Will Smith, Darren Aronofsky (π, Requiem por un sueño, Black Swan) y Disney son tres de los nombres propios que se han encontrado en la serie documental "One Strange Rock" (Una piedra extraña), una serie producida por Nutopia y que está disponible en Disney Plus.
De series documentales de natura, odas al planeta y llamamientos a la acción para revertir el cambio climático hemos visto muchas, algunos de factura magistral como Cosmos, las del National Geographic o las imprescindibles de la BBC narradas por David Atenborough, y otros de cáscara con cincuenta con imágenes de stock con un narrador famosillo sacado de alguna película de ciencia ficción de éxito. No es el caso. Se explica por los protagonistas que os he mencionado.
Will Smith hace la función de cara conocida, de gancho que destaca en la parrilla infinita de la pantalla, pero no sólo. Además de hacer de narrador, aparece a menudo, siempre en primer plan sobre fondo blanco y en blanco y negro. Aquí se empieza a ver la mano de Darren Aronofsky. Will Smith modula poco su acento afroamericano, tanto que en algunos momentos me recuerda al joven Fresh Prince que sentí por primera vez en 1989 cuando rapeaba con Jazzy Jeff.
Y esto no es un detalle menor. Cómo pasa con "Connected", la serie de divulgación de Netfilx que os recomendaba hace un par de semanas, también hay una variedad en los géneros, orígenes, idiomas y colores de piel de los científicos y las científicas protagonistas, rompiendo el estereotipo del científico hombre, blanco, anglófion y con disfunción prostática.
A nivel conceptual no es la única conexión con Connected (juego de palabras buscado). Como la serie de Netflix, "One Strange Rock" explica ya en el primer episodio la conexión que hay entre el ecosistema del Sahara y el del Amazonia vía la arena que es transportada por el viento. Un fenómeno invisible desde tierra estando pero evidente desde la Estación Espacial Orbital. Es por eso que tiene como invitados siete astronautas que narran sus experiencias y su viaje personal. Aparecen con el mismo tratamiento visual en blanco y negro que Will Smith. Mención especial para el astronauta-músico Chris Hadfield y su versión de Space Oddity tocada en el espacio en gravedad cero.
Pero donde sobresale la serie es en el aspecto visual. La belleza de las imágenes, el tratamiento del color, los encadenados color / blanco y negro, el estiramiento y compresión del tiempo y otras técnicas de narración visual es donde Darren Aronofsky consigue innovar, en un campo —el documental de natura— donde nos pensábamos que ya estaba todo inventado. La narrativa visual no está sólo al servicio de los aspectos puramente estéticos sino que Aronofsky la usa para explicar procesos naturales complejas. La serie viaja desde el origen del oxígeno, a la creación de la vida y las sociedades pasando por la exploración de cómo sería la vida en otros mundos.
Obligatoria para fans de David Atenborough, de Darren Aronofsky, del hip hop "old school" y para familias con hijos en la ESO, especialmente si tienen unas décimas y tienen que estudiar en casa. Entra en el examen.