogió y dio una primera experiencia a Ayala dentro de la ciudad italiana: "Era una pizzería muy cutre, cogían a todo el que iba. Allí quemé muchas pizzas, pero la parte buena es que nadie te decía nada", recuerda con humor. La napoletaneità que le aportó esa experiencia lo llevó al Terrazzo, la pizzería napolitana que lo acogió y le dio prácticamente todos los conocimientos que tiene Ayala hoy en día. "Al principio estaban muy cerrados a la idea de enseñar a un tipo de fuera, pero conecté con ellos y, finalmente, me trataron como uno más de la familia".

La marca personal como clave del éxito mediático

Ayala volvió a su Gioco dell'amore cargado de conocimiento, pero, sobre todo, con ganas de seguir innovando. Como prueba, y impulsado por su madre, su hermana y su pareja, que trabajan con el joven emprendedor desde sus inicios como pizzero, llevó a cabo un programa para redes sociales inspirado en el famoso formato de citas First Dates. "Mi madre tenía muy claro que el discurso debía girar en torno a la marca personal, no hablar tanto de la pizzería como del pizzero", explica Ayala, quien añade que "mi hermana vio una oportunidad con las redes sociales de llevar a cabo un contenido ameno para todos y no tan técnico". De aquí nace buena parte del éxito mediático del pizzaiolo catalán, quien avanza a VIA Empresa que la actividad gastronómica -y amorosa- volverá pronto a Il gioco dell'amore.

8.000 pizzas y 140.000 euros de facturación mensuales: "Son muchas pizzas"

Actualmente, el local que más trabajo le da al emprendedor catalán es Il figlio di Emiliano, con el apoyo de un equipo compuesto por 17 personas que se distribuyen las tareas culinarias, administrativas y comerciales. Retomando la cifra inicial de pizzas producidas en el local -unas 260 diarias, que se traducirían en unas 8000 mensuales-, Ayala detalla que la facturación mensual oscila entre los 120.000 y los 140.000 euros. "Son muchas pizzas", confiesa el pizzaiolo, quien añade que "la facturación ha ido creciendo de forma continua y sostenida".

Il figlio di Emiliano factura cada mes entre 120.000 y 140.000 euros

Aun así, cuando Ayala es preguntado por el universo que rodea a su restaurante, lo tiene claro: "Al final, lo que yo sé y quiero hacer son pizzas". Por este motivo, en su carta, donde el ticket medio se sitúa sobre los 15 euros, no hay espacio para otro plato que no sea la pizza -y una breve y cuidada selección de postres-. Ayala destaca la Pizza Margherita: "Siempre aconsejo probar una Margherita, y debe ser la primera que se pruebe, porque es la pizza en la que más me he focalizado y donde realmente marcamos más la diferencia", comenta el pizzero, quien recomienda acudir al local en pareja y compartir una Maestro Roberto, una Margherita Corbarina, una Caramella o una Mia Innamorata. "No me he querido complicar con otros platos. Quiero concentrar todas mis energías en hacer las mejores pizzas posibles".

Ayala y el espíritu innovador: "No abriremos réplicas"

Il figlio di Emiliano factura cada mes entre 120.000 i 140.000 euros | David Lombrana
Il figlio di Emiliano factura cada mes entre 120.000 y 140.000 euros | David Lombrana

El carácter emprendedor de Ayala le ha llevado a plantear diversos proyectos en su aventura como pizzaiolo. Aunque Ayala asegura que abrir un nuevo local con las mismas características "es una garantía, ya que funcionaría igual de bien", descarta completamente la opción de hacerlo: "No abriremos réplicas. Nuestra intención es que cada pizzería que abramos sea diferente, y cada una tendrá su propio sentido". Aun así, comenta que ahora es "demasiado pronto" para pensar en una nueva pizzería, pero no tanto para imaginar su futuro caseificio.

"El problema más grande que tienen las pizzerías fuera de Italia es que, por ejemplo, en Catalunya no se produce ni mozzarella, ni fior di latte, ni burrata, tiene que venir de Italia, y en el plazo que tardan en llegar estos productos pierden su frescura", explica Ayala, quien sueña con crear su propia lechería donde producir estos productos para autoabastecerse. "Es un microproyecto dentro de los que tenemos en mente", comenta, a pesar de no poder adelantar muchas novedades. "Pero ahora mismo yo le estoy dedicando mucho tiempo a esta pizzería y a hacer las mejores pizzas", añade.

El éxito está en transmitir "el brillo de tus ojos"

De quemar el horno de casa a atraer a miles de amantes de la pizza de todo el país está claro que hay una evolución más que considerable. ¿Las claves del éxito? Ayala lo tiene claro: "Para impulsar cualquier negocio hoy en día considero que es esencial estar presente en las redes", comenta. "Si, por ejemplo, quieres abrir una floristería, debes crear una comunidad en Instagram, TikTok, YouTube y todos los canales posibles para explicar a la gente por qué el mundo de las flores es importante, mucho más allá de explicar que tú tienes las mejores flores y que sabes más que nadie. La gente debe saber qué simbolizan para ti las flores, deben ver el brillo en tus ojos". "Una vez hayas encontrado y conectado con tu público, ya verás qué quieres vender o qué tipo de local abrir, pero es esencial crear una comunidad antes de vender nada".

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