Tocan las campanas del Ayuntamiento y ellos hacen un receso. Silencio.
-"No gritéis, que no se nos escucha".
-"¡Ahora!", dice otro.
Son los iaioflautas valencianos que cada lunes se manifiestan vestidos con chalecos amarillos ante el balcón municipal para exigir, a quien toque, unas pensiones dignas. Cuando yo me acerco a saludarlos están leyendo el manifiesto en vo alta, sin megáfono porque se ha estropeado. "Vosotros los jóvenes no sabéis lo que tiene que venir. Cómo apliquen la mochila austríaca estáis perdidos", suelta uno de los jubilados. PAM. Golpe a mi presunción de ignorancia. La edad es sabia, queridos lectores, porque de la mochila austríaca me habla el jubilado con idéntica pedagogía que la empleada por Marta Escobar en el reportaje que VIA Empresa publicó hace unos meses para explicar en que consiste este sistema de fondos para el trabajador.
Pero además de manifestarnos, esta semana también hemos ido de fiesta, que de esto los valencianos sabemos un poquito. La celebración de los Premios AJEV 2019 ha sido un acertado encuentro del ecosistema emprendedor valenciano en el distrito tecnológico de València, en la zona marítima del Grao. La cita nocturna arrancaba con un photocall en que la primera fotografía se la hacía el presidente de AJEV, José Vicente Villaverde, con sus padres. Un gesto que habla de nosotros: aquí somos así, muy de casa, cercanos y sentidos. Lo demuestra Salvador Navarro, presidente de la CEV, cuando le pregunto qué le parecen este tipo de 'saraos': "Es importante en un mundo globalizado que estemos todos juntos, tenemos que aprovechar estos actos. Acabará esto y todavía iré a otro acto pero esta es una profesión de relaciones y hay que estar y aprovechar los encuentros", reconoce. De hecho, me explica que lunes estará en Barcelona para presenciar en la sede de Foment del Treball la entrega de los Premis Ferrer Salat.
Saludo de dirigentes de AJEV y responsables empresariales e institucionales al photocall de los AJEV 2019 | NNG
Salvador Navarro (CEV): "Es importante en un mundo globalizado que estemos todos juntos, tenemos que aprovechar estos actos"
Esa proximidad también se nota en los discursos de los ganadores, de los encargados de entregar los premios e, incluso, en los de los dirigentes. "AJEV somos todos y juntos todos seremos más fuertes", afirma Villaverde en la conclusión del acto. Segundos después el público se pone en pie enloquecido por la música del DJ que pincha desde el escenario. Estar en el espacio La Mutant y no bailar se le debía de estar haciendo extraño a más de uno, como reconoció algún empresario sin ninguna vergüenza.
Mañana. En un horno de barrio. Donde se pulsa el sentir del pueblo, dicen. Dos jubiladas toman café con leche, conversan sin a penas mirarse. "Y Mercadona ha subido muchísimo. Ayer compré pollo, una cuarta de jamón y dos brics de leche: ¡19 euros!", comenta una amiga a la otra. También hablan de los pisos ocupados al barrio de Horta de Barcelona, "¡qué barbaridad! ¡Estaban llenos de suciedad!". Horta es un barrio como este en el que ellas charlan y yo pongo la oreja como siempre hago cuando soy sólo unos dedos tecleando un Mac en una mesa de bar.
Y Mercadona es una eminencia en València. Es nuestro supermercado, donde compraba la gente del barrio cuando había diferente cartelería en sus tiendas y el lema era SPB, el conocido 'Siempre Precios Bajos'. Ahora Mercadona sigue siendo emblema de precios bajos, pero impulsa startups, gestiona escuelas de negocio e invierte en empresas de emprendedores consolidados, como esta semana han hecho con foodVAC. 400.000 euros del bolsillo de Juan Roig y Hortensia Herrero para impulsar esta empresa de la Pobla de Vallbona, municipio a 25 minutos en coche de Tavernes Blanques, donde está el centro neurálgico de la reina de los productos Hacendado. Todo queda en casa.
En la Pobla de Vallbona, por cierto, ha ganado VOX estos últimos comicios. Un 22,25% de los votos, por delante el PSOE, PP y Podemos, en este orden. Sí... La política nos ha dejado una semana larga. Desde el domingo han pasado muchas cosas. El triunfo en votos de la extrema derecha, el corte de la AP-7 en La Jonquera, el preacuerdo de Gobierno, la caída de Rivera... todo tendrá consecuencias económicas. Cómo ha convencido Vox, siendo una especie de flautista de Hamelín, a más de tres millones de personas es trabajo de análisis de otros medios, pero en VIA Empresa nos interesa saber qué pasará en el Congreso de los Diputados cuando las políticas progresistas del (posible) nuevo Gobierno choquen con sus principios: recordamos que la formación propone, por ejemplo, reducir el 10% de las cotizaciones de las empresas para nuevos contratos indefinidos en caso de trabajadores de nacionalidad española en paro. Nacionalidad 'española', bien matizado.
Entonces, me pregunto, ¿qué hacemos con ese talento internacional que queremos que integre nuestras empresas, que sacuda nuestra manera de hacer para enriquecer nuestra economía? Seria interesate que algunos (o muchos) escucharan a gente como Ana Revenga, doctora en Economía por la Universidad de Harvard y licenciada en Matemáticas y Economía por el Wellesley College, que este martes en el último Diálogo IVIE-Fundación Ernest Lluch (al cual asistió nuestro colaborador Joan Majó, como presidente de la Fundación) afirmaba que "el 10% de las patentes de todo el mundo están desarrolladas por personas que no trabajan en su país".
Majó, a la izquierda, en la foto de familia del último Diálogo IVIE-Fundación Ernest Lluch | Cedida
Quien no llora no mama, dicen. Por eso, al nuevo Gobierno, estos días Joan Ribó le ha pedido que cumpla con los "deberes pendientes" con la ciudad de València: "La asunción de la deuda de Marina, el avance en las infraestructuras ferroviarias que necesita nuestra ciudad, o la puesta en marcha de un contrato-programa para mejorar la movilidad en toda el área metropolitana". Exigencias varias, como la que el mismo alcalde hace también durante el homenaje a las personas mayores de la ciudad: "Es de justicia devolverles todo ese esfuerzo con unas pensiones dignas e iniciativas como la teleasistencia (...)", expresa Ribó. Fuera, los pensionistas, claman: "¡Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden!". Gritan a la misma hora que el discurso del alcalde. ¿Se escuchará la proclama adentro?