Desaceleración o la historia de las naranjas de la curva

Empresarios de la industria valenciana reivindican un Gobierno estable, piden reforzar la Formación Profesional y critican el alarmismo por la desaceleración

Los empresarios participantes al encuentro al COIICV
Los empresarios participantes al encuentro al COIICV
València
12 de Noviembre de 2019
Act. 12 de Noviembre de 2019

- Conocéis la historia de las naranjas de la curva de Gata de Gorgos, en la Marina Alta?
Los comensales niegan con la cabeza.
- Un hombre tenía un cartel que decía: "Vendo naranjas detrás de la curva". Y, lentamente, empezaron a parar muchos a comprarle naranjas directamente. El negocio cada año le iba mejor. Tanto, que envió a su hijo a estudiar economía a la universidad. El chico viajó por el mundo y un día advirtió al padre que se acercaba una crisis muy bestia. El padre lo negó: "Pero si yo cada día gano más!". Aún así, el joven le aconsejó que tenía que ahorrar gastos ya para reducir el impacto todo lo posible y le sugirió ahorrar en publicidad. El padre lo aceptó y retiró el cartel que estaba antes de la curva y que renovaba de vez en cuando. Entonces, los clientes empezaron a dejar de ir y el padre exclamó: "Tenías razón, hijo! Hemos entrado en una crisis muy, muy dura".

 

Parece una fábula, y no sabemos si es cierta o no, pero la contó el director general del Grupo Royo, Félix Lafuente, en una comida con empresarios de la industria valenciana para ejemplificar una cosa: que las crisis llegan cuando se induce el miedo a los empresarios y, sobre todo, a los clientes. "España va bien, como dijo aquel político. He prohibido que en la empresa se hable de desaceleración. Nosotros continuamos creciendo bien", subrayó.

 

El encuentro multisectorial reunió en una misma mesa el pasado jueves en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunidad Valenciana (COIICV) su decano, Salvador Puigdengolas; el director de IMPROVEN, Sergio Gordillo; el director gerente de Tradebé Valencia, Ignacio Sánchez-Lafuente; el consejero delegado de Hinojosa Packaging (que por política de empresa piden no publicar el nombre); el director financiero de Antares Iluminación, Arturo Miquel; el director general de Importaco Food Service, Javier Mora; el consejero delegado de Asfaltos Chova, Eduardo Chova; el socio director de S2 Group, Miguel Ángel Juan; la adjunta a dirección general de Matrival, Silvia Peña; y la directora de calidad de RNB, Anabel Sanchis.

"No tenemos que crear alarmismo. Quizás gente que no está pensando en la crisis empieza a hacerlo y la falta de confianza afecta el consumo"

Durante el coloquio-comida se escucharon críticas a la clase política. Muchas, abocadas de manera elegante. La primera, la mencionada de que dejen de hablar de desaceleración o de recesión; la segunda, que la industria necesita un gobierno estable; la tercera, que no están fortaleciendo como es debido la FP.

Primer punto. Hostias para poner en la agenda mediática una supuesta recesión o desaceleración. Los representantes de la industria valenciana la negaron rotundamente cuando los periodistas preguntaron por ella. Hubo consenso en el hecho de asegurar que tienen previsto mantener las inversiones y seguir abriendo nuevas oficinas y que esperan crecimientos de la facturación los próximos años de entre el 5 y el 9%, a pesar de que sí que notan "tensión" en "la gestión de pagos". Sanchis (RNB) explicó que en los cosméticos, como es un producto "de aspiración personal", "no le está afectando el miedo a una nueva crisis". "En todo caso, si hablamos tanto, los clientes acabarán pensando que tienen que frenar los gastos", observó. En la misma línea se pronunció Mora (Importaco): "No tenemos que crear alarmismo. Quizás hay gente que no está pensando en la crisis y empieza a hacerlo. La falta de confianza afecta el consumo". Una idea generalizada es que, pase lo que pase, es imprescindible invertir: "Tus competidores seguirán invirtiendo. Si no lo haces, llegue una crisis o no, la tendrás igual".

Segundo punto, el político. Peña (Matrival): "No tenemos gobierno y lo necesitamos. La industria del vehículo eléctrico, por ejemplo, necesita nuevas infraestructuras como puntos de recarga y por eso tiene que ir de la mano de una Administración que les apoyo. Necesitamos saber qué pasará después del 10N, como evolucionará la política internacional y que pasará con las subvenciones". Igualmente Sánchez-Lafuente (Tradebé) apuntó que "se están notando" los efectos de la "importante crisis social y económica en Catalunya", a pesar de que Peña le matizó que en la industria de la automoción "Seat está triunfando".

