"Por el grosor del polvo en los libros de una bibliotecapública, se puede medir la cultura de un pueblo". Si tomamos la referencia que propone el autor y Nobel estadounidense JohnSteinbeck, probablemente, Barcelona sería una de las ciudades de todo el mundo que más trabajo daría a la hora de medir su grado de cultura, ya que no solo ostenta el título de Ciudad de la Literatura de la Unesco, sino que además tiene la mejor biblioteca del mundo, según la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA), y forma parte de la lista de las 25 ciudades con más bibliotecas públicas por cada 100,000 habitantes. Así queda reflejado en los datos publicados por el World Cities Culture Forum, la red mundial líder de las ciudadescreativas que sitúan la cultura como uno de sus pilares, que considera que la capital catalana "ha hecho una contribución importante a la cultura mundial" y, con 2,44 bibliotecas públicas por cada 100.000 habitantes, ocupa la posición 24 de este ranking.
Barcelona dispone de 2,44 bibliotecas públicas por cada 100.000 habitantes
El listado está liderado, principalmente, por países europeos. Varsovia ocupa la primera posición con casi 12 bibliotecas públicas por cada 100.000 habitantes, seguida muy de cerca por Seúl, con 11,5, siendo con Shenzhen (5,4) el único territorio no europeo del top 10. Bruselas y París, con 10 y 8 bibliotecas respectivamente, ocupan la tercera y la cuarta posición, muy destacadas por encima del resto de ciudades, que comparten cifras más similares: Estocolmo (5,9), Viena (5,9), Helsinki (5,7), Milán (5,4) y Edimburgo (5,3).
40 bibliotecas barcelonesas que se recuperan de la pandemia
Con las 40 bibliotecas que muestra el Observatorio de datos culturales de Barcelona publicado por el Ayuntamiento de Barcelona a través de BarcelonaCultura, Barcelona se encuentra lejos de formar parte de este top 10. Comparte unos registros muy similares con Tokio (2,84), Buenos Aires (2,8) o Los Ángeles (2,5), justo por encima, así como con Melbourne (2,4), Nueva York (2,4) o Austin (2,3).
Sin embargo, el uso de las librerías públicas barcelonesas está en aumento: el mismo observatorio recoge que, en conjunto, en 2022 recibieron 4.782.702 visitas, frente a los 3.960.455 de 2021 y los 2.497.769 de 2020. Aunque no crecen al mismo ritmo, el número de préstamos también se ha visto incrementado, superando los tres millones el pasado 2022. No obstante, se trata de unos registros que en 2019, antes de la crisis de la covid-19, eran bastante superiores: 6.729.140 visitas y 3.436.920 préstamos.
La mejor biblioteca del mundo está en Barcelona
La Biblioteca Gabriel García Márquez fue considerada el año pasado como la mejor biblioteca pública del mundo en el Congreso Mundial de Bibliotecas e Información organizado por la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA), que se celebra en Róterdam. La biblioteca especializada en la literatura latinoamericana es el tercer equipamiento más grande de la red pública de Barcelona. Es un edificio de seis plantas con una estructura de madera y vidrio de casi 4.000 metros cuadrados, que lleva el nombre de uno de los autores más reconocidos del siglo XX. Se calcula que se han vendido más de 30 millones de copias de su obra Cien años de soledad, que está traducida a 49 idiomas.
Entre las bibliotecas mejor valoradas en la capital catalana por Time Out, está la Biblioteca Joan Miró, un espacio que fue construido en forma de barco para simular que diariamente navega entre el conocimiento. Fue el primer edificio de la ciudad concebido como biblioteca y el primero, también, en disponer de catálogo automatizado. La instalación fue inaugurada en 1990, pero, debido al contexto climático actual, el agua que se encontraba a su alrededor ha sido recientemente retirada.
Aunque nació como una cooperativa obrera, 11 años más tarde, en 2001, se inauguró otra prestigiosa biblioteca, la Biblioteca Barceloneta - La Fraternitat. Fue impulsada para garantizar la igualdad de oportunidades y el libre acceso a la información, la formación, el ocio y la cultura de los ciudadanos, y destaca por su vocación de servicio territorial, de arraigo en el barrio y la especialización temática en ámbitos como la restauración y la hostelería.
Otro espacio cultural popular en la ciudad condal es la Biblioteca Sant Pau-Santa Creu, la biblioteca del barrio del Raval, que hoy ocupa las dependencias que formaban parte del antiguo Hospital de la Santa Creu, trasladado desde principios del siglo pasado al actual Hospital de Sant Pau. La Biblioteca Infantil Santa Creu y la Juvenil Sant Pau se crearon por separado en los años 1940 y 1941, respectivamente, en diferentes espacios del recinto hospitalario de la Santa Creu. En 1970, la Biblioteca Sant Pau se trasladó al recinto que ocupa ahora y cinco años más tarde se incorporó la Biblioteca Santa Creu. Desde 1997 es una sola biblioteca con diversas áreas para atender al público de diferentes edades.
Aunque estas son algunas de las bibliotecas más populares en Barcelona, en todo el mundo hay verdaderos templos capaces de cautivar a cualquier lector. Uno podría ser la Biblioteca Pública de Stuttgart, al ser una de las más grandes del mundo, inaugurada en 2011 y, curiosamente, diseñada por un arquitecto coreano. Precisamente, saltando a Corea del Sur, donde cabe recordar que su capital es la segunda ciudad del mundo con más bibliotecas públicas por cada 100.000 habitantes, destaca la Biblioteca Nacional de Sejong por su diseño, al igual que lo hacen otras infraestructuras repartidas por todo el planeta, como la Biblioteca de Alejandría (Egipto) o la Biblioteca de Copenhague (Dinamarca).