
10
de Septiembre
de
2014
Cuántas veces se os ha estropeado el móvil? Cuántas pantallas de iPhone se os han agrietado al caer en tierra y han tardado demasiado a repararlo? Estas preguntas son las que trajeron a AlertaPhone, una joven empresa dirigida por Raimon Roger, a salir al mercado con una filosofía muy concreta. "No hay que tirar teléfonos, con la reparación se lospuede alargar la vida y esto, con la crisis, hace que la gente lo tenga más presente", explican.
Primeros pasos y especialización en reparaciones
AlertaPhone nació en 2011 centrado plenamente en el mundo de iPhone. Las dos ramas de la empresa eran la venta de accesorios para smartphones y tablets de la casa Apple y la reparación de sus productos de forma inmediata. "Vimos oportunidad de negocio porque el usuario del iPhone era el que más compraba y porque entonces Apple no reparaba los productos", explica Roger.
A finales del 2011, la empresa se redirigió definitivamente hacia las reparaciones y abriéndose a los smartphone de Android, en crecimiento. "Nuestro nicho de mercado era aprovecharse de la lentitud de las grandes empresas, marcadas por la burocracia, y ofrecer un servicio rápido y cómodo", asegura el CEO de la empresa, "entonces fuimos la primera empresa a hacer reparaciones en 24 horas". AlertaPhone también ofrecía una guía web donde el usuario podía saber como reparar su teléfono.
Apertura en España y proximidad al cliente
Instalados en Barcelona y con el negocio en pleno crecimiento, tuvieron la idea de abrirse al resto del Estado a través de una red de reparadors locales. La idea, poco ortodoxa, permitía a AlertaPhone actuar a varias poblaciones españolas sin tener que hacer un gran gasto en la expansión.
Esta red está formada por reparadors profesionales formatos por la compañía, que actúan en una área determinada y con total movilidad. "Actúan como una filial y son ellos quién van al cliente, no a la inversa", explica Roger, "de este modo los reparadors venden en casa tuya, al trabajo o donde quieras a ayudarte".
El uso de esta red no sólo es un ahorro económico por la empresa y un ahorro de tiempo por el usuario, sino que también aporta proximidad, confianza y versatilidad a la hora de actuar. "Esto hace que hàguem conseguido relacionarnos no sólo con particulares, sino también con comerciales o tiendas que utilizan iPads por temas de gestión y que con nosotros se ahorran tiempo y los problemas de las grandes compañías", sentencia Roger.
Un equipo en crecimiento
El equipo de AlertaPhone está formado por ocho miembros, que mezclan la experiencia del perfil sénior con el carácter emprendedor y tecnológico de los jóvenes. Actualmente, también cuentan con 12 reparadors distribuidos por ciudades como Barcelona, Madrid, Bilbao, Zaragoza, Sevilla o Valencia. Además, ahora empiezan a poner franquicias a disposición de la gente porque puedan asociarse y hacer llegar la imagen de AlertaPhone a otros rincones del país.
Esta joven empresa, que participó en el Barcelona Mentoring Program organizado por Barcelona Activa, facturó más de 200.000 euros durante el 2013 y prevén duplicar los resultados durante este año. Durante el 2015 quieren acabar de hacer la penetración total en el mercado español y después estudiarán abrirse en poblaciones concretas donde puedan tener una fuerte presencia.
Primeros pasos y especialización en reparaciones
AlertaPhone nació en 2011 centrado plenamente en el mundo de iPhone. Las dos ramas de la empresa eran la venta de accesorios para smartphones y tablets de la casa Apple y la reparación de sus productos de forma inmediata. "Vimos oportunidad de negocio porque el usuario del iPhone era el que más compraba y porque entonces Apple no reparaba los productos", explica Roger.
A finales del 2011, la empresa se redirigió definitivamente hacia las reparaciones y abriéndose a los smartphone de Android, en crecimiento. "Nuestro nicho de mercado era aprovecharse de la lentitud de las grandes empresas, marcadas por la burocracia, y ofrecer un servicio rápido y cómodo", asegura el CEO de la empresa, "entonces fuimos la primera empresa a hacer reparaciones en 24 horas". AlertaPhone también ofrecía una guía web donde el usuario podía saber como reparar su teléfono.
Apertura en España y proximidad al cliente
Instalados en Barcelona y con el negocio en pleno crecimiento, tuvieron la idea de abrirse al resto del Estado a través de una red de reparadors locales. La idea, poco ortodoxa, permitía a AlertaPhone actuar a varias poblaciones españolas sin tener que hacer un gran gasto en la expansión.
Esta red está formada por reparadors profesionales formatos por la compañía, que actúan en una área determinada y con total movilidad. "Actúan como una filial y son ellos quién van al cliente, no a la inversa", explica Roger, "de este modo los reparadors venden en casa tuya, al trabajo o donde quieras a ayudarte".
El uso de esta red no sólo es un ahorro económico por la empresa y un ahorro de tiempo por el usuario, sino que también aporta proximidad, confianza y versatilidad a la hora de actuar. "Esto hace que hàguem conseguido relacionarnos no sólo con particulares, sino también con comerciales o tiendas que utilizan iPads por temas de gestión y que con nosotros se ahorran tiempo y los problemas de las grandes compañías", sentencia Roger.
Un equipo en crecimiento
El equipo de AlertaPhone está formado por ocho miembros, que mezclan la experiencia del perfil sénior con el carácter emprendedor y tecnológico de los jóvenes. Actualmente, también cuentan con 12 reparadors distribuidos por ciudades como Barcelona, Madrid, Bilbao, Zaragoza, Sevilla o Valencia. Además, ahora empiezan a poner franquicias a disposición de la gente porque puedan asociarse y hacer llegar la imagen de AlertaPhone a otros rincones del país.
Esta joven empresa, que participó en el Barcelona Mentoring Program organizado por Barcelona Activa, facturó más de 200.000 euros durante el 2013 y prevén duplicar los resultados durante este año. Durante el 2015 quieren acabar de hacer la penetración total en el mercado español y después estudiarán abrirse en poblaciones concretas donde puedan tener una fuerte presencia.