"Ahora es complicado retener talento en base de salario. En nuestra empresa tenemos objetivos, no horarios: la gente entra y sale cuando quiere"

Tercer punto. Los empresarios de la industria valenciana consideran que el sueño de que el hijo o la hija vaya a la universidad se ha ido de madre: las facultades se han llenado de jóvenes mientras se han vaciado las aulas de los ciclos de Formación Profesional. Así lo señaló el consejero delegado de Hinojosa Packaking: "Tenemos facilidad para encontrar licenciados; sobran personas con altos niveles de calificación, de hecho, los tenemos sobrequalificats en trabajos de categorías inferiores. Tenemos un problema para encontrar un electromecánico. Tenemos que invertir mucho dinero para formarlos, cuando es la colectividad quién lo tendría que haber invertido. No estoy nada satisfecho con la relación que hay con la FP, que casi ha desaparecido: tenemos que buscarlos en casa del vecino o formarlos nosotros".

A esto se suma la dificultad de retener el talento, puesto que los empresarios observan un cambio en la escala de valores y ahora los candidatos buscan más la calidad de vida, lo que se denomina "salario emocional". Hablan de la flexibilidad horaria, del teletrabajo... y también de la ubicación de la empresa, como observa Lafuente (Grupo Royo): "Encontrar gente para la fábrica de València no nos cuesta nada, pero a Nájera (La Rioja) sí. El lugar es importante". Juan (S2 Group) lo confirma: "No crecemos más rápidamente porque no contratamos más gente. Tenemos una rotación rápida, ahora es complicado retener talento en base a salario. En nuestra empresa tenemos objetivos, no horarios: la gente entra y sale cuando quiere. Y estamos en la ciudad porque es más fácil llegar a las oficinas, puedes coger el transporte público y no necesitas coche, a pesar de que en las afueras sería más rentable".

"Ninguna compañía valenciana juega en la Champions. Incluso las más punteras tienen la mitad de crecimiento que las de otros países"

No todo son críticas externas. Durante el coloquio también destaparon las vergüenzas de las empresas valencianas, como dijo Mora (Importaco): "El empresario valenciano es muy innovador, pero no somos proclives a fusionarnos y ganar tamaño. Tenemos cultura de Falla, trabajamos con los del barrio porque nos conocemos y tenemos buena relación. En cambio, en los Estados Unidos todos quieren salir a Bolsa y ser más grandes". "No tiene nada que ver ni con a Corredor Mediterráneo ni con los aeropuertos, esto no es fundamental. Hace falta un poco de ambición, aquí cuando te puedes comprar la casa, el barco y jubilarte, ya paras", añadió.

De hecho, una de las frases con qué abrió la charla Gordillo (IMPROVEN) fue: "Ninguna compañía valenciana juega en la Champions. Inclús las más punteras tienen la mitad de crecimiento que las otros países". Juan (S2 Group) apuntaba el mismo: "El problema valenciano son las microempresas. Y una pyme de menos de 50 trabajadores lo tiene muy complicado para internacionalizarse". Y Mora (Importaco): "El gran reto es la internacionalización, mal entendida como exportación. Se trata de desarrollarse fuera con un crecimiento sostenible. Pero el 90% de la industria valenciana son microempresas".

Lafuente (Grupo Royo) también señaló como problema de la empresa familiar valenciana "la sucesión": "El padre es quien dice cada domingo, alrededor de la paell lo que se tiene que hacer en la empresa". Peña (Matrival) confesó que así se hace en su casa, pero entre risas aseguró que no siempre se le hace caso. "El tamaño de la empresa es el que le cabe en la cabeza al dueño", añadió Lafuente.

Y un último problema de los valencianos: no se ha trabajado bien la "percepción del valor". "Porque Italia ha sido la cuna del diseño cuando los valencianos somos grandes creadores? Si un italiano hace lo mismo que nosotros, lo vende mejor. Nosotros siempre hemos elegido diseñadores valencianos, a ver si la Capitalidad Mundial del Diseño de Valencia nos ayuda a posicionarnos en el mercado...", suspira Sanchis (RNB). Obstáculos internos y externos que, entre canapés y en compañía de personas con las mismas inquietudes, se digieren mejor.