
Con la crisis económica provocando reestructuracions y despidos , las empresas y sus departamentos de recursos humanos han tenido que adaptarse a esta realidad. La película Up in the air (Jason Reitman, 2009), que tiene como protagonista a un gestor de despidos para empresas, proporciona algunos pistas sobre aquello que se tendría que tener en cuenta a la hora de manejar los recursos humanos de cualquier organización.
Se gestiona con personas, no con cosas
Up in the air confronta dos modelos diferentes de hacer frente a la tarea de despedir una persona de su trabajo. El personaje interpretado por George Clooney viaja de una punta a la otra del país para notificar el despido al afectado frente a frente. Su nueva compañera de trabajo (Anna Kendrick), propone un nuevo modelo de despido por videoconferencia, frío y distante. Ninguno de los dos modelos puede ahorrar el trance que un despido supone para el trabajador.
Qué marca la diferencia? Entender el otro como una cifra fría o bien, como una persona. Clooney ha entendido que, incluso en procesos tanto duros, hay unas normas no escritas, mientras que Kendrick intenta modificar el sistema sin entender qué elemento segestiona. Esta incapacidad de ponerse en la piel del otro explica también el fracaso de muchas iniciativas empresariales.
Convertir las crisis en oportunidades
En una de las secuencias del film, vemos como los dos personajes responden a la reacción de un hombre que acaba de ser despedido. Mientras que el personaje de Anna Kendrick recurre a argumentos fríos e impersonales que sólo hacen aumentar el desespero del trabajador despedido, Ryan (Clooney) apela a unas emociones muy diferentes: "usted ahora tiene una oportunidad, es como renacer", le dice al trabajador, remitiéndolo a los sueños y anhelos de juventud que nunca pudo hacer realidad.
Establecer vínculos y compromiso
Paradójicamente, el personaje de Clooney se define por su desarraigo e incapacitado de establecer relaciones. Cuando no se dedica a la gestión de la outplacement, pronuncia conferencias de motivación empresarial en las cuales, precisamente, intenta convencer de la importancia de "vaciar la mochila" y moverse ligero por la vida. En el discurso sobre delfines y tiburones, recuerda que "moverse es vivir" y que para poderse mover por la vida "se tiene que quemar a pesar de empezar sin nada".
Al final de la película, él mismo seda cuenta de la absurditat de una vida marcada por esta desafección. El protagonista de Up in the air es bueno en su trabajo de gestor de despidos porque él es el primero que no quiere mantener vínculos ni compromisos con nada ni nadie. Aplicado en el mundo de la empresa, hay que reflexionar sobre cómo funcionaría una organización donde sus trabajadores no tuvieran ningún tipo de implicación personal ni emocional.