El nuevo testamento explica como Jesús, a la última cena con sus discípulos, cogió una copa de vino y dijo: "Toméis y bebáis todos de ella, porque este es el cáliz de mi sangre". El vino es un elemento fundamental en el ritual católico, pero también es un producto de prestigio, muy llamativo para las celebrities que quieren ampliar su catálogo de negocios.
En este artículo repasamos cinco vinos de famosos que podrían obrar el milagro y resucitar los muertos.
Trump Winery, Donald Trump
Antes de ponerse a jugar a los presidentes de los Estados Unidos, Donald Trump era uno reconocido y excéntrico empresario de éxito. Uno de sus negocios es la Trump Winery, fundada el 2011 al estado de Virginia y que está en manso de su hijo Eric de acá que reside en la Casa Blanca.
En un ejercicio de optimismo, Trump describió la Trump Winery cómo "una de las compañías de vinos más importantes del país", cuando en realidad no comercializa más de 36.000 botellas al año. Lejos de las más de 60.000 que producen marcas del mismo Estado.
A pesar de todo, no se puede discutir el saber hacer de la Trump Winery. Con sólo seis años de historia, la marca acumula 21 premios nacionales e internacionales, y su Kluge SP Rosé ha sido distinguido como el "mejor escumós del mundo".
Planet Waves, Bob Dylan
Bob Dylan entró al mundo de los vinos cuando conoció al viticultor Antonio Terni. El encuentro con este hacen italiano introdujo al compositor en la industria y, desde el 2003, los dos colaboran en la producción de diferentes variedades.
La botella más conocida de Dylan es la Planet Waves, que toma el nombre del disco del cantante de 1974. Un vino tinto especiat, cosecha del 2002, con un toque de vainilla y con una fuerte presencia de la madera al paladar. Un one hit wonder de Dylan que se puede encontrar al mercado por 35 dólares.
Château de Tigné, Gerard Depardieu
Al corazón de la región francesa de Angers se encuentra el histórico Château de Tigné. Un castillo con más de 100 hectáreas de territorio destinadas a la producción del vino y que, desde el 1989, es propiedad del actor francés Gerard Depardieu.
A pesar de no probar una gota de alcohol desde el 2016, el actor sigue siendo un apasionado del vino y se implica en la producción de las 13 variedades de vinos tintos, rosados y blancos de su empresa. Un catálogo de productos que se mueven entre los 10 y los 25 euros y que cuentan con el aval de un auténtico buen vivant.
Casa Bianchi, Leo Messi
La relación de Leo Messi con el vino no es la misma que la de su compañero Andrés Iniesta. Mientras el manchego es un auténtico apasionado del producto, Messi forma parte de la industria vitivinícola por motivos solidarios.
La Fundación Leo Messi y la prestigiosa bodega Valentin Bianchi de la provincia argentina de Mendoza firmaron un acuerdo de colaboración el 2012 para sacar al mercado una colección de cuatro variedades bajo la marca Leo. Las ventas del producto irían destinados a proyectos centrados en la salud infantil y la educación.
Desde entonces, el vino ha traspasado fronteras, llegando a los supermercados y restaurantes de hasta 30 países.
Arraez con Chimo Bayo
Hu-ha! Confiese que lo ha cantado. Este es el nombre del último vino presentado por Bodegas Arráez. Una botella patrocinada por el DJ valenciano Chimo Bayo y que hace clara referencia al gran éxito de su carrera.
La marca ha definido el producto como un "techno-tinto" y ha explicado que, para seleccionar la uva, de variedad bobal, ha usado la metodología Hu-ha: "Esta sí, esta no".