• En una startup, querer es poder (o puede que no siempre?)

En una startup, querer es poder (o puede que no siempre?)

Las fundadoras de ColorSensing, Dinbeat y Onyriq explican sus errores a la hora de emprender y aconsejan tener un pacto de socios

A veces, a la hora de emprender, no siempre las cosas van cómo uno espera | iStock
A veces, a la hora de emprender, no siempre las cosas van cómo uno espera | iStock
Barcelona
13 de Junio de 2019
Act. 13 de Junio de 2019

Querer es poder. O no. Cómo dice el dicho popular, si uno lucha por lo que quiere, lo consigue. Pero en el caso de tirar adelante una startup, quizás no es tan fácil. Podemos tener una idea muy buena, pero que no haya dinero para hacerla crecer. O podemos tener muchas ganas, pero no tener un equipo o una idea buena. Los peros en la emprendeduría son constantes y por eso "tenemos que encontrar el equilibrio entre el querer y el poder", asegura la CEO y cofundadora de Onyriq, Ainhoa Tolentino. Ahora bien, pese a las trabas y las dificultades, "emprender vale la pena".

"A pesar de las trabas y algunas decepciones, hay momentos durante el día a día en el cual te sientes muy afortunado", confiesa la CEO y cofundadora de ColorSensing, María Eugénia Martín. Tres mujeres emprendedoras explican durante una ponencia del Bizbarcelona los problemas con las que se han topado a la hora de emprender. "Qué le diríais a vuestra yo de hace siete años cuando pensaba montar un nuevo proyecto?", pregunta Pedro Olivares, conferenciante y moderador de la mesa redonda. Un ejercicio de reflexión y de mirar al pasado para tirar adelante.

"No todo es tan fácil como parece y yo creo que al final se nace un poco con la vocación emprendedora porque si no no lo resistes", afirma la CEO y cofundadora de Dinbeat, Talía Bonmatí. La cultura del si quieres, puedes está muy adentro de nosotros, "pero a veces no se puede, y tienes que ser consciente que esto puede ocurrir, porque si no la frustración será muy grande si no salen las cosas", añade Tolentino. Y es que, tal como afirma la emprendedora, puedes tener ideas de proyectos tecnológicos que quieres desarrollar pero te enfrentas a la realidad de la empresa: no tienes suficientes ingresos.

Y es que si en la vida planificar es complicado, más lo es todavía a la hora de emprender. Las tres emprendedoras coinciden que puedes tener un plan A, un plano B e incluso un plan C, y que los tres fallen. "Siempre hay cosas que pasas por alto. Es difícil planificar en algo que no has hecho nunca, en un sector en el cual no tienes experiencia y sobre todo desarrollando hardware", explica Bonmatí. Por eso aconseja que "lo más importante es saber cambiar de dirección a tiempo y no tener miedo al cambio de rumbo". Y lo mismo se puede aplicar tanto si se trata de tomar una decisión dentro de una empresa como en el momento de lanzarse a emprender. "Se tiene que hacer el salto sin miedo, porque siempre hay tiempo de cambiar", añade Martín.

Tolentino (Onyriq): "Tenemos que encontrar el equilibrio entre lo querer y el poder"

En este sentido, Onyriq ha tenido que cambiar bastante de planes y modificar el modelo de negocio. La startup, especializada en i+d de materiales poliméricos, ofrece proyectos personalizados para empresas y a la vez desarrolla tecnología propia con el objetivo de obtener patentes que puedan licenciar y vender y tener así un ingreso recurrente. Ahora bien, en un principio se pensaban que su inyección principal de capital vendría de los proyectos de i+d para el B2B. "Pero el mercado cambió radicalmente y tuvimos que darle la vuelta a la idea para mantenernos a flote", explica Tolentino.

Un pacto de socios para cuidar del bebé

Una startup es como un bebé para sus fundadores. Un hijo que tienen que cuidar y mimar. Y por esyo establecer un acuerdo entre los socios es vital para que este proyecto acabado de nacer empiece a andar y crezca. De hecho, en los inicios de una startup todo es muy bonito y el equipo empieza muy ilusionado. Tanto que incluso se cree que todos los planes que tienes en la cabeza funcionarán, "y normalmente esto no pasa nunca", reconoce Tolentino. Es por eso que las emprendedoras confiesan que a medida que las cosas no salen como se esperaba, cada vez hay más personas del equipo que se echan por atrás. Y esto, cuando se trata de socios, es un gran dolor de cabeza.

Por este motivo, la abogada de Dinbeat asegura que un pacto de socios es básico. Cómo se reparte el capital social?, qué rol tiene cada uno?, cuál es la finalidad de la empresa: queremos vivir de ella toda la vida o venderla?, nos dedicamos exclusivamente a la startup o no? Muchas preguntas que a veces los emprendedores no se plantean y que, después, se quedan en blanco cuando los inversores lo preguntan. En este sentido, todas estas respuestas tienen que quedar registradas en un documento que, si todo va bien, "se quede en un cajón y no se tenga que sacar nunca", bromea la abogada.

Imatge de la taula rodona amb les fundadores de les startups

Imagen de la mesa redonda con las fundadoras de las startups | Bizbarcelona

Ahora bien, si las cosas no salen como un espera, como lo hacemos para sacar algún socio de la compañía? "Una SL es el peor contrato de todos, peor que un matrimonio que se resuelve con un divorcio que vale 400 euros", añade la abogada, quien apunta que "echar a un socio es de las cosas más complicadas que hay y por eso se tiene que regular muy bien en el pacto".

De hecho, las tres startups tienen este pacto que las ayuda en la gestión de las personas que forman parte de la empresa. En el caso de ColorSensing, al ser una espín-off, tenía que quedar muy claro la participación que tenía la universidad en la compañía. "Un consejo que daría a todos los emprendedores es que se tomaran su tiempo para encontrar los socios adecuados", afirma Bonmatí. La CEO de Dinbeat reconoce que cuando arrancaron con el proyecto no tenían ningún socio experto en veterinaria, cosa que les habría ido muy bien para tener una visión diferente de una persona con mucha experiencia en el sector.

"Una SL es el peor contrato de todos, peor que un matrimonio"

Pero tan importante es buscar los socios adecuados como también saber decir que no en una persona que quiere entrar en la compañía. Esto precisamente los pasó a ColorSensing, que eran un equipo muy grande proveniente de la investigación y tuvieron que elegir quién encajaba mejor en función de si sus objetivos estaban alineados o no con los de la compañía.

Y para acabar, un último consejo de la abogada de Dinbeat: "Muchos emprendedores, como no tienen dinero, ofrecen una participación de la sociedad a cualquiera que quiera invertir. No lo hagais. Es vuestro bebé, no lo repartais". Mensaje captado. Más claro imposible.