Se estima que en 2020, entre 22.000 y 50.000 millones de dispositivos estarán conectados en Internet. Y no sólo hablamos de nuestros ordenadores personales o de nuestros teléfonos, sino también de nuestra nevera, que nos avisará de la fecha de caducidad de los productos, o nuestras vambes, que subirán datos estadísticos de nuestro rendimiento a la nube.
La tecnología avanza muy rápidamente y nosotros, las personas, no nos quedará más remedio que adaptarnos a ella. Pero no es fácil adaptarse a los cambios y afrontarlos sin miedo. Es por eso que el experto en transformación digital, emprendeduría y marketing, Rafael Tamames, ha decidido coger la metáfora del laberinto y el queso que Spencer Johnson utilizó el 1998 en su obra Quien se ha llevado mi queso? y adaptarla al contexto actual en su libro Qué robot se ha llevado mi queso? (Alienta Editorial, 2018).
La obra de Johnson, presenta un laberinto en el cual hay dos ratones y dos hombres instalados cómodamente porque no los falta queso para alimentarse. Pero en un momento el queso deja de estar a su alcance y cambia de ubicación. Los ratones, sin pensarlo, salen a buscarlo, pero las reacciones de los hombres son más complejas. Mientras uno de los personajes humanos representa el miedo al cambio, el otro asume que las cosas cambian y no vuelven a ser cómo antes. Con esta metáfora, Johnson reflexiona sobre la noción del cambio y la necesidad de enfrentarse y anticiparse a él.
Ahora, 20 años más tarde, podemos hablar de un nuevo momento de cambio con las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad virtual, los robots, el blockchain... Y la pregunta que nos hacemos todos es: qué lugar tiene que ocupar la inteligencia humana en este nuevo panorama si parece que los robots se están llevando nuestro queso?
Los robots nos sacarán el trabajo?
"La historia ha demostrado que la tecnología no elimina lugares de trabajo, puesto que aunque algunas profesiones se vuelven obsoletas, aparecen de nuevas". Así de contundente es Tamames a su obra cuando habla del miedo de muchas personas de que los robots nos saquen el trabajo. Y lo demuestra con un estudio de Deloitte que afirma que en los últimos años la tecnología ha creado más lugares de trabajo de los que ha hecho desaparecer.
Además, el experto señala que los humanos seguimos siendo "imprescindibles", puesto que la tecnología no puede suplir las decisiones más cognitivas. Es por eso que hace falta una buena convivencia entre humanos y máquinas.
La digitalización ha llegado a nuestra vida cotidiana
Pero no sólo las máquinas comportarán la aparición de nuevos lugares de trabajo hasta ahora inexistentes, sino que "buena parte de las empresas actuales no existirán en los próximos 10 años porque las habrán echado del mercado emprendidas que todavía no existen", apunta el autor de la obra.
Sin embargo, nos hace falta un cambio de mentalidad y de hábitos en todos los aspectos para incluir los cambios tecnológicos dentro de nuestra vida cotidiana. La digitalización se tiene que democratizar y regularizar de manera legal, y se tiene que cambiar el sistema educativo actual para adaptarlo a los cambios que traerá la tecnología.