Es cierto que 2011 no era el mejor año para emprender. En plena crisis económica, el valenciano Sergio Ferrer cogió el ordenador y decidió montar su propia empresa de soluciones de ingeniería. A pesar de que llegó a facturar 160.000 euros, consideraba muy dispersa su empresa y decidió pegarle la vuelta, añadir un socio -el economista Javier Cervera- y ofrecer un servicio que aprovechara la crisis ayudando a ahorrar energía a las empresas. Así nació Linkener en 2015, que en tres años ha multiplicado su facturación por diez. Ahora, además, ha recibido el impulso económico de Global Omnium con una inversión de 1,9 millones de euros.
Linkener se dedica principalmente a dar soluciones de eficiencia energética a empresas, industrias y pymes con la instalación de contadores, mantenimiento y asesoría energética. había un handicap. "Normalmente a los clientes no les gusta pagar para medir", cuenta Sergio Ferrer. Entonces se las ingeniaron para encontrar una fórmula sin gastos para el cliente y que los ayudara a detectar puntos de pérdida o potencial de ahorro. "Durante la crisis, era complicado hacer algo que se pudiera vender, porque la gente la última que quería era invertir o gastar dinero", añade.
"Si las empresas tienen un asesor fiscal, porque no un asesor energético que no implico un gran coste?"
Y dieron con la clave. Los consumidores de energía eléctrica (desde los hogares hasta la gran industria) pagamos por el equipo de medida a nuestra compañía. Lo hacemos en la factura mensual. A una empresa esto le puede costar entre 12 y 120 euros al mes. "Con ese importe, a nosotros nos da de sobra para sustituir ese equipo y poner el nuestro, homologado por la industria y por la compañía eléctrica y totalmente legal, y poder monitorizar el consumo con nuestro sistema. El cliente deja de pagar el alquiler a la compañía y pasa a pagarnos a nosotros", explica Ferrer.
El servicio de Linkener no queda aquí. Conscientes que "la energía es una grande desconocida" y que "el zapatero tiene que dedicarse a hacer zapatos y no a aprender a interpretar contadores", también actúan como asesores: "Nuestro modelo de negocio es dar un servicio al cliente. Igual que tienen un asesor fiscal, porque no pueden tener un asesor energético que no implique un gran coste?". De hecho, el contador va acompañado de un software, una plataforma web "intuitiva y fácil de usar" donde el usuario puede configurar alarmas y acceder a informes y gráficos "muy masticaditos".
Un ejemplo de ahorro de 15.000 euros
La crisis ayudó a esta empresa a crecer porque la eficiencia energética ayuda al bolsillo de las empresas. Ferrer pone un ejemplo: en un edificio de cámaras frigoríficas de Valencia (muy habituales por el fuerte sector hortofructícola) detectaron un consumo de los motores anómalo. Con unos controles secundarios descubrieron que la central que comandaba los motores estaba desprogramada y arrancaban cuando querían, consumiendo el doble. Solucionado el problema, la empresa redujo su consumo en un 60% y ahorró 15.000 euros al año "sin inversión".
Economía circular y sostenibilidad
Pero no es sólo una cuestión de dinero. El otro pilar de Linkener, subraya el CEO, es que se basa en los conceptos "de economía circular y sostenibilidad": "Vender un contador es generar un residuo. Cuando se estropea, el cliente lo tira a la basura. Nosotros preferimos dar un servicio, y que en lugar de gastarse 600 en el aparato, pago 6 euros al mes con todo incluido, mantenimiento y reposición. Después nosotros reparamos y volvemos a poner los contadores en funcionamiento. Buscamos reducir la generación de residuos y ser más sostenibles".
"El zapatero tiene que dedicarse a hacer zapatos y no a aprender a interpretar contadores"
Avanzarse a la normativa europea para ser los primeros
Linkener trabaja con 2.500 partners (consultorías energéticas, ingenierías o comercialitzadores eléctricas) que contratan sus servicios "para fidelitzar clientes" y distribuyen sus herramientas a escala estatal e internacional. Así han conseguido entrar en Portugal o Italia, pero aspiran a mucho más: "Buscamos posicionarnos en Europa". Ferrer cuenta que en un "mercado común donde todas las normativas tienden a estandarizarse", su estrategia para conseguir entrar es "avanzarse, ir un paso por delante de la normativa". Explica que hay "miles" de empresas en Europa que hacen medida y gestión de la eficiencia energética, pero asegura que "todas se centran en la venta del producto". Linkener, en cambio, destaca que lo hace en el servicio de información, asesoría y atención.
El impulso de Global Omnium
La empresa ha tenido un crecimiento espectacular. Si en 2015 -primer año después de la reformulación de la empresa con una parada importante en la comercialización- facturó 60.000 euros, en 2017 llegó a los 350.000. Las últimas cuentas hablan de 600.000 euros en 2018, es decir, la cifra se ha multiplicado por diez en tres años. Y la previsión para 2019 es duplicarla y llegar al millón y medio. Hoy tiene 16 trabajadores (programadores, electrónicos, ingenieros, economistas y comerciales) y quieren contratar cinco más los próximos meses.
Sergio Ferrer empezó a solas y prácticamente con nada: un capital de 3.000 ("el necesario para poder crear la sociedad") y muchas, "muchísimas" horas de trabajo. Después obtuvo una ayuda de 75.000 euros de la plataforma europea Kick InnoEnergy y un préstamo formativo de Valencia Global del IVACE. El gran impulso ha llegado este año con la fuerte apuesta por parte de uno de sus clientes, Global Omnium, que ha invertido 1,9 millones de euros en la compañía.
Linkener ya monitorava algunos suministros eléctricos de la multinacional en España (desde sistemas de bombeig hasta depuradoras, edificios de oficinas o puntos de recàrrega de coches eléctricos). Su trabajo ha ayudado a reducir un 15% los gastos energéticos de Global Omnium y ahora esta le ha abierto la puerta de la aceleradora Go Hub para entrar en las administraciones públicas y avanzar en su proceso de internacionalización.