Escritorio, silla, ordenador y luz de mesa. En Ikea, un mobiliario de despacho mínimo no llega a los 100 euros. Pero claro, no es lo mismo trabajar solo que acompañado de otros profesionales, de tu sector o no, con los que conversar, establecer sinergias, crear colaboraciones y tomar cafés en la puerta. Porque el coworking también es networking. De esto saben en los muchos que se han inaugurado en los últimos años en la ciudad de Barcelona, que ya suma casi un centenar. València le va detrás con una apuesta firme de hacer de estos espacios la base de empresas tecnológicas y entidades de innovación.
La capital del Túria ya suma 36 espacios actualmente, según cifras facilitadas por València Activa. Las Naves, Wayco y GeeksHub son algunos de los más conocidos. El primero es uno de los proyectos de los que ha hecho bandera el Ayuntamiento valenciano en la última época, puesto que recientemente ha presentado la ambiciosa campaña Persones, en la que la entidad pública quiere situarse en vanguardia europea con una propuesta innovadora. En la presentación, su directora, Marta Chillarón, explicaba la importancia del trabajo como centro de innovación: "Tenemos proyectos europeos con un presupuesto de 3,1 millones de euros, proyectos locales, una aceleradora pública de proyectos de innovación social... Pero sobre todo, y más importante, los que hacemos impacta directamente e indirectamente en las personas". A estas alturas Las Naves trabaja la movilidad, la energía y el agua, la agroalimentación, la salud y la ciudad saludable y la industria creativa y cultural.
Además, en Las Naves está Col·lab, un espacio de apoyo a proyectos innovadores en el que trabajan, por ejemplo, Green Urban Data, Reflash, Broculy o Esus, creadores del Electric SubUrban System (ESUS).
Desde Wayco, otro destacado coworking valenciano, trabaja por ejemplo Startup Valencia. En pleno corazón del barrio de Russafa, Wayco gestiona allí un espacio industrial rehabilitado y hasta ahora también otro similar en el barrio de Ciutat Vella, que daba cabida a una comunidad internacional y cosmopolita "ideal para freelancers, pymes, trabajadores remotos y nómadas digitales". Este último, sin embargo, cierra próximamente y la empresa inaugurará, el 1 de abril de 2020, otro coworking de 800 metros cuadrados en el distrito de Extramurs que bautizarán como Wayco Abastos y que contará con 90 espacios de trabajo con salas de reuniones y conferencias en una antigua fábrica de hilaturas.
València inaugurará próximamente La Centrifugadora y el coworking Wayco se traslada de Ciutat Vella a Abastos
Por ejemplo, Vortex Coworking es otro de los espacios de cotrabajo que hay instalados en València y también presenta dos ubicaciones: un espacio en el centro, en la calle Colón, y otro en la playa, en el barrio marítimo del Cabanyal y la Marina. Las tarifas de ambos son iguales (210 euros mensuales más IVA el más caro) pero las zonas comunes del centro de la playa -ofrece terraza interior y aparca-bicicletas- suma un plus por quien apueste por la zona marítima de València, que coge impulso con la ubicación de la Marina de empresas –donde está Lanzadera, el hub de JuanRoig-, tan cerca.
No en balde, el Ayuntamiento valenciano se ha propuesto hacer de la fachada marítima valenciana el espacio emprendedor y tecnológico por antonomasia de la ciudad, como ha explicado recientemente a preguntas de VIAEmpresa la regidora Pilar Bernabé en el desayuno informativo de presentación de cifras de València Activa.
La Centrifugadora, el nuevo gran espacio valenciano
En pocas semanas, sin embargo, se espera la inauguración de La Centrifugadora, el que será –hasta ahora- el mayor coworking de València. El consistorio valenciano anunciaba en noviembre de 2019 el inicio de reforma de la gran nave industrial que a principios del siglo XX albergó a la empresa Electra Valenciana SL y que ahora se llenará de mesas y sillas de oficina del siglo XXI. Estos días se ha publicado que el éxito de la startup Jeff los lleva a ocupar totalmente este espacio, pero VIA Empresa ha hablado con la empresa y comunican que "continúan valorando diferentes localizaciones, siendo el edificio de La Centrifugadora, situada en la zona (en auge) del Distrito Marítimo, una de las posibles opciones".
Barcelona, por otro lado, presenta un mapa muy completo de coworkings. Entre todos, y según cifras de Barcelona Activa, el más caro es el que gestiona Attico en la zona del 22@, en Poblenou: una estación de trabajo en Attico Med cuesta 300 euros al mes y tener allí una oficina privada puede suponer hasta 349 euros. No tiene que ser casualidad, puesto que el 22@ reúne las características más singulares de Barcelona: cerca del mar, en pleno distrito tecnológico, muy conectado... un paraíso para cualquier trabajador en remoto.
De hecho, la lista de coworkings barceloneses sitúa al 22@ como una de las zonas de coworkings más numerosa, junto con el Eixample y Gràcia. En el primero se encuentra el MOB, el espacio maker de Barcelona creado por Cecilia Tham ya hace unos años, en torno a 2010, que da cabida también al primer FabCafe de Europa. Ubicarse allí tiene un precio de 240 euros mensuales.
Pero es que además, a veces, los espacios dan un salto y tienen vida propia, como es el caso de La Hormigonera, uno de los tres únicos coworkings que se ubican en el distrito de Les Corts-Sants-Montjuïc. Con sala de exposiciones y agenda propia de actividades, La Hormigonera es un proyecto de oficina compartida con la idea de agrupar a profesionales de varias disciplinas dirigido a startups, microempresas, freelancers, emprendedores y creativos, así como a personas en transición profesional.
En Sant Andreu, por ejemplo, se sitúa el Canòdrom, el único espacio de cotrabajo de este distrito con solera de la capital catalana. El precio por estación de trabajo es de 180 euros al mes y está gestionado por el Ayuntamiento de Barcelona. En el también llamado Parque de Investigación Creativa se alojan incubadoras como Game BCN, de proyectos de videojuegos o el BTV Media Lab, un programa de desarrollo dirigido a los profesionales del sector de los medios de comunicación.
Un paisaje variado pleno de mesas Micke madein Ikea que salpican las ciudades como una gran mancha de aceite que se expande tan rápidamente como los nuevos modelos de trabajo.