05
de Mayo
de
2014
"Si nosotros no creemos en nosotros mismos, nadie más va a creer". Como una dicotomía imposible, el emprendedor del siglo XXI tiene que reflexionar sobre sí es autoestima o supervivencia. Es el eslogan que, como un mantra, tiene que repetirse cada día el emprendedor. Lo explica Ferran Badal (@FerranBadal), profesor del Instituto Europeo de Coaching y emprendedor desde el emprendida Provecho, con una carrera polifacética marcada por los éxitos y también por los fracasos.
Y es que la gestión del fracaso es para él la primera de las reflexiones que tiene que asumir el empresario novel que empieza de cero un nuevo proyecto. De este modo lo ha explicado al marco de la conferencia La autoestima como herramienta esencial para el éxito en la emprendeduría celebrada al Centro Internacional de Negocios de Cataluña (CINCO).
"Para mejorar nuestra autoestima hay que saber de donde venimos, cuáles son nuestros logros anteriores, las cosas importantes que he hecho y dónde he sido", expone Badal. Involucrarse en el proyecto al 100%, trabajar desde la vocación profesional y con el convencimiento que tu proyecto es único y que está, sin remedio, abocado al éxito. Es, casi, casi, una obligación.
También Javier Gómez, de la correduría de seguros banca ética Espino, está de acuerdo con que el éxito depende en un 50% de la actitud y la autoestima del emprendedor. Lo ve cada día en las formaciones que imparte a jóvenes y grandes que sueñan a convertirse en gestores de su propia empresa. "La actitud es fundamental, nosotros lo vemos en las clases, que hay gente que se atrasa y sehace atrás", apunta. Qué se puede hacer?, preguntamos. "Salir adelante, el mismo que hemos hecho nosotros, que no se paren en el primer inconveniente", reflexiona.
Gómez considera que el más fácil es pensar a la primera que se han equivocado. "Hay que disfrutar del que hacemos y no desmerecernos, cosa que hacemos normalmente. Es importante que cuando vamos a vender nuestro producto (o servicio) vamos confiados porque hay que creer en aquello que hacemos para seguir adelante", defiende también Badal. Para este último profesional, la asunción de la autoestima se logra en cinco pasos.
1- Saber gestionar el miedo al fracaso
"Es fácil renunciar, mucho más que fracasar". Hay veces que pasa, pero el límite hay que ponérselo un mismo. "Es posible que tengas palos a la rueda pero no es cosa tuya, pero si no sale a la primera, será a la segunda", matiza Gómez. Aquí es importando la experiencia, el backgroundemprendedor de la persona, puesto que para los más jóvenes es tal cerca el primer reto, pero las personas de mediana edad se enfrentan a la emprendeduría con fracasos ya gestionados.
2- Confiar en un mismo
Según la experiencia de Gómez, el emprendedor tiene "una especie de complejo, no sabe qué tiene que hacer y por donde tiene que ir". En su opinión, necesita apoyo, asesoramiento, apoyo. Un impulso, en definitiva. En este sentido, Badal propone que hay que hacer un listado de al menos 40 cosas positivas de cada uno. "Cuáles son tus logros más importantes?", pregunta, para explicar a posteriori que pensar las pasas que hicieron posible estos retos vitales (desde un maratón hasta un examen universitario) son esenciales para luchar por el objetivo último: hacer de tu empresa un éxito.
3- Trabajar el interior
Badal afirma que hay muchas herramientas para trabajar los errores: "La observación es una de ellas. Para lo cual es importante fijarnos en la comunicación no verbal y aprender a comunicarnos con nosotros mismos", apunta. En su opinión, la falta de autoestima es "el problema del siglo XXI".
4- Aprender a conocerse un mismo
Mirarnos, observarnos y conocernos. "Es importante reconocernos en la tarea diaria e identificarnos con el que vemos. Gustarnos, reconocernos", señala Badal.
5- Sentir el que decimos y estar seguros del que pensamos y estiércol
"La clave está en la actitud, a ver las cosas desde otro punto de vista", reflexiona. Se tiene que buscar la respuesta la pregunta "que se necesita para confiar y creer en cada uno de nosotros?" Porque cuántas veces cae, el emprendedor se tiene que levantar. En opinión de Gómez, es importante mantener una visión totalmente diferente, menos cerrada: "Cuando quieres hacer una emprendeduría no puedes ponerte orelleres, sino abrirte, por qué si no a la primera lo dejas", afirma. "Tenemos que atrevernos a ser diferentes y no ponernos un límite", desvela, por su parte, Badal. "Si no tengo argumentos para afirmar el que digo saber, no tengo nada", cierra el coach.
Y es que la gestión del fracaso es para él la primera de las reflexiones que tiene que asumir el empresario novel que empieza de cero un nuevo proyecto. De este modo lo ha explicado al marco de la conferencia La autoestima como herramienta esencial para el éxito en la emprendeduría celebrada al Centro Internacional de Negocios de Cataluña (CINCO).
"Para mejorar nuestra autoestima hay que saber de donde venimos, cuáles son nuestros logros anteriores, las cosas importantes que he hecho y dónde he sido", expone Badal. Involucrarse en el proyecto al 100%, trabajar desde la vocación profesional y con el convencimiento que tu proyecto es único y que está, sin remedio, abocado al éxito. Es, casi, casi, una obligación.
También Javier Gómez, de la correduría de seguros banca ética Espino, está de acuerdo con que el éxito depende en un 50% de la actitud y la autoestima del emprendedor. Lo ve cada día en las formaciones que imparte a jóvenes y grandes que sueñan a convertirse en gestores de su propia empresa. "La actitud es fundamental, nosotros lo vemos en las clases, que hay gente que se atrasa y sehace atrás", apunta. Qué se puede hacer?, preguntamos. "Salir adelante, el mismo que hemos hecho nosotros, que no se paren en el primer inconveniente", reflexiona.
Gómez considera que el más fácil es pensar a la primera que se han equivocado. "Hay que disfrutar del que hacemos y no desmerecernos, cosa que hacemos normalmente. Es importante que cuando vamos a vender nuestro producto (o servicio) vamos confiados porque hay que creer en aquello que hacemos para seguir adelante", defiende también Badal. Para este último profesional, la asunción de la autoestima se logra en cinco pasos.
1- Saber gestionar el miedo al fracaso
"Es fácil renunciar, mucho más que fracasar". Hay veces que pasa, pero el límite hay que ponérselo un mismo. "Es posible que tengas palos a la rueda pero no es cosa tuya, pero si no sale a la primera, será a la segunda", matiza Gómez. Aquí es importando la experiencia, el backgroundemprendedor de la persona, puesto que para los más jóvenes es tal cerca el primer reto, pero las personas de mediana edad se enfrentan a la emprendeduría con fracasos ya gestionados.
2- Confiar en un mismo
Según la experiencia de Gómez, el emprendedor tiene "una especie de complejo, no sabe qué tiene que hacer y por donde tiene que ir". En su opinión, necesita apoyo, asesoramiento, apoyo. Un impulso, en definitiva. En este sentido, Badal propone que hay que hacer un listado de al menos 40 cosas positivas de cada uno. "Cuáles son tus logros más importantes?", pregunta, para explicar a posteriori que pensar las pasas que hicieron posible estos retos vitales (desde un maratón hasta un examen universitario) son esenciales para luchar por el objetivo último: hacer de tu empresa un éxito.
3- Trabajar el interior
Badal afirma que hay muchas herramientas para trabajar los errores: "La observación es una de ellas. Para lo cual es importante fijarnos en la comunicación no verbal y aprender a comunicarnos con nosotros mismos", apunta. En su opinión, la falta de autoestima es "el problema del siglo XXI".
4- Aprender a conocerse un mismo
Mirarnos, observarnos y conocernos. "Es importante reconocernos en la tarea diaria e identificarnos con el que vemos. Gustarnos, reconocernos", señala Badal.
5- Sentir el que decimos y estar seguros del que pensamos y estiércol
"La clave está en la actitud, a ver las cosas desde otro punto de vista", reflexiona. Se tiene que buscar la respuesta la pregunta "que se necesita para confiar y creer en cada uno de nosotros?" Porque cuántas veces cae, el emprendedor se tiene que levantar. En opinión de Gómez, es importante mantener una visión totalmente diferente, menos cerrada: "Cuando quieres hacer una emprendeduría no puedes ponerte orelleres, sino abrirte, por qué si no a la primera lo dejas", afirma. "Tenemos que atrevernos a ser diferentes y no ponernos un límite", desvela, por su parte, Badal. "Si no tengo argumentos para afirmar el que digo saber, no tengo nada", cierra el coach.