Organizado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, entre los días 5 y 8 de octubre Barcelona ha acogido la BNEW (Barcelona New Economy Week), evento sectorial dedicado a la Ciudad Condal. En la edición de este año (la segunda) el certamen ha apostado por la sostenibilidad, la ciencia, la movilidad, el talento y la ciudad, ejes que se han sumado a los ya existentes en 2020: logística, real estate, ecommerce, industria digital y zonas económicas.
La BNEW ha abarcado varios espacios de la ciudad, atendiendo a la naturaleza de las actividades: la Estació de França, la Casa Seat, el Movistar Center y La Boqueria. Y es que el evento quiere poner en valor la cultura, la gastronomía y la tradición de diseño de la ciudad. Para ello, el histórico mercado de Ciutat Vella ha sido actor y marco principal de diferentes showcookings de la mano de algunos reputados restauradores. Te los presentamos:
Albert Raurich, chef de Dos Palillos
Chef en la estela bulliniana, Raurich encontró en Dos Palillos y luego en Dos Pebrots junto a la incombustible Tamae Imachi, una forma personal y persuasiva de fusionar y condensar el concepto de la tapa española y la gastronomía asiática. Dos gastronomías que convergen en el palillo y que están más cerca de lo que uno cree. Una forma de conceptualizar lo que se pone en la mesa que es reflejo de las inquietudes de una mente inquieta: “Y yo me pregunto, ¿qué diferencia hay entre un pincho y un nigiri? ¿Y entre un pincho moruno y un yakitori? ¿O entre una tempura y un pescado frito? A nivel conceptual, ninguna”.
Quim Márquez, chef de El Quim de La Boqueria
El Quim es el habitáculo de una parada de mercado de toda la vida. Tras esta barra, hace más de 25 años que Marquez da la vuelta a las tapas típicas de mercado y las convierte en arte gastronómico. Producto fresquísimo pasado por la malla de su creatividad y pasión por la cocina. Los suyos son los taburetes más codiciados del mercado catalán favorito de los turistas. Márquez ha participado en dos sesiones, el 6 y 7 de octubre.
Paolo Casagrande, como jefe de cocina, y Joan Carles Ibáñez, como sumiller, son un sólido tándem para la sucursal de la cocina del laureado Martín Berasategui en Barcelona
Jeroni Castell, chef de Les Moles
Abrió su restaurante en medio de la nada sin tener idea de cocina o de gestión de restauración como desvela en el libro Les Moles, cocina y territorio (Planeta Gastro). Junto a su mujer, Carmen Sauch, tiraron adelante el proyecto, con determinación. Ahora es uno de los restaurantes reputados de Ulldecona, un pueblecito de apenas 5.000 habitantes en Tarragona. Y es sinónimo de proximidad, técnica y diversión.
Paolo Casagrande, chef de Lasarte
Casagrande, como jefe de cocina, y Joan Carles Ibáñez, como sumiller, son un sólido tándem para la sucursal de la cocina del laureado Martín Berasategui en Barcelona. Equilibrio, dinamismo entre recetas vascas de la casa madre (las famosas mantequillas de sabores), catalanas e italianas (Paolo nació en el Véneto) que se entrelazan: por ejemplo, en el ravioli con anguila del Mediterráneo y raifort. Recaló en Gipuzkoa en 2003 y su trayectoria siempre estuvo ligada al garrote vasco. Algunos dicen que ya con los snacks (con hueco para la mítica anguila con foie de Martín) se toca el cielo hasta el epílogo.
Las preparaciones del tándem Balam-Ruscalleda, inspiradas en muchas ocasiones en la cultura culinaria catalana, ofrecen una de las mejores experiencias gastronómicas de Barcelona
Raül Balam, chef de Moments (Hotel Mandarín Oriental)
Raül Balam no es solo el hijo de Carme Ruscalleda. El chef de Sant Pol lleva al unísono y junto a su madre la batuta de la cocina de este precioso hotel de Passeig de Gràcia con la sensibilidad y respecto al producto aprendido en casa. Las preparaciones del tándem Balam-Ruscalleda, inspiradas en muchas ocasiones en la cultura culinaria catalana, ofrecen una de las mejores experiencias gastronómicas de Barcelona.
Además de la puesta en común de estos expertos en fogones, durante la BNEW se han llevado a cabo sesiones con tradicionales comerciantes del mercado. Y, para dar una visión holística y más amplia de la gastronomía catalana, en la Estació de França se han llevado a cabo catas de jamón a cargo de Enrique Tomás y catas de aceites, dos de los productos más valorados de la llamada dieta mediterránea.