A escala mundial se lanza un de cada tres alimentos. Un tercio de la producción de comer en el mundo va a la basura y no a un estómago. Además de ser un problema social, teniendo en cuenta que 900 millones de personas pasan hambre a la Tierra, también representa un problema ambiental. Si el derroche alimentario fuera un país sería más contaminando que el India y el primer consumidor de agua. Cantidades indignas de comer van a la balsa, y más después de las comidas y cenas de Nadal. Varias startups emprenden contra el derroche alimentario y añadiendo big fecha se dedican a luchar contra esta lacra.
Too Good Tono Go
Es el caso del movimiento Too Good Tono Go, "demasiado bueno para ir a la borssa", literalmente, en inglés. España es el séptimo país de la Unión Europea en que más comer se derrocha. 7,7 millones de toneladas de comer van al contenedor cada año al Estado español. 190 Titánicos de comer a la basura. "Una barbaridad", según Oriol Reull, el responsable de Too good tono go en casa nuestra. Esta startup -digamos así- da trabajo a 250 personas en el mundo y 10 a sus oficinas de Madrid.
España es el séptimo país de la Unión Europea en que más comer se derrocha
Este proyecto nace en Dinamarca el 2015 en un buffet libre en que un grupo de jóvenes observó la gran cantidad de comer en perfecto estado que iba directamente al contenedor. Hay alguna manera de rescatar esta comida?
Too Good Tono go se materializa en una aplicación móvil que ayuda establecimientos como negocios de comer preparado, fruiteries, pescaderías, carnicerías, hornos de pan que tirarían producto fresco a la basura a salvarlo. "El app hace que comer que iría al rechazo encuentre un consumidor", afirma Reull. Y en plena época navideña, más que nunca. Es por eso que el proyecto ha anunciado que dará su parte de beneficios de los días 24 y 25 de diciembre al ONG Acción contra la Hambre. De este modo, pretenden evitar que la comida que queda a la mesa por el incremento del consumo de alimentos durante Nadal vaya a la basura.
Ahora mismo este movimiento apuesta para introducirse en el mundo de la restauración. Trabajan con bares y restaurantes e intentan hacerlos el trabajo muy fácil: "Funcionamos con el concepto de pack sorprendida, los establecimientos tienen libertad para poner en este paquete sorprendida que comprará el usuario la comida que sobre aquel día". De esta manea, el cliente desde casa comprará un paquete de comer en un restaurante que le hace patxoca, pero no sabe qué cenará. Y a un precio mucho más razonable, obviamente. Se informa del precio original, pero el precio que paga el cliente acaba siendo simbólico.
El usuario desde el app podrá ver los restaurantes que hay adderits al app. Seleccionará el establecimiento, el paquete que quiere comprar y a qué hora lo puede recoger. Si le interesa pod adquirirlo sólo con un clic.
Hoy en día el movimiento es presente en nuevo países con la visión de "comer produit, comer consumido". Ya cuentan con cinco millones de usuarios, 12.000 establecimientos -Carrefour, Mandarin Oriental o Starbuckscolaboran- y han salvado siete millones de packs sorprendida. Desde el app, que ya funciona en Barcelona, reivindican que, sin embargo, se puede usar a cualquier lugar.
Soy Comida Perfecta
Desiré Taboada vio y vivir en primera persona el derroche alimentario desde la industria alimentaria de los supermercados cuando trabajaba en estos sectores. Por eso decidió lanzar Soy Comida Perfecta, el primer supermercado online del Estado español que vende productos con fecha de consumo preferente cercana o que tienen defectos de etiquetado y que la industria alimentaria destruye a pesar de estar en perfecto estado.
El proyecto empieza a andar al Perú el 2016 y madura en Barcelona un año más tarde con Ship2Be. La tienda en linea vende productos alimentarios con un gran descuento para evitar que sean destruidos. "Negociamos con la industria que nos proporciona los productos y los ponemos a la venta", detalla. Unilever, Pastas Gallo, Borges, Nestlé son algunas de las empresas a quienes esta startup compra producto.
Unilever, Pastas Gallo, Borges, Nestlé son algunas de las empresas que colaboran con Soy Comida Perfecta
Uno de los criterios que las cadenas tienen para aceptar productos a los lineales es que todavía tengan dos tercios de la vida útil o de consumo preferente. "Hay productos que tienen tres años de vida útil, cuando sólo los queda uno, muchas cadenas los rechazan", es entonces cuando, a pesar de ser perfectos para consumir, los destruyen. Aquí entra Taboada y su equipo.
En su stock cuentan con, por ejemplo, "cajas de cereales abonyagades o un Martini con la etiqueta invertida" que están en perfecto estado y que el cliente puede adquirir más baratos y le son entregados a domicilio o los puede recoger en un punto de entrega al Ensanche de Barcelona. Además de una segunda oportunidad a los alimentos, esta startup ofrece la oportunidad de hacer un ahorro en la compra mensual.
ColorSensing
Más casos. Desde la Universitat de Barcelona ha nacido una espín-off que actúa en una pasa anterior a la cadena que acaba enviando la comida a la basura. Para comprobar que los envases salen de la fábrica en buen estado, se hace un control aleatorio perforándolos para medir que los gases del interior de las bandejas sean correctas. Estos envases analizados quedan inutilizables y se tienen que tirar. Pero esto era hasta ahora. ColorSensing ha desarrollado una tecnología que permite conocer el estado de los alimentos envasados sin abrirlos.
La tecnología de ColorSensing aporta criterios objetivos para medir la calidad y la frescura de los productos de comer envasados a través de una bandeja inteligente. A partir de un código QR y de un software de lectura y procesamiento de imágenes, la tecnología permite medir parámetros del interior del envase como por ejemplo los gases, la temperatura, el PH y la humedad, entre otros, de manera no invasiva. Gracias, pues, en esta tecnología, se protege el consumidor, se reduce el derroche y se asegura la calidad de la comida durante su transporte desde la fábrica hasta el supermercado.
La tecnología surgió de un proyecto de investigación del Dr. Daniel Prades, del Departamento de Ingeniería Electrónica y Biomédica de la Facultad de Física de la Universitat de Barcelona, y quien actualmente es el director ejecutivo de estrategia de la espín-off. María Eugenia Martínes la directora ejecutiva, y Peter Pfeiffer e Ismael Benitoson los ingenieros químico y electrónico, respectivamente.