Con la llegada del Black Friday (Viernes Negro), las grandes empresas han puesto en marcha una gran campaña de ofertas, promociones y descuentos para incrementar las ventas del 29 de noviembre. Pero, ¿por qué tanta gente se lanza a consumir sin detenerse a pensar en el impacto ambiental de esta sobrecarga de consumo? En una jornada que parece fomentar el consumismo excesivo, también surgen iniciativas como el Buy Nothing Day (Día Mundial Sin Compras) y el Green Friday (Viernes Verde), que buscan concienciar sobre la necesidad de reducir las compras. La paradoja es indiscutible, ya que el mismo día que se promueve la conciencia sobre el consumo responsable, el Black Friday mpulsa a consumir de manera masiva.
El Día Sin Compras fue fundado por el artista de Vancouver Ted Dave, y los partidarios de este movimiento se comprometen a no comprar nada durante un día entero como demostración del poder del consumidor. La primera edición del Día Mundial Sin Compras se celebró en Vancouver, Canadá, en 1992, pero en 1997 se trasladó al día después de Acción de Gracias en Estados Unidos y Canadá, y al día siguiente en el resto del mundo, como una respuesta contra el consumismo desmesurado antes de las fiestas navideñas.
En una jornada que parece fomentar el consumismo excesivo, también emergen iniciativas como el Buy Nothing Day (Día Mundial Sin Compras) y el Green Friday (Viernes Verde), que buscan concienciar sobre la necesidad de reducir las compras
Aunque las nuevas generaciones son cada vez más conscientes de la sostenibilidad y valoran este aspecto en sus decisiones de compra, evitando las estrategias de marketing que fomentan el consumo compulsivo, muchas personas todavía se sienten atrapadas por el consumismo inconsciente, aumentando el desperdicio de recursos. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), si mantenemos el ritmo actual de consumo, para 2050 necesitaremos los recursos de tres planetas para sustentarnos.
Josep-Francesc Valls, director de la Cátedra Escenarios de Futuro Retail, Turismo y Servicios de la UPF-Barcelona School of Management, afirma a VIA Empresa que “si sumamos los precios finales de los productos un mes antes y un mes después del Black Friday, prácticamente son los mismos. Es decir, estamos en una carrera ficticia donde se incrementan los sistemas de producción de productos que parecen ser más baratos, pero en realidad cuestan lo mismo que los que se pueden comprar en cualquier momento del año”.
Valls (UPF-Barcelona School of Management): "Estamos en una carrera ficticia donde se incrementan los sistemas de producción de productos que parecen ser más baratos, pero en realidad cuestan lo mismo que los que se pueden comprar en cualquier momento del año"
Valls argumenta que, en este momento de cambio social, nos hemos dado cuenta de que los ingresos de la población, los salarios actuales, van por debajo de la inflación de los precios reales. Por un lado, la industria insiste en el consumo y en la acumulación de bienes, mientras que, por otro, el poder adquisitivo no crece al mismo ritmo que la inflación. Así, se mezclan el sobreconsumo y la sobreproducción. ¿Cuál es la respuesta ante esto? Según Valls, “la respuesta no es el decrecimiento, sino crecer de otra manera, comprando todo aquello que realmente creemos que necesitamos y asumiendo que nuestra felicidad no implica tener más productos o comprar rápidamente las últimas novedades”.
Esta situación se refleja en la tendencia del Green Friday, una iniciativa impulsada por la Comisión Europea con el apoyo de organizaciones ecologistas como Ecodes, WWF y Ecoserveis, y llegó con el objetivo de mitigar el modelo actual de compra compulsiva, promoviendo un consumo responsable y concienciando sobre el impacto ambiental de los productos.
Ikea apuesta por el 'Green Friday' para reducir el impacto ambiental del 'Black Friday'
Esto se traduce en el hecho de que marcas como Ikea se han sumado al Green Day para ofrecer un nuevo concepto con la idea de reducir el impacto ambiental del consumo masivo, que se intensifica durante el Black Friday. A cambio de entregar un mueble, la compañía sueca dará al cliente un vale descuento para gastar en sus tiendas, lo que le permite dar una nueva vida a los muebles que ya no necesite sin tener que tirarlos. Tal como destaca en su página web: “¡El Green Friday te permite dar una segunda vida a tus muebles! Te animamos a vender tu mobiliario usado y a cambio recibirás un vale para gastar en nuestras tiendas IKEA cuando lo necesites”.
Con todo, el director de la Cátedra Escenarios de Futuro Retail, Turismo y Servicios de la UPF-Barcelona School of Management ha destacado que todo esto forma parte de un proceso de sensibilización global de la población frente al sobreconsumo y la sobreproducción que vivimos. “Debemos ir modificando este sistema poco a poco, sin que sea de manera brusca ni como una reducción, sino cambiando a un modelo de consumo más tranquilo que, a la larga, nos generará mucha más felicidad”, añade.