B2Brouter es una plataforma pionera en la facturación electrónica y que es utilizada en todo el mundo. La idea nace el 2010, cuando Oriol Bausà, experto e interesado en este ámbito desde hace más de veinte años, detectó que el futuro pasaba tanto sí cómo no por el mundo digital. 13 años después, B2Brouter ha revolucionado el sector con su apuesta por un modelo freemium que ya llega a 150.000 usuarios de un centenar de países.
Uno de los cerebros a la Comisión Europea
El 2004, Oriol Bausà ya empezó a buscar herramientas digitales que validaran documentos y facturas a través de internet. Su conocimiento lo llevó a estar trabajando por la Comisión Europea hasta el 2010, donde tuvo un papel fundamental en la creación y definición de la Norma Europea de la factura electrónica.
"El 2010 preveía que tenía que explotar, en España ya se empezaba a hablar", explica Bausà, que destaca que en aquel momento no había herramientas suficientes, especialmente para autónomos y pequeñas empresas. Reconoce que seguramente fue demasiado pronto, pero fundó B2Brouter. No fue hasta el 2015 cuándo el Estado se estableció la obligatoriedad de hacer las facturas electrónicamente en las administraciones, pero ellos ya llevaban cinco años de experiencia que les sirvió para posicionarse.
Oriol Bausà: "Teníamos una especie de misión social"
El fundador de B2Brouter tuvo claro desde el inicio que apostaría por una plataforma gratuita, con una opción de pago para usuarios que quisieran más funcionalidades. "Teníamos una especie de misión social de concienciar la gente de los beneficios del intercambio de documentos electrónicos", enfatiza.
Así, su tarea fue casi de activista y busca acabar con la brecha digital entre las grandes y pequeñas empresas: "Pensamos que era un cambio muy fuerte, muy radical en la manera de gestionar la empresa. Y, si pones barreras de entrada cómo costes asociados, todavía es peor". Así, la apuesta por la gratuidad hizo "perder el miedo" a clientes potenciales a sumarse al cambio. El hecho de ofrecer un "servicio universal y gratuito" les dio un crecimiento muy importante.
Un sistema abierto
Pero la gratuidad no es la única característica que hace especial a B2Brouter. Igualmente, Bausà tuvo claro que el sistema tenía que ser abierto, sin restricciones para trabajar con otras plataformas. Así como hay herramientas que solo pueden intercambiar documentos digitales con personas con la misma herramienta, no es el caso de B2Brouter . "Nadie entendería que desde un teléfono con Movistar no pudieras llamar a uno de Vodafone", ejemplifica.
En cambio, sus competidores, más dirigidos a multinacionales, se basaban en redes cerradas, un modelo "antiguo". "Nosotros hemos hecho un cambio de paradigma. Hemos ofrecido un servicio universal, no solo para unos cuántos, y de red abierta", indica Bausà.
El futuro ya es aquí
Bausà tiene claros los beneficios de la facturación electrónica: se incrementa la transparencia, los cobros están a tiempo, la eficiencia aumenta y la gestión se simplifica. Desde el cobro de facturas hasta la liquidación de impuestos. Las horas perdidas al pasar las facturas al ordenador tienen los días contados. "Cuando era autónomo, me pasaba un fin de semana cada trimestre haciendo el IVA", recuerda.
Y es que la nueva ley española prevé que las empresas con un negocio superior a los 8 millones de euros estarán obligadas a hacer la facturación electrónica durante este 2023, mientras que las más pequeñas tienen dos años de margen. Pero el camino ya no tiene marcha atrás. Y B2Brouter ya tendrá experiencia y conocimiento del mercado. "El papel de aquí a dos años ya no será aceptado", sentencia Bausà.
Uno de los motivos que hace avanzar hacia esta nueva realidad es el control fiscal y la lucha contra el fraude. "Hay gente a quien le puede parecer mal, pero alguien que defraude el IVA no sé si es positivo por la sociedad", reflexiona.
La excepción española
El director de B2Brouter explica que España fue uno de los primeros países europeos en establecer la factura electrónica en las administraciones. Pero no ha acabado siendo un ejemplo. Cómo pasó con la banda ancha de los trenes, que en España se hizo diferente de la europea, el error se está cometiendo con la facturación electrónica.
"En España hay una cosa que no se ha hecho bien: seguir su propio estándar nacional y las empresas tienen dificultades para recibir o enviar facturas de fuera. Hay estándares europeos que se están convirtiendo en internacionales", avisa Bausà. Sea como fuere, uno de las ventajas de B2Brouter es que trabajan para adaptarse en cualquier país.
De Sabadell al Japón
"B2Brouter cuenta con un modelo de negocio único: no hay ninguno otro portal de facturación electrónica freemium y universal", destaca el fundador de la compañía nacida en Sabadell . Este hecho, sumado a la experiencia y contactos del mismo Bausà en este sector, les ha llevado en todo el mundo. Alemania y Francia son los mercados principales, pero también tienen presencia destacada en Inglaterra. Suecia, Bélgica o Suiza.
Una ventaja de B2Brouter es que ofrece un modelo estándar que se puede utilizar a la mayoría de países. Un modelo que conoce muy bien Bausà, puesto que fue uno de los que los definió en la Unión Europea. El objetivo actual es entrar con más fuerza en países asiáticos cómo Singapur, Japón o Malasia y consolidarse en los Estados Unidos. En Nueva Zelanda ya tienen una sede. En total, 150.000 usuarios repartidos por el planeta.
Cómo salen los números?
A pesar de tener 150.000 usuarios, solo 10.000 son de pago. La pregunta es de donde surge el negocio. La clave es la escalabilidad. Para la empresa, el coste es el mismo haya 10 o 1.000 usuarios. Sí que puede crecer la atención al cliente, pero cada empresa se encarga de utilizar la herramienta. Así, se centran en ofrecer servicios atractivos para que la gente dé el paso y pague una suscripción, que puede ser de unos cien euros anuales.
Con este modelo, cerraron el 2022 con una facturación de 2 millones de euros, un 35% más que el 2021. "Cada vez hay más empresas y autónomos interesados en la facturación electrónica. Y desde B2Brouter ofrecemos un servicio útil y sencillo, con un objetivo claro: conseguir que los beneficios de la digitalización lleguen a todo el mundo", enfatiza Bausà, que detalla que tienen una treintena de trabajadores.