La ansiedad es uno de los síntomas de la impaciencia, lo habremos podido comprobar estos días confinados. Hoy, somos impotentes ante el tiempo muerto. No sabemos esperar. Con un poco de atención, podremos escuchar como el corazón se acelera ante un tono, notificando un nuevo mensaje.
Tenemos emociones contradictorias, nos dicen que tenemos que confinarnos y quedarnos en casa. Otros nos tocan la fibra de la paciencia. Queremos salir, bailar, cantar y llamar; correr y abrazarnos, queremos todo aquello que anhelamos. Siempre tendremos tiempo, sólo es un confinamiento provisional, hasta que pase todo. Es lo que escuchamos constantemente, pero no conseguimos sacarnos esta sensación impregnada de malestar.
Lo que se me ocurre es reaccionar cada vez que me siento inquieta con la situación. Siempre que pienso en los abrazos, cojo la guitarra y me pongo a cantar. Que pienso en correr, pongo unas sesiones de "zumba" en Youtube. Que echo de menos a mi gente, hago una llamada rápida. Que quiero dibujar y pintar, hago arte con el coronavirus. Acción y reacción para afrontar la impaciencia y el deseo del exterior.
Hago un llamamiento al "Carpe Diem" de la película "El club de los poetas muertos". Si no la habéis visto, es el momento!
El Rincón del Lector es una sección para compartir experiencias, dar tu feedback o hacer alguna sugerencia de todo aquello que te gustaría leer o escribir. Escríbenos a lectors@viaempresa.cat